Los Juegos del Hambre, esa fría competencia en la que lo que algunos se divierten mientras que otros sufren. Hasta ahora el Capitolio ha conseguido mantener a los distritos bajo sus garras, imponiendo las reglas de cosecha para los Juegos del Hambre...
Cecelia nos mandó a quitarnos esta ropa y el maquillaje, haciéndole caso ambos tributos fuimos cada uno a su habitación, acompañados por dos Avox que nos ayudaron a quitarnos el vestuario. No quería simplemente quitarme el maquillaje y cambiar mi ropa, necesitaba un buen baño caliente para sentirme relajada y tranquila. Quería despejarme la cabeza de la imagen de Snow, era más terrorífico en persona de lo que era en las transmisiones, no pude evitar sentir escalofríos todas las veces que me atreví a mirarlo. Sumado a sentir la mirada penetrante del tributo del distrito 2, Cato Hadley, al finalizar el desfile. No sabía cómo sentirme al respecto, era seguro que me intimidó, pero sentía muy en el fondo de mi ser una morbosa satisfacción. Lo único que podía reconocer y comprender de mí misma era la constante sensación de temor y el estado de alerta de todos mis sentidos. Siempre me consideré una persona miedosa, pero tengo razones para serlo, al igual que la mayoría de habitantes de Panem, y tal vez más que algunos en ciertos aspectos. Pero toda la presión que tenía ahora aumentaba las sensaciones, y, siendo racional, era inevitable sentir miedo si el competidor con evidente superioridad de los juegos te observa como si ya quisiera matarte.
Finalmente la ducha me ayudó pero no fue la cura para la bola de emociones que tenía dentro, aunque realmente fue relajante. Al fin y al cabo, por más tecnología que tuviera ese baño no cambiaba la realidad.
Me dirigí al comedor, donde allí estaban sentados todos, a punto de cenar. Me uní a la mesa, aún con prudencia y reserva, no asimilaba del todo que todo este lujo estuviera a nuestra disposición. Ocupé un lugar al lado de Xavi, aunque era un poco extraño estar a su lado luego del beso compartido en el desfile, no me atrevía a mirarlo a los ojos ahora que toda la adrenalina había bajado. Recordaba claramente lo suave que sus labios se habían sentido sobre los míos, se había sentido bien, correcto. Aunque debía recordarme que no era más que un papel, actuación, convencer a los espectadores de una ilusión en nuestro propio beneficio. Al menos yo lo había disfrutado, esperaba que no hubiera sido tan malo para él. Noté su mirada gris sobre mi.
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Su belleza era innegable, y suficiente como para impactarme y hacerme apartar la mirada de él. Mi mente volvió a la realidad con la voz de Octavio.
-No me canso de repetirlo, estuvieron geniales en el desfile, nadie se esperaba ver algo así. El punto es que llegaron a mi rumores de que ciertas personas importantes tienen el ojo puesto en ustedes para ser sus patrocinadores, así que felicidades- en la mesa se dio una ovación para nosotros. Me alegraba lo que habíamos conseguido, sin dudas sería de mucha ayuda. Cabía la posibilidad de que tuvieran una preferencia por Xavi, ya que es claro a la vista que físicamente tiene más cualidades que yo, pero esperaba que alguno pusiera la mira en mí. -No desaprovechen esta oportunidad, es muy importante-
-Muy bien mis niños, las cosas serán así mañana- comenzó a hablar Cecelia. -A las 7.30 los quiero en pie desayunando, a las 8.00 debemos estar en el centro de entrenamientos. Tendrán una charla inicial en la que les explicarán el funcionamiento de la sala y luego podrán comenzar con el entrenamiento, hasta las 12.00. Se hace una pausa y todos los tributos son dirigidos al comedor, se sirve el almuerzo y se da un tiempo de 1 hora, luego se vuelve al entrenamiento hasta finalizar a las 5.00pm, ¿alguna duda?- ninguna duda, pero tampoco nada de ganas de ir a ese entrenamiento. Tenía una sensación desagradable de inseguridad, no quería fallar, pero creía que todos podrían ver la debilidad en mí, más al verme y poderme comparar con los tributos profesionales. -Bien, ninguna. Quiero agregar que, aunque estemos muy felices con el resultado de este desfile, espero que sean lo suficientemente inteligentes para comprender que todo es parte de una estrategia, de crear una imagen. En los juegos no deben dejar que se interpongan sus sentimientos. Terminen de cenar y descansen bien, me retiro, buen provecho- y así nuestra mentora se levantó de la mesa sin haber tocado el plato siquiera y se dirigió a su habitación. Dirigí la mirada a un punto en la distancia, sintiéndome avergonzada de que Cecelia sintiera la necesidad de aclarar ese punto. Pero tenía toda la razón, y supongo que es lo correcto de su parte mantener nuestras mentes centradas en el juego, yo debía aplicar sus consejos.
