Bee cortó la llamada y se derrumbó.

—¿Bee?

—¿Por qué no puedo tener un minuto de felicidad, Nick? —Preguntó sujetando su cabeza sobre la mesa—. Estoy harta de tener noticias así de repentinas y que no sean que... no sé, soy la princesa de algún reino lejano o que me gané la lotería. ¿Sabes qué tengo? Una madre con alzheimer, un padre ausente, un tío loco por el dinero y ahora un hermano nuevo. Qué bien, ¿no? —Me miró, yo había dado la vuelta y me encontraba de cuclillas frente a ella.

—¿Qué? ¿Cómo que un hermano nuevo?

—¡¡Yo te cuento!! —Se rio ella amarrándose el cabello con algo de desesperación—. Yo te cuento... Resulta y acontece que mi padre tuvo un hijo hace años y no me lo comentó, papá lo estuvo buscando por mucho tiempo, mi hermano se enteró y ahora apareció. No sé cómo consiguió mi número, si esto es real o no, pero no sé por qué se inventaría eso... así que al parecer tengo un hermano, genial, ¿no? Terminó la escuela y acaba de ser aceptado en una universidad en Nueva York, así que quiere conocerme antes de irse.

—Pero, ¿esto es seguro?

—No lo sé, Nick. Tendré que ir a casa y hablar con mi padre de esto.

—¿Quieres que te acompañe cuando veas a tu hermano? No sé si sea buena idea que vayas sola... Si vas con alguien...

—Lo agradezco, pero tú tampoco puedes salir solo —Sonrió dándome un beso en la mejilla y se rio tratando de amenizar el ambiente... pero no pudo. Yo sabía lo que estaba pasando, así que la abracé y se puso a llorar—. No entiendo, Nick. ¿Por qué? ¿No te digo? Termino un lío y empieza otro...

—Te quiero mucho, aquí estoy.

—Ya sé que estás aquí. Hueles a pizza —Lloriqueó en mi hombro abrazada a mí—. Gracias. Supongo que tendré que ir a casa ahora... Lamento tener que terminar la tarde feliz así.

—Esta vida es una montaña rusa de emociones, ¿no?

—Al parecer —respondió mi amiga levantándose—. Me iré.

—¿Me llamarás?

—Te contaré todo luego. —Bee asintió y me dio otro abrazo de despedida—. Nos vemos luego.

Y se fue.

Quería ayudarla de otra manera, pero no tenía cómo más hacerlo. Solo quedaba esperar a que hablase con su padre. Deseaba que las cosas estuvieran bien para ellos. No era algo fácil, después de todo.

El teléfono de la oficina sonó y contesté rápido porque estaba cerca del escritorio.

—Oficina de Julien, ¿con quién tengo el gusto?

—Soy el mejor amigo del mundo.

—¿Te refieres al creador de Trick?

Oí como hizo un sonido de indignación y me reí.

»¿Qué pasa, Chase? ¿Por qué no llamas a mi celular?

—Porque es el teléfono que tenía más cerca, estamos teniendo una reunión creativa y pensamos que te gustaría estar.

—¿Reunión creativa? ¿De qué? —pregunté, ¿y quiénes eran «estamos»?

—Ven al salón y entenderás.

Y colgó. Así que me llevé la botella de agua y bajé algunos escalones hasta llegar al salón de reuniones de Hook Records. En ella se encontraba el equipo encargado de la gira y Chase. Al parecer estaban teniendo una lluvia de ideas sobre cosas que podía hacer en el concierto aparte de cantar.

Luces, música y acciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora