Capítulo 10

41 1 0
                                    

Capítulo 10

Miro a Hux, incrédulo. ¿Somos productos de una reacción nuclear? Todavía me cuesta asimilarlo, yo pensé que vendría de una familia con las mismas características, o yo qué sé. Ahora que lo pienso, nunca me había planteado mis orígenes seriamente.

Todos mis amigos están escandalizados. Hux nos observa con interés.

—Imagino que esto os va a sentar tan bien como perder tres puntos de golpe en el identificador, pero lo mejor que podéis hacer es someteros a un borrado de memoria y regresar a la torre —sugiere, con una sonrisa irónica pero con una mirada seria.

Yo no pienso volver ahí. Lo tengo clarísimo. ¿Un borrado de memoria? ¿Estamos tontos?

—Ni hablar. ¿Te estás oyendo hablar? No —contesta Skyan por todos.

La sonrisa de Hux se resbala y su expresión se vuelve sombría. Una pequeña chispa de acción recorre mi cuerpo y estoy a punto de agarrar a Nine por el brazo y de gritar "corred", pero la sonrisa de Hux vuelve con la misma rapidez con la que desapareció, y suelta una carcajada que nos sobresalta a todos.

—Es increíble lo fáciles que sois de engañar, ¿en serio habéis sido capaces de escapar del torreón? Estaba bromeando, no podéis volver. El resto de elementos se podría dar cuenta y no podemos dejar que haya más gente que sospeche.

Hux se sigue riendo, a mí no me hace gracia, se está partiendo en nuestra cara. Skyan vuelve a hablar:

—Pues eso. Tendremos que aprender cosas de este mundo. ¿Hasta qué punto pueden llegar a descubrirnos? ¿En qué podemos trabajar? ¿Hay alguna zona segura fuera del torreón?

—Si ahora cualquiera de vosotros reacciona proyectando la energía oculta que tenéis guardada, es posible que se os descubra, pues la raza humana es muy desconfiada y ha pasado demasiado poco tiempo desde esa explosión. Se han desarrollado dispositivos que descubre la radiación que manejáis, así que ni se os ocurra hacerlo.

—Eso es importante, ¿por qué no nos lo has dicho antes? —salta Ennua.

—Un descuido, perdonad. Hay muchas cosas de las que debería advertiros. De todos modos, estáis entrenados para controlar vuestro poder, así que mientras no hagáis cosas raras, no os pasará nada. En cuanto a la segunda pregunta, no sé en qué podríais trabajar, hay sitios en los que os hacen pruebas. Podríais acudir a uno de ellos. Y por cierto, no, no hay un lugar seguro fuera del torreón, porque de ser así el torreón no tendría función alguna. El torreon, amigos míos, es el único sitio en el que podíais dormir tranquilos del todo, siempre que cumplieseis con la normativa.

Esta vez no está bromeando. Su semblante es tan frío como cuando me mira a mí, pero ahora nos mira a todos.

—Entonces, ¿es cuestión de tiempo que nos atrapen? —pregunta Nine, escandalizada.

—No, si no hacéis nada raro. Quizá sería conveniente que borráseis la señal identificatoria de sector y raza, es decir, el símbolo de la muñeca.

—¿Raza? —Ennua le mira con desconfianza, como siempre. Hux pone cara de haberla cagado pero bien, o al menos eso me parece a mí, pero enseguida nos contesta:

—Arg, queréis saberlo todo. La raza, sí, el efecto que determina si enlazáis con otro elemento al tocarle, o no hace efecto alguno. Bien, basta de preguntas por hoy, vámonos al hotel.

Hux pasa su móvil por el sensor para pagar nuestra comida y nos levantamos.

—¿Sabéis qué? —pregunta de pronto, mientras estamos saliendo del establecimiento—. Sois buenos chicos, en serio, pero la habéis cagado. Os acabaréis dando cuenta en algún momento.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 16, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Las tres puntasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora