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Por mucho que quisiera, SooRa no se atrevía a salir de su habitación.

Apenas y comía o recibía la visita de sus hijos y amigos. Inluso JungKook había ido a verla, pero era evidente que era a él a quien menos quería ver.

Estaba confundida y no sabía como aclarar sus sentimientos.

-¿Cuándo aceptarás que sientes algo por JungKook?-SunMi, ya cansada de tocar la puerta, entró sin permiso alguno, encontrándose a su amiga comiéndose las uñas mientras daba vueltas en círculos.

-Ese hombre merece mi odio, SunMi...Él mató a la persona que amaba...

-No me vengas con eso porque ambas sabemos que lo que tú y SeokJin tenían no era el amor más grande del mundo-rodó los ojos, cerrando la puerta tras pasar a la habitación .

-Ya ¿Y quién me asegura que con JungKook sí?-bufó molesta.

-¡Ahí lo tienes!-dió una palmada y la señaló-. Acabas de admitir que estás enamorada de JungKook.

SooRa rodó los ojos y se sentó en la silla junto a su ventana.

-Sea como sea, no lo perdonaré nunca.

-Sabes que no fue culpa suya lo que ocurrió. Todos hemos sido víctimas alguna vez de sentimientos negativos como la envidia y JungKook no es la excepción. Toda la culpa la tienen esos malditos cristales-exclamó.

-Y es por eso que NamJoon ya fue a romper la barrera que bloquea la salida de la puerta-añadió SooRa.

-No me cambies de tema-entrecerró los ojos-. Antes de irse, Nam iba a hablar con JungKook y lo encontró a punto de clavarse un puñal.

Los ojos de la joven reina se abrieron de par en par con sorpresa.

-Y lo peor de todo es que no es la primera vez que intenta atentar contra su vida-niega con la cabeza-. JungKook aún no logra perdonarse a sí mismo por todo el daño que hizo mientras estaba siendo controlado por los cristales y en más de una ocasión Nam y yo hemos tenido que arrebatarle la daga de sus manos, y el hecho de que lo ignores y no quieras saber de él empeora aún más las cosas.

SooRa había quedado sin palabras.

No pensó que hubiese pasado tanto en tan sólo unos meses desde que todo "había vuelto a la normalidad".

-Los niños no saben nada...y prefieren pasar la mayor parte del tiempo con JungKook porque dicen que están recuperando el tiempo perdido-culminó-. En fin...hasta aquí llega mi ronda de noticias-aplana los labios, levantándose para dirigirse de nueva cuenta a la puerta-. Espero que en algún momento decidas salir finalmente de estas cuatro paredes.

Y volvía a estar sola.

SooRa apoyó su mentón sobre la palma de su mano y se sumió en su burbuja de pensamientos.

SunMi tenía razón.

SeokJin también.

Estaba juzgando demasiado a JungKook, aún si ella lo conocía desde que eran pequeños.

.。.:*✧✧*:.。.

La noche había caído sobre Skygall y la poca, prácticamente nula iluminación de los cristales Laith se lo hacía saber a los ciudadanos.

Todos en palacio dormían. Al menos los niños, pues JungKook se había cerciorado de ello antes de volver a encerrarse en su habitación.

Con sigilo, aunque no sabía exactamente el por qué de esto, el pelinegro sacó de bajo el colchón de su cama, una daga.

NamJoon se las quitaba, pero él se las arreglaba para conseguirlas nuevamente.

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