Secretos al aire

Capítulo 22

~UN MES Y MEDIO DESPUÉS~

¡Ya es Navidad!

Bueno, en realidad quedaba una semana para la Navidad, pero cualquiera podía decir lo contrario. 

Todo el internado entero se había revestido con adornos navideños y villancicos que sonaban entre clase y clase para celebrar las fiestas.

Muchos alumnos y alumnas viajaban a sus casas por estas fechas para pasar las cortas vacaciones navideñas con sus familias u otros simplemente se quedaban aquí para estar con sus compañeros por diferentes razones, como sería mi caso...

Después de mi fuerte y desafortunada discusión con Dante, no había vuelto a hablar ni a saber nada de él, exceptuando si se trataba de algún tema relacionado con los estudios, claro.

Él tampoco se había molestado en acercarse a mí después de aquello y había respetado mi decisión de alejarnos por un tiempo indefinido.

También había un absurdo rumor corriendo por el internado que él y Jazmine habían comenzado una relación, ¿pero sinceramente? No me lo creía. Dante era muy reservado con sus sentimientos como para que todo el mundo se enterara de algo así...

¿verdad?

Suspirando, llegué a la sala de visitas donde Máximo estaría esperándome descubriendo la puerta entre abierta.

-No, renuncio a ésto. –Fruncí el ceño.

¿Esa era la voz de Dante?

-¿Te estás escuchando, chaval?

¿Y estaba hablando con Máximo?

Asomé la cabeza con cuidado de que no me vieran para observar, efectivamente, a Máximo dándome la espalda frente a Dante que se cruzaba de brazos mirándolo mal.

-Por supuesto, señor. Puedo buscar a otra persona que se encargue de... – De pronto, uno de los guardaespaldas de Máximo se acercó a éste para decirle algo tan bajo que se me hizo imposible oír. Bueno, al menos aún no me habían...

Ambos, tanto Máximo como el guardaespaldas, se giraron hacia mi dirección haciéndome abrir los ojos como platos.

Mierda, mierda, mierda.

-Vaya, al fin llegas, hija. Te estábamos esperando.

-¿Qué hace él aquí? –Pregunté cruzándome de brazos mientras que me acercaba a ellos mirando mal a Dante.

-Invitaba al joven Dornan a nuestra fiesta de Navidad. Supuse que volverías a invitarlo a él.

-Pues supones mal porque ni siquiera voy a ir a esa fiesta.

-¿Cómo que no? –Máximo alzó las cejas. –¿Olvidas todos los acuerdos que hemos hecho? –A quién miré mal ahora fue a él por haber dicho eso delante de Dante.

A él nunca le había dicho nada sobre todos aquellos "acuerdos" que había hecho con Máximo a cambio de que éste me dejara salir.

-No, no se me olvidan esos acuerdos...

-Ah, ya decía yo. Pensaba que habías olvidado como te dejaba salir a cambio de que tú te comprometieras a asistir a todos los eventos familiares.

-Que sí, que sí.

-Pues no se hable más. El chófer vendrá a buscaros el día de la fiesta como la otra vez. –Nos sonrió a ambos antes de estirarse su cara chaqueta de traje. –Ah, y por el vestido no te preocupes, ya me encargo yo.