VI

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"Supe lo que sucedió ayer...

Me alegro tanto que alguien te haya ayudado, pero

La próxima vez...

Seré yo quien te salvará uwu

V."

Jungkook leyó aquella nota que se encontraba sobre su banco junto con un pote de leche de fresas. No era raro que este tal "V" sepa que él amaba aquella leche, ya que siempre iba con una en mano, pero si era raro que supiera lo que había sucedido ayer.

-Jimin..- Murmuró luego de pensarlo un rato, sus ojos se entrecerraron y miraba al frente sin mirar a nada en sí.

Había que admitir que Jimin era un persona... ¿Como decirlo..? Bocona. Y si eso no fuera todo, él tenía bastante fama en su curso por su característico aroma a algodón de azúcar y su perfecto cuerpo como omega que no tenía miedo en exhibir, no como él que aún usaba ropa holgada y supresores. Yendo al punto, la única respuesta era que ahora media institución sabía lo que había ocurrido ayer.

Y es que el día anterior el pequeño nuevo omega había vivido una de las peores experiencias en toda su mugrosa vida, y digo mugrosa porque a veces no se baña regularmente.

El día anterior sería un día que jamás olvidaría. El día en que casi lo violan.

La situación se presentó casi como en las películas. El castaño había salido temprano de la casa de Taehyung, donde los tres amigos habían dormido la noche anterior a esa mañana. Caminaba con la ciudad alumbrada por el amanecer, un frío mañanero lo inundaba y lo abrazaba, pero él se encontraba bien abrigado con una de las camperas que Kim tenía en su perchero al lado de la puerta, rodeado de su agradable aroma.

 Tenía la idea de despejarse porque, por más de que él fingiera estar bien con su situación actual, la verdad era que le costaba horrores. Ver su cuerpo tan femenino y débil. Temer de los alfas y ceder ante su voz de mando. Pensar en el rechazo diario de sus padres. No poder estudiar medicina y ser un reconocido doctor. Tener que fingir constantemente una sonrisa.

De un día a otro no iba a aceptar que ser omega era la mejor de las cosas que le había pasado, simplemente no.

Algunas lágrimas escaparon de sus ojos, se sentía un inútil, su familia ya no lo apoyaba en ninguno de los sentidos, ya no eran ni tan buenos, ni tan permisivos como antes y seguro no le brindaría ayuda económica en un futuro ¿Cómo haría para sobrevivir? Se sentía solo frente a un mundo desconocido y tenebroso. Distraído había entrado a un callejón de la zona.

-Hey, preciosura- Habló un borracho que había ahí, apoyándose como podía en una de las paredes de aquel gran callejón. Su aroma casi no podía sentirse debido a el olor de las bebidas alcohólicas, provocándole una picazón en la nariz a Jeon. -No deberías andar solo..- Jungkook lo miró con desconfianza, la distancia que los separaba no era demasiada, tal vez uno 10 metros. -¿Por qué hueles a alfa? No hay ningún alfa por aquí... Deberé quitarte ese aroma- Sonrió de manera cínica

El castaño dio unos pasos hacía atrás, si se iba lentamente aquel borracho ni lo notaría ya que aquel hombre no sabía donde estaba parado.

-¿Quién te dio permiso a irte?- La voz de aquel desconocido sonó firme y fuerte, erizando todos los cabellos del pequeño Jungkook. -No escaparás, preciosura- De un momento a otro, Jeon tenía a aquel hombre agarrando su cintura y aferrándolo a aquel cuerpo que a leguas se veía que pertenecía a un alfa.

El castaño forcejeó con el fin de liberarse de aquellos brazos que lo apresaban pero era inútil, aquel hombre era mucho mas grande que él y claramente tenía mucha más fuerza. 

-Vamos, preciosura- Dijo aquel hombre aún borracho, tambaleándose por los movimientos que Jungkook hacía. -Vas a disfrutar cuando te folle- Susurró en el oído del menor, mientras aspiraba el dulce aroma del castaño, no había tomado su supresor. Fue entonces cuando Jungkook sintió el verdadero terror.

Las calles esa mañana se encontraban vacías, nadie podía escuchar el llanto del pequeño omega mientras era arrastrado a algún lugar desconocido.

-Suéltalo en este puto instante- Una voz gruesa sonó tras de ellos, Jungkook conocía bien esa voz.

-¿Y si no qué?- El hombre se giró permitiendole a Jeon ver el dueño de aquella voz gruesa y de aquel aroma a capuccino. Yoongi se encontraba ahí parado junto con un traje y un maletín, seguramente se dirigía a su trabajo de medio tiempo.

A Jungkook le costó reconocerlo ya que estaba muy bien vestido para ser Min, además de que había cambiado su color de cabello a uno negro, lo que hacía aún más blanca su piel.

Yoongi rió al escuchar aquello, dejó su maletín a un lado, se sacó el saco y desabrochó su corbata.

El resultado de todo eso fue un hombre inconsciente tirado en el suelo lleno de sangre, Yoongi con su puño adolorido y Jungkook llorando mares de lágrimas, llamando a su alfa con su aroma, pero... ¿A quién llamaba exactamente? Sin embargo, todo estaba bien, Min había llegado a tiempo y había logrado salvarlo.

Él ya no puede protegerse solo.




























Uno dice: "Voy a hacer una historia de capítulos cortos" y de golpe BOOM, 900 palabras ;-;

Igual este capítulo no se merecía menos xd

Holaa! Cómo están? UwU💕

𝙲𝚘𝚗𝚜𝚚𝚞𝚒𝚜𝚝𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊 ||𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜||²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora