Capítulo 2

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Capítulo 2.

Natasha apagó el motor de su auto frente al departamento de Steve al tiempo que retiraba el cinturón de seguridad.  Alcanzó su teléfono del tablero, revisando unos mensajes; e hizo una mueca al ver la hora que era.

— ¿Puedo pasar unos minutos? Quedé con unas amigas para juntarnos en una cafetería por aquí cerca, y todavía es bastante temprano.

—No tienes ni que preguntar—respondió mientras se bajaba del auto con una expresión de paz y tranquilidad en el rostro.

Aun no creía del todo que había ganado aquel puesto tan codiciado.

Mientras entraban al edificio, Natasha terminó de contarle que había visto a un hombre bastante atractivo en la cafetería de la empresa cuando fue a buscar el café; y le pidió  a Steve que, aprovechando que trabajaría en aquel lugar, le consiguiera el número de teléfono o se lo presentara.

— ¿Y cómo yo voy a saber quién es? Ni siquiera lo vi.

—Le tire una foto—respondió  rebuscando en su galería para enseñarle la imagen desde su teléfono. E ignoró olímpicamente lo que Steve le decía acerca de que no era correcto tirarle fotos a las personas sin permiso. —Creo que es un técnico del lugar. No hablé con él por llevarte tu café deprisa, de haber sabido que ya estabas en la entrevista me le habría acercado, así que me la debes.

Se le quedó viendo unos instantes al tiempo que  sacaba las llaves de su bolsillo para abrir la puerta, sabiendo que Natasha no iba a dejarle de cobrar ese "favor" por ningún motivo.

Abrió la puerta de su departamento mientras ella le enseñaba la tercera foto del hombre sin nombre.  Él vivía en el 6to piso de aquel edificio que más que una mano de pintura, requería que lo quemaran desde los cimientos y lo volvieran a reconstruir. Natasha se lo recordaba cada vez que podía y, sin perder aquella costumbre, dejó a un lado las fotos y comentó:

—Múdate de esta pocilga pronto Steve.

—Algún día Nat.

—No puedes poner objeción, ya conseguiste un trabajo con un buen sueldo.

Romanoff tomó asiento en uno de los sillones de la pequeña sala mientras veía a Steve dirigirse a la cocina.

—Deja que me paguen primero, —colocó la cafetera mientras se quitaba los botones superiores de su camisa, sintiendo que con ellos se le iba un peso de los hombros. —Ni siquiera he comenzado a trabajar.

Desde donde estaba sentada se podía ver la cocina totalmente, y Natasha aprovechó para tirarle una foto mientras Steve estaba desprevenido. Ella tenía una amiga que quería conocerlo y esperaba que fuera la chica que le hiciera olvidar a...

—Además, primero debo de reparar mi moto. —Continuó el rubio y ella bajó rápidamente su teléfono antes que la descubriera— Y sabes que tengo un par de deudas todavía.

—Mierda, cierto. —Exclamó Romanoff recordando de pronto— ¿Cómo iras a trabajar mañana entonces? Me dieron el turno nocturno y no podré llevarte. Te dijeron que entras a las 7 para el entrenamiento, ¿o no?

—Tu lenguaje, Natasha. —Reprendió Steve y su amiga solo pudo rodar los ojos, —puedo tomar un taxi, y en la noche usar el transporte público. Arreglaré la moto en cuanto pueda.

Cuando el café estuvo listo Steve se acercó a ella con las tazas humeantes y unas galletas que tenía guardadas. Veía a su amiga sonreír ante el teléfono y no se imaginó que era porque estaba mandando su foto a una compañera, creyendo que era otro de sus muchos pretendientes.

El secreto de tus ojos (STONY)Where stories live. Discover now