Capitulo 26

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Capítulo 26

Tres días después.

Steve puso los ojos en blanco ante el comentario de Tony, aunque tuvo que morderse el labio para evitar reírse y no demostrarle que había sido chistoso, no se lo dejaría tan sencillo.

De todas formas Tony sabía que su comentario había sido bastante bueno, y se regodeó ligeramente en ello. Pronto, le hizo una seña a Steve para que se tumbara junto a él, y eso fue algo que el rubio no pudo resistir. Se subió en la cama, y se recostó abrazando el cuerpo de Tony, sintiéndose feliz. Solo estaban ellos solos en la habitación, así que podría dejarse llevar un poco.

Comenzó a acariciar suavemente los cabellos del genio, y Stark hizo un sonido casi semejante a un ronroneo, complacido con las caricias que estaba recibiendo. Luego de un momento de silencio en donde Steve llegó a pensar que el otro se había dormido bajo sus caricias, le escuchó hablar.

—¿Cuándo me dejaran salir de aquí? —suspiró Tony—Estoy aburrido de que no me dejen comer nada dulce, la comida es ridículamente insípida.

Steve negó, sabiendo que la comida no era tan mala como se quejaba; pero, aunque no lo admitiera, se alegraba de esas quejas. Los dos primeros días que Tony pasó en el hospital la sombra de la tristeza lo embargó, y por un momento temió que se  estuviera sumiendo en alguna depresión post intento suicida. Parecía volver a recuperar su humor habitual, y sus ganas de reclamar, y suponía que eso era algo bueno.

—Ya hablamos de esto. —comentó sin detener sus caricias— el Dr.  Reed Richards vendrá hoy en la tarde, hasta entonces te quedarás aquí. Además, los dulces de Sharon son suficientes para que no te quejes por un par de días.

Tony bufó pero no pudo decir nada cuando sintió la nariz del rubio acariciar delicadamente su cuello.

Sharon y Natasha habían ido a visitarlo al hospital, incluso lograron pasar clandestinamente unos pastelillos que la rubia había horneado para llevárselos al genio. Ellas sólo habían ido con la intención de hablar con Steve, entendiendo que no sería bueno que vieran a Stark, respetando la privacidad del hombre debido a que ellas no eran precisamente sus amigas. Pero ambas se sorprendieron cuando él mismo le pidió a Steve que las hiciera entrar en la habitación cuando supo que ellas habían ido.

Tony estaba llevando las cosas... a un ritmo adecuado. El primer día casi no habló después de la charla que tuvo con Steve, pero parecía estar recuperando su humor de siempre; aunque claro, ninguno le presionaba.

Aunque Steve no iba a llegar mas lejos de las caricias que le estaba dando a Tony, se sobresaltó al sentir como la puerta se abría y ver a Pepper entrar a la habitación. La pelirroja alzó las cejas en su dirección, preguntando acerca de si les daba unos minutos a solas.

—Seria magnifico

—No será necesario.

Aunque ambos hombres hablaron al mismo tiempo, se sabía cuál era la respuesta de cada quien. Steve se levantó de la cama sin querer verse demasiado brusco y sin querer que Tony lo tomara a mal, cosa que el genio no hizo, sabiendo que Steve se estaba esforzando más de la cuenta.

De todas formas Potts parecía querer decirle algo al rubio, y no habría cumplido lo de darles unos minutos.

—Deberías tomar un respiro, —le dijo ella de la nada — te ves algo cansado. Quizás ir al jardín de abajo y sentarte en uno de los bancos, es un jardín muy bonito.

Ambos hombres la miraron luego de esas palabras, era notorio que ocultaba alguna otra intención más allá de que él tomara un respiro.

—No se si...

El secreto de tus ojos (STONY)Where stories live. Discover now