2. La desgracia

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Los tres amigos reían mientras el omega se retorcía entre los brazos del rubio. Este le hacía cosquillas al pelirrojo, sus pequeños ojitos se cerraban, mientras que sus mejillas estaban rojas de tanto reír.

Ver al hermoso omega les hacía el día, pues su sonrisa era contagiosa al igual que su risa. Su presencia era agradable para cualquiera, pues su olor a frutos rojos cautivaba a todo el que lo rodeaba.

— ¡Ji-jiminnie, para por favor! — rogó el omega entre risas — ¡Me voy a hacer pi-pipí!

— Parare si Hobi me da un besito aquí — señaló su mejilla con una sonrisa, haciendo que sus ojos se achicaran.

Hobi se acercó a su mejilla, dando un pequeño beso que puso al alfa muy contento, parando de hacerle cosquillas para dar besos en el cuello del omega.

El par le miraba con celos, así que decidieron acercase al omega, imitando la acción del rubio, causando pequeñas risas del omega. Después mimos de los alfas hacia el omega, optaron por alejarse de ahí y llevar al omega a su hogar por caballerosidad.

HoSeok daba saltitos, muy por delante de los alfas, mientras el trío hablaba de cosas triviales. El omega se detuvo, y los tres chicos le miraron confundidos por detenerse así de la nada.

— ¿Hobi? — preguntó JiMin, acercándose al omega.

El susodicho cayó en los brazos del rubio, y el par se acercó a ellos preocupado.

— ¿HoSeok? — el rubio trató de reincorporar al menor.

HoSeok se puso de pie con dificultad, sus mayores ayudándolo a no caerse. TaeHyung iba a preguntar por su estado pero se calló al percibir el fuerte aroma de frutos rojos.

HoSeok había entrado en celo.

Los tres comenzaron a correr, JungKook cargando al omega, ya que era el más fuerte de los tres. Su aroma se iba intensificando y ellos trataban de pensar en otra cosa para no descontrolarse y pasarse de listos con él.

Los cuatro entraron a un callejón, ya que el hogar del omega estaba muy lejos de ahí y tardarían demasiado en llegar. TaeHyung busco supresores en la mochila del omega mientras JungKook caminaba en círculos, sin saber que hacer, tratando de mantener su mente despejada. Y JiMin era el que mas la pasaba mal, pues tenía al omega aún lado.

— ¿Lo encontraste? — preguntó desesperado el rubio.

— No hay, la caja está vacía — respondió el castaño.

JungKook maldijo en voz alta, pasando sus manos por su rostro como un intento de tranquilizarse. TaeHyung se asomo, regresando su vista a los chicos.

— Será mejor que vaya por supresores...

— ¿Y en dónde? No hay ninguna enfermería cerca — el azabache subió el tono de voz, apretando sus manos.

Pronto un pelimorado entró al callejón, cubriendo su nariz por las fuertes feromonas que emanaba el pelirrojo. Era el hermano de HoSeok y el trío suspiro aliviado al verlo, pues seguramente sabría que hacer.

— No se que hacer, Hobi se estaba tardando demasiado y solo vine a buscarlo — murmuró el pelimorado.

JungKook suspiro hastiado, moviendo su pie ansioso, pues las feromonas del omega cada vez aumentaban y él se estaba volviendo loco.

Cerca de ahí, unos alfas hablaban de negocios y cosas sin importancia mientras su conductor tarareaba la canción que se escuchaba por la radio, manejando con tranquilidad hasta que la camioneta se detuvo de golpe.

— ¿Qué sucede? — preguntó confundido el alfa pálido al no sentir la camioneta en movimiento.

— La gasolina se acabó — el conductor suspiro, ya que había olvidado la gasolina de repuesto.

Jin rodó los ojos, recargando su mejilla en la palma de su mano, mirando al pelinegro, esperando por una respuesta que resolviera el problema.

— Supongo que tendrás que ir a buscar una gasolinera SooBin.

El beta asintió cansado, saliendo de la camioneta para comenzar a correr y no hacer esperar a los alfas.

— Saldré por un momento, aquí hace calor — murmuró el pelirrosado para salir de la camioneta.

El pálido salió por igual, poniéndose aún lado del mayor, recargando su espalda en la camioneta. Pronto, algo llamó su atención, era un dulce aroma, un fuerte aroma que lo incitaba.

Jin lo miró extrañado al ver como se alejaba, pero comprendió al olfatear el mismo aroma, yendo detrás del bajo.

— ¡¿Entonces que mierda vamos a hacer?! ¡Me estoy volviendo loco aquí! — se escuchó.

YoonGi asomo su cabeza al callejón, alzando su ceja al ver un omega entre cuatro alfas, que se movían en círculos inquietos y desesperados. Mordió su labio al mirar al chico de piel aperlada en el suelo, jadeante, su pecho subía y bajaba, el sudor se escurría por su frente, sus mejillas estaban coloradas y sus ojos cerrados.

Ahora sabía cuál era la fuente del aroma. Era HoSeok, el pequeño omega que meses atrás había conocido en una tienda de música. Tuvieron una charla agradable e intercambiaron números. HoSeok le confesó que cuando cumpliera los 17, dejaría que YoonGi lo proclamará como suyo.

Y Jin, el solo miraba atento al omega, pues era atractivo y su aroma también.

Y....todo se descontroló en un par de minutos, cuando HoSeok llegó al punto más alto de su celo y desprendió feromonas sexuales, llamando la atención de los seis alfas que se encontraban alrededor suyo.

Ahí fue, donde ocurrió la desgracia.

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Alfas [BTS x HoSeok]Where stories live. Discover now