CAPITULO 5 ↕ CELOS ↕

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Maratón 1/4

↕ CELOS ↕

James

¿Quién cojones es este? ¿Y por qué carajos estaba hablando con mi chica?

El nuevo me veía a los ojos sin miedo, ni interés, y para colmar mi paciencia comía uno de los panecillos de Mery, ¡lo saboreaba delante de mis jodidos ojos!

─ Ehm, James, te presento a Jake, lo conocí hoy en la clase de la señorita Girlson─ por más que quisiera prestarle atención, en estos momentos mi mente solo se gravo el nombre del imbécil ─ Jake, él es James....mi mejor amigo.

─ Un gusto James, espero que podamos ser amigos ─ por la mirada tranquila de Mery, pude deducir con facilidad que no logró notar la mirada y la forma en la que me lo dijo, la sonrisa maliciosa era lo que más le delataba ante mi presencia.

Pero que cabrón

Seguí de largo, no iba a responder a sus ridiculeces. Tome del brazo a Clara y jale con fuerza, me importaba muy poco el dañarla nuevamente, ella sabia perfectamente que hablar con otros, traía sus consecuencias. Seguí caminando pero me detuve porque no sentía a mi amiga detrás de nosotros.

─ Mery vámonos, te acompañare a tu clase pero tengo que irme con Clara─ me miraba preocupada.

─ James.....

─ Por favor vamos, no empeores las cosas

─ Iré con Jake, tengo que indicarle las clases que faltan─ se encoje de hombros ─ a la salida iré a tu departamento.

Carajo

─ Como quieras

Yo tomo mi dirección junto a Clara hacia la puerta que conducía a los estacionamientos. Gire mi rostro para verla, su rostro desencajado del dolor era notorio ante cualquiera que la viera al pasar. El jep negro relucía entre los demás, recientemente lo llevé al lavado profesional, hace unos días. Abrí la puerta del copiloto y metí a jalones a Clara, no le grité nada, no tenía ganas en este momento, además de que si hacíamos más ruido, probablemente no nos dejarían salir en paz, porque se supone que el guardia dormía su siesta antes de las doce, y nos daba tiempo a que o notara nuestras salidas espontaneas.

Rodeé el coche, entre y arranque de inmediato, saliendo del establecimiento conduje en dirección a mi hogar, solo faltaban unas cuantas cuadras, pero el trafico le hacía ver aún más largo y por ende más estresante.

Frote mi frente a causa de los molestos ruidos de los bocinazos de los demás conductores. Me palpitaba la cabeza.

Joder

─ James tienes que escucharme, no lo...─ levanto mi única mano libre y le hago callar su absurdo discurso de que no era su culpa. Ya me hartaba.

─ Cállate

─ Pero James....

─ ¡Te dije que te calles! ─ vociferé y con eso se mantuvo callada todo el camino al departamento.

En cuanto llegamos al estacionamiento del edificio, salí echando un portazo a mi auto, no espere a que bajara con su santa gana, la tome del brazo sin delicadeza alguna. Subimos por las gradas de emergencia hasta el primer piso y de ahí nos metimos al ascensor, le solté, cruce mis brazos mirado las puertas a la espera de que se abran de una vez por todas. Mire las manecillas de mi reloj con la B en medio, faltaba poco para que sea la una de la tarde.

Obsesión Crecienteحيث تعيش القصص. اكتشف الآن