CAPITULO 2 ↕UNA VERDADERA AMIGA↕

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↕UNA VERDADERA AMIGA↕


─ Apresúrate, se nos hace tarde

─ ¿Qué hora ya es?

─ Ya son las....

Me fije en el reloj que se encontraba colgado en la parte derecha de los ventanales, sus manecillas se movían marcando la hora exacta.

07:30 am

─ Nos queda quince minutos para llegar.

─ ¿Pasaremos por Mery? ─ dice. Su cabello lo traía suelto, mojado, por el baño que nos dimos, el mío, al igual que el de ella lo traía libre sin ninguna pasada con la peineta.

─Avísale que ya estamos cerca─ ella solo asintió sacando el celular de su cartera, supongo que le marcaria ahora mismo.

Puse el código en mi puerta, no quería que alguien robara mi tarjeta y venga a abrir mi departamento como si nada, no confiaba del todo en a los guardias del primer piso, así que hice poner seguridad propia en mi piso, yo era el único que sabía la contraseña de seis dígitos, aunque sé que no pasaría mucho gracias a la terquedad e insistencia de Clara, ambos caminamos en dirección al ascensor, y por lo que veo ella logro comunicarse con Mery.

─Sí.

....

─Estaremos dentro de quince minutos.

....

La risa que soltó fue llamativa, pero no como para causar un escandalo

─Tranquila, te aseguro que él se encargara.

Se puso a revisar las cosas que había en su bolso, me sorprendía que le entrara toda clase de cosas en ese bolso, o a los otros que tenía en su casa. Mery al igual que yo, prefería las mochilas, a mi parecer eran más fáciles, y más útiles, pero lo dejaba pasar, lo que nunca me gusto fue su hora de elegir las tallas del uniforme de la escuela, su falda era algo que me molestaba a diario, su camisa que peor aún era entallado a tal punto que hacia parecer que en cualquier momento los botones reventarían y soltaría su gran busto al aire solo siendo cubierto por el sostén de encaje negro que se puso hoy.

A pesar de exigirle que se cambiara el uniforme, nunca me hacía caso.

Su manera sensual de caminar atraía a muchos hombres, y aunque esa fue una de las razones por la que estoy con ella, me tentaba, su cuerpo lo hacía. No iba a negarlo, era hermosa y sensual, su cabello rubio destacaba al igual que sus ojos color esmeralda que tenía un brillo que destilaba picardía y travesuras.

No podía resistirlo.

Mucha tentación que no estaba dispuesto a aguantar.

Apenas entramos en el ascensor la acorrale contra la gran pared de espejo, y sin que se lo esperase la bese, no era tierno, ninguno de los lo éramos. Rodee su cuello con una mano haciendo una leve presión sin causarle un daño extremo pero lo suficiente para excitarla, me lo demostró con el gemido fuerte que salió de entre sus labios al momento de respirar el aire que nos faltaba por el salvaje beso. Con la otra mano recorría su cuerpo bien definido, sus caderas anchas y un trasero firme a causa de largas horas en el gimnasio aunque sabía perfectamente que se había hecho una cirugía en esa parte, como también en la parte de sus pechos que eran de un tamaño igual al de un par de melones gigantes.

Firmes y blandos.

A pesar de no ser del todo reales, le beneficiaba en todo, y ella sabía que solo yo podía tomarlos con mis manos, solo yo podía hacer lo que se me plazca con ellos como en este momento.

Obsesión CrecienteWhere stories live. Discover now