T R E 🌵 C E

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–Ugh... no encuentro nada y ya me estoy desesperando– gruño Hoseok tirándose a su cama frustrado.

Suspiro y observo el techo de su habitación, estaba pensando en muchas cosas, pero regresaba a lo mismo: Taehyung.

La estadía del castaño en su casa le estaba haciendo mal, ya se estaba acostumbrando a las atenciones que Kim tenia con él, a su deliciosa comida, las conversaciones cortas ya no le bastaban, quería más y no entendía el cambió. Oh bueno, que no quisiera entenderlo era otra cosa. Odiaba al alfa. Lo detestaba por hacer que todo en él se descontrolara, por hacer que cada vez sea más difícil el no tenerlo cerca y suspirar por la ausencia de su delicioso aroma, por querer caer en lo más bajo de su instinto y volverse el omega más sumiso del planeta, sólo por y para él. Adorarlo como el único rey de su vida, amarlo hasta el último de sus días y darle todo lo que quisiera, porque sentía que podía atravesar cielo, mar y tierra si es que Taehyung se lo pedía. Y por eso lo odiaba... lo odiaba por haberlo hecho amarlo con locura y desenfreno.

–¡Agh te odio, te odio Kim!– chillaba Jung haciendo una rabieta en su cama, con las mejillas rojas y el corazón acelerado.

Su berrinche no duro mucho pues el pecho le dolió y el aire le falto por escasos segundos, su lobo quiso salir para ir en busca de su pareja y la marca le ardió.

Sentía mucho dolor, pero no era suyo... no completamente.

Sus ojos se cerraron y ya no supo nada, pues la inconsciencia lo había arrastrado a un abismo profundo de oscuridad.

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–El romper un lazo no es cosa fácil chicos– comenzó la beta– primero lo que hay que saber, es que, tienes que dar algo a cambió para recibir la libertad de ambos– la mujer bebió té– por ejemplo, si la persona con la que te emparejaste esta preñada, ese hijo, es como una ofrenda, es el sacrificio que les toca dar para que el lazo se rompa para siempre, es un método cruel, pero es el más eficiente y... el más tomado por las personas– la peli-negra suspiro.

Mientras que Taehyung y Jungkook estaban impactados, la información había sido bastante fuerte, pues ninguno de los dos se imaginaban haciendo algo así, el instinto de ambos se había puesto en alerta, Jeon llevando sus manos a su vintre vacío como un acto de reflejo.

–Entonces yo no~– la bruja lo interrumpió.

–Aun no he terminado– le observó seria, continuó– esa no es la única manera para otras parejas, hay más alternativas, pero tu caso es especial Taehyung, tu eres un lobo destinado y el único camino para ellos son la muerte de alguno de las dos partes– sentenció sin dejar su seria expresión, ambos jóvenes abriendo grande los ojos.
–Tae...– murmuró el menor sintiendo como su pecho se contraía en angustia y miedo.

Por otro lado, Taehyung trago en secó y pensó en una sola persona: Hoseok. Él jamás podría imaginar a su amado inerte, helado y sin el hermoso brillo de sus ojos, no pensaba en arrebatarle aquel privilegio, de solo escuchar "muerte" y "Hoseok" en una oración le hacia sufrir, su lobo desgarraba su pecho por aquello queriendo salir para ir con su pareja. No, Taehyung esta muy seguro de la decisión que tomaría, además, no era tan egoísta como para hacer eso, no podría soportarlo, pues estaba irrevocablemente enamorado de ese omega. Por él, solo por ese hermoso y difícil lobo sacrificaría su vida y lo liberaría de aquel destino que el omega no deseaba.

–Esta bien– aquellas palabras se deslizaron de sus labios con tranquilidad, causando que Jungkook le volteara a ver con horror e incredulidad– seré yo quien de esa ofrenda, Kyo.

La mujer observo por escasos segundos al alfa y no encontró rastros de duda o broma. Sinceridad y seguridad eran lo que sus negros orbes podían apreciar del joven muchacho. Un noble y fiel corazón, un alfa que estaba dispuesto a todo por la otra persona y por primera vez en su larga vida no quiso aceptar el trabajo. Pero no tenía por que interponerse.

–Bien. Te espero aquí dentro de dos días, pues la luna estará perfecta para esa noche, tienes que traer a la otra persona con quien te uniste y un lazo rojo...– la mujer estaba seria y de brazos cruzados– yo... yo no cobraré nada por este servicio...– murmuró desviando la mirada.

–Gracias Kyo. Te veo dentro de dos días– y el castaño tomó a su amigo de la muñeca para salir de ahí, Jungkook aún no podía asimilar lo que estaba pasando y en lo que Kim estaba pensando.

Él no podía aceptarlo. No quería.




🌵C o n t i n u a r a.

That's what destiny wanted •Vhope•Where stories live. Discover now