[Fᴇᴇᴅ ᴍᴇ ғᴏᴏᴅ ᴡʜɪʟᴇ ɪ ᴡᴀᴛᴄʜ sᴘᴏʀᴛs]

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—Abre la boca, di "Ah"

Jimin rió ante la ocurrencia del menor y como este siempre lo cuidaba a la hora de comer. Al final de todo había conseguido lo que tanto había querido. Cuando Jungkook no pudo soportar más las burlas de parte de sus amigos, simplemente decidió que de un solo tirón le quitaría el celular al rubio y después de largos berrinches y jaloneos, finalmente se dio por vencido. Con el fin de evitar seguir escuchando sus quejas lo llevó a una heladería que se encontraba cerca de su vivienda y he aquí justo donde se encontraban ahora, en la sala del departamento del pelinegro mientras veían alguna película a la cual ni siquiera le estaban prestando atención.

—¡Te he dicho que no! ¿Por qué mezclas el helado como si fuera una sopa? – Jimin expresó enojado tirando un suave almohadazo en dirección a su amigo, quien por suerte no botó al piso el pote de helado que se encontraba en sus manos.

—No empieces otra vez... –Jungkook susurró cansado de su actitud y volvió a acercarle la cuchara a la boca con el fin de que este probara al menos un poco del lácteo. Si bien no le gustaba mucho el helado, tampoco podía quejarse del sabor.—Anda, vamos, ¿Cómo sabrás que está rico si nunca lo pruebas?

Park volvió a alejarse por inercia una vez más y lo miró con el ceño fruncido.

—Simple, jamás he probado mierda y sé que no me gusta.

Las carcajadas de ambos chicos resonaron por toda la sala, tornando poco a poco el ambiente a uno más relajado.

—Bien, tú ganas pero solo dale una oportunidad, va a gustarte— No terminó de hablar ya que fue interrumpido por un rubio aparentemente molesto.

—¡He dicho que no! Encima se te ocurre comprar helado de mango. –Jimin formó un pequeño puchero con sus labios y cruzó sus brazos de inmediato a modo de resignación.

Él de verdad amaba el helado, siempre y cuando no sea de ese sabor, le apenaba el hecho de que se tenga que desperdiciar de esa manera pero Jungkook sabía que odiaba el mango, Jimin estaba completamente seguro que el pelinegro lo había comprado a propósito, quizá era algún tipo de venganza por haberlo avergonzado frente a los demás

—Minnie, ¿Y qué se supone que voy a hacer con cinco litros? –El menor volvió a meter la pequeña cuchara en su boca degustando una vez más del dulce sabor. —Sabes que no soy muy fan del helado, lo he comprado exclusivamente para ti. –comentó sarcástico.

—¡De mango! –Park alzó la voz exasperado.

El rubio volvió a tirarle otro almohadazo, solo que esta vez aplicó más fuerza de lo que hubiera querido, se le había pasado la mano. Esto causó que el helado cayera directamente sobre la polera blanca de su compañero estropeándola de inmediato, fue ahí cuando se dio cuenta de que la había cagado por completo, lo confirmó cuando de repente las risas se acabaron y escuchó un pequeño gruñido por parte de su amigo.

Oh, maldita sea, Jungkook va a matarme. Pensó.

—Tienes que estar jodiéndome, Park Jimin. –Su tono de voz sonó más ronco de lo normal.

Vaya que estaba enojado.

—K-Kookie...yo no quería, lo s-siento mucho. –El cuerpo de Jimin se tensó de pronto, había ido demasiado. Jeon para nada se veía contento, el rubio alzó la mirada para esperar alguna llamada de atención de su parte pero no recibió nada como respuesta. Park se sintió observado por los oscuros ojos de su amigo; su ceño se encontraba fruncido en una expresión molesta mientras hacía el vago intento por quitar la gran mancha que se encontraba impregnada en su ropa. —Y-Yo solo estaba jugando, era u-una broma y—

—¿Una broma? –habló fingiendo estar calmado desde su sitio. —¿Cuál es la maldita gracia?

Jimin volvió a darle una pequeña mirada al menor y aunque jamás había sido alguien bueno para poder controlar sus emociones, no quería llorar por la situación pero justo ahora se sentía muy susceptible. Sintió sus ojos picar y en un acto desesperado por tallar sus párpados, unas cuantas lagrimitas se aproximaron sobre sus ojos. Su pequeña nariz de botón se tornó intensamente de color rojo y los suaves hipidos empezaban a resonar en la sala. Este comportamiento poco usual alarmó mucho a Jungkook quien alterado al ver el rostro del más bajo, mandó muy a la mierda su enojo. El pelinegro se sintió ansioso por acercarse hacia el rubio y envolver su cuerpo en sus brazos para intentar calmar sus sollozos.

—Hey, Minnie, mírame...–Jeon vociferó inquieto en su sitio y sin pensarlo un segundo más, se acercó hasta el rubio para acunar su rostro entre sus manos con el fin de que lo escuchara con atención —No debí reaccionar así, no fue tu culpa.

—E-Estabas molesto y... –Las mejillas del rubio empezaron a humedecerse cada vez más. —Jungkook, y-yo no quiero que te e-enojes conmigo. –Sus palabras salieron entrecortadas por el llanto.

—No, no estoy enojado contigo, lo de la cita me ha tenido algo estresado y yo... Perdóname, no debí desquitarme contigo. –susurró mientras lo miraba directamente a los ojos con preocupación, Jeon podía sentir como el mayor se desmoronaba entre sus manos, y eso hacía que empezara a odiar el hecho de ser el causante de sus lágrimas. Sus dedos limpiaron con delicadeza los párpados del rubio y un suave "Mhm" emitido por parte de Jimin le permitió rodear su fina cintura con sus brazos para apegarlo aún más a su cuerpo en un cálido abrazo.

Se mantuvieron así por un largo tiempo o al menos hasta que sus cuerpos se lo permitieron, tras ello Jeon tomó sus pequeñas manos y las unió, las mejillas del rubio se empezaron a sonrojar ante la inesperada acción, no sabía lo que iba a hacer hasta que sintió como estas eran llevadas con suavidad hasta los labios del contrario donde este les dio un corto beso. Los grandes ojos de Jungkook lo miraron como un indefenso cachorro, se veían tan arrepentidos.

Park juró que cualquiera que entrara al lugar podía escuchar desde ya los fuertes latidos de su corazón; ante los ojos de Jeon, Jimin seguía viéndose igual de vulnerable desde la primera vez que lo conoció. Un suave sonrojo se asomó por sus mejillas y la sonrisa estúpida de enamorado no pasó desapercibida por el pelinegro. —Uh, pero mira qué lindo te ves cuando sonríes. –Jeon acarició suavemente sus mechones rubios y besó su frente con cuidado.

Este momento tan íntimo y la poca distancia que separaba sus rostros, tenían a Jimin cautivado quien sin más tiempo que perder, con un pequeño impulso de su parte, ambos terminaron juntando sus bocas, sus labios presionaron los contrarios, quienes no quisieron ceder al inicio pero después terminaron aceptando el beso, sus labios por alguna razón, lograron conectarse en una sincronización perfecta. De un momento a otro, sus belfos se encontraban lo bastante abiertos, la pequeña mano del rubio tomó con posesión aquel blanquecino cuello y lo acercó aún más con el fin de intensificar el beso. Jeon cerró sus ojos solo por un momento dejándose llevar entre la combinación de sus bocas hasta que un leve gemido por parte del rubio lo alteró e hizo que regresara de vuelta a la realidad.

—No, no... –Jungkook fue soltando su agarre y posó una de sus manos en las mejillas del rubio rompiendo completamente el beso. —Esto no está bien y yo, yo no soy como tú...

Park, aún con más confusión sobre el repentino cambio, carraspeó sutilmente.

—¿Como yo?¿A qué te refieres? –Sus ojos se abrieron esperando que por favor el pelinegro no dijera alguna tontería como de costumbre.

—Ya sabes, trolo... Eso no va conmigo per—

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《I'ᴍ ʏᴇʀ ᴅᴀᴅ》국민 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧]ᵃᵘTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon