XI

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Irina entró a su habitación, no sin antes percatarse que la habitación frente a la suya ahora estaba usándose.

"Marygold" decía en letra gorda en un color rosa vibrante, con brillos.

- Ridículo...- pensó para cerrar la puerta tras ella. Su habitación estaba impecable...a pesar de sus estrictas órdenes de que nadie entre allí... obviamente no hicieron caso. Pero estaba bastante tranquila, guardó muy bien sus objetos privados.

- Así que hermana, eh?- pensó lanzándose a la cama boca arriba. Sonrió cínica, su mente empezó a lanzarle buenísimas ideas para un futuro muy próximo.

El arte de hacer bromas era muy habitual cuando trabajaba con Caylus y Fox, tener una víctima en particular hacía de esto una actividad más que prometedora y divertida.

- Mañana mismo...comienza el juego- río y se propuso dormir.

Marygold salió de su habitación muy feliz, estaba de bastante buen humor ese día...hasta que sintió que piso algo.

Miró el suelo y se encontró con pegamento, de esos que usan los zapateros.

- Ay no...- había arruinado sus zapatillas de tela. Tendría que cambiarse y así lo hizo. Le restó total importancia a lo ocurrido... tal vez fue Fox o Caylus y no era tan terrible tampoco.

- ¡Buenos días!- dijo amablemente a la cocinera y esta la saludó de la misma forma dejando el desayuno sobre la mesa.

- Muchas gracias- dijo con una gran sonrisa, amaba la comida y le gustaba todo lo que le servían. Trataba de ser lo más agradecida posible puesto que a pesar de su relación con la familia Siderov, ella gozaba de una buena calidad de vida, por no decir excelente... sólo le faltaba un poco de paz mental pero confiaba en que se acostumbraría con el tiempo.

Empezó a comer los pastelillos con emoción acompañando con un jugo de naranja natural. Seguidamente fue a enlistarse para la escuela (ella se levantaba muy temprano, una costumbre traída del orfanato y tenía bastante tiempo para prepararse).

Una vez hubo terminado, tomó su mochila y salió de la mansión. Hace algunos meses hubiera esperado a Fox o a Caylus para ir al colegio pero ahora...se sentía mejor yendo por su cuenta.

Subió al auto, saludó amablemente al chofer de la familia, quien ya conocía la nueva rutina de la muchacha de ir mucho más temprano añl colegio. En general Marygold caía bastante bien a los empleados de la mansión, ella siempre estaba presta a ayudar en lo que sea.

Por el camino sintió dolor de estómago, pero lo ignoró. Supuso que fue por dormir con el aire acondicionado encendido. La próxima se cuidaría más.

Durante las clases no pudo evitar sentirse cada vez peor hasta que no tuvo más opción que pedir permiso para ir al baño. Se apresuró por el pasillo, justo había tocado el recreo, para su mala suerte.

Sentía que su estómago saldría por su boca y entonces... Sintió que algo la hizo tropezar. Volteó tan rápido como le permitieron sus ojos y pudo visualizar a su hermana mientras caía al piso.

Entonces pasó... todo lo que estaba en su estómago ahora estaba saliendo y cayendo al piso. Los demás estudiantes la observaron con asco y una vez hubo terminado tan desagradable escena algunos murmuraban, otros reían, otros sacaban fotos.

Marygold abrió los ojos como platos y sintió una humillación tal que no podía siquiera moverse. Y entonces...sintió que alguien la levantó con fuerza tomándola del codo. Era Caylus...

- Será mejor que vayas al baño y después a la enfermería- dijo serio y también molesto. Esta no podía moverse de la vergüenza pero hizo su máximo esfuerzo. Quería llorar.

Los siguientes días escuchaba todo tipo de rumores acerca de ella, así como apodos que le ponían. Estaba muy abrumada y sólo quería que todo olviden ese episodio, no podía evitar que le afecte demasiado y llorar por ello en su habitación por las noches.

Resolvió no decirle nada a nadie tampoco a su padre a pesar de la insistencia de este que había notado un cambio de humor increíble en su hija...que pasó de ser muy alegre a estar apagada y callada.

Desde el "sector VIP" de la escuela Irina, Fox, Caylus y Adrik observaban a Marygold mientras notaban las miradas despectivas o mofándose de ella entre susurros.

- Jajaja vaya vaya, quien diría que un estómago débil podría causar tantos problemas en la vida de alguien- dijo Irina con sorna.

- Oh vamos, creen que esté...?- dijo divertido Fox

- No, por supuesto que no. Es decir, quién se metería con esa mojigata? Sería sumamente humillante.- Irina prosiguió a tomar su refresco.

- Oye...Irina- dijo con total seriedad Caylus. La miró inquisitivo, no dudaba ni por un segundo de que su prima estuviera involucrada en todo ese problemón y temía por lo tétrico de la situación que la mente de su prima bailara en cuerda floja si esto era cierto- di la verdad. Aquí entre nosotros- sonrió para aligerar la tensión y obtener una respuesta correcta. No podía permitir que Irina sospechara de él. Después de todo, la diplomacia reinante en la familia recorría la sangre de ambos, y por más unidos que fueran jamás harían una pijamada sin dejar un ojo abierto.

- Primo, ¿No crees divertida la broma?- arqueó una ceja con una sonrisa cínica. Estaba claro, fue ella.

- Prima, creo que deberías bajar unos cuantos niveles.- dijo normalmente.

- ¿estás diciendo que mi broma no fue buena?- con fastidio.

- Te mostraré cómo hacer una broma.- sonríe.

- ¿Eh??? ¡Oigan, no me vayan a excluir de esto!!!- dice Fox en un puchero. Adrik sólo observa apesadumbrado la conversación.

Pasaron más días para que todos olvidaran el incidente del vómito, Marygold ya podía respirar con más tranquilidad y recuperar un poco de su buen humor.

No sabía aun lo que le esperaba.

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⏰ Última actualización: Apr 20, 2020 ⏰

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