☆ EPISODIO 6 ☆

1.5K 97 9
                                    

"Métodos para pedir una cita"

— Que nervios. — Decía una diamante de luz resplandeciente con cierta emoción.

— Bien le enseñamos todo lo que sabíamos a Spinela para poder pedirle una cita a Steven — Habló la diamante de color de oro.

— Espero resulte. — Añadió una diamante de cabello cielo.

• Opening:

— Gracias Steven, tu ayuda nos hacía falta. — mencionó Lápiz que levemente volaba.

— No hay de que agradecer, siempre contaran con mi ayuda. — Asintió mientras daba unas de sus resplandecientes sonrisas.

— ¿Vendrás mañana para continuar, la reparación? — Interrumpió un pequeña gema verde, Peridot.

⭐⭐⭐


— Tra-Tranquila Spinela, céntrate. — Se decía a sí misma mientras se daba pequeñas palmadas en sus sonrojadas mejillas.

— Solo recuerda todo lo aprendido, será sencillo, solo necesito ocupar la manera correcta.

— Vaya, parece que utilizara mi método. — Hablo diamante amarillo.

Narra Steven:

Me encontraba hablando con Peridot sobre algunos asuntos hasta que pude lograr ver a Spinela acercarse con un caminar muy digno de ella. No esperaba volver a verla tan pronto, pero no voy a quejarme, ya que gracias a ella volví a sentirme bien conmigo mismo. Cuando ella llegó hacia nosotros, de la nada detuvo su caminar y se quedó completamente quieta, como si se hubiera congelado en ese mismo instante. También pude notar que estaba muy sonrojada ¿Me pregunto porque?

— Oh, hola Spinela, que te trae por aquí? — La salude con una sonrisa.

Pero Spinela en vez de contestarme, solo comenzó a temblar como una gelatina hasta finalmente caer desmayada, lo cual me pareció muy...raro. Pero bueno, es Spinela.

— Espera...pero qué fue eso!, así no se supone que tenía que salir el plan, parece más bien algo que planearía Azul.

— OYE!

⭐⭐⭐


En estos últimos días, Spinela ha intentado de diferentes maneras querer llamar mi atención, pero al final, o no salen bien, o se termina desmayando por el nerviosismo.

— ¡Por mis estrellas!, está usando mi método. — Dijo diamante blanco.

— ... ¿Eh? — No tenía ni putísima idea de porque Spinela estaba pasándome una gran sonrisa temblorosa, junto con un moño adornando su cabeza.

¿Acaso esto es una especie broma?

— ¡Es más adorable de lo que esperaba! — Hablo diamante blanco bastante enternecida por Spinela.

— Parece que querías apelar su ternura con esta estrategia ¿No es así? — Dijo Amarillo mirando a Blanco con una sonrisa.

— ¿Eh? Spinela...qué bicho te picó? — Pregunté.

— Vaya, parece que está funcionando, ¿cuál es el siguiente paso, Blanco? — Preguntó Diamante Amarillo.

— Es simple, veras...

De repente, Blanco simplemente se quedo callada.

— Em Blanco...Si recordaste hacer un segundo paso, ¿verdad?

Esto era simplemente incómodo, así que decidí inventar una excusa para escapar de esta situación.

— Bueno, siempre es placer verte. — Lo decía mientras empezaba a alejarme. — Tengo algunas cosas que hacer por haya, si necesitas algo me avisas, nos vemos.

Spinela al igual que Blanco se quedaron paralizadas, ¿como pudieron ser tan tontas?

— Pudimos crear un imperio que perduró por miles de años ¿pero no podemos juntar a estos dos? — Amarillo comenzó a frustrarse.

— Yo no pondría al imperio como un buen ejemplo sabes... — Recito Azul antes de ser interrumpida por su hermana.

— ¡Esperen! Spinela sigue de pie, no se a desmayado. 

Y precisamente Spinela se encontraba con los ánimos al suelo, pero ya no lo soporto más,  así que se dejó de tonterías. Se quitó ese ridículo moño y formó una trompeta con su mano izquierda para llamar nuevamente la atención del híbrido con su estruendoso sonido. Funciono.

— Oh, L-lo siento...creo que me pase... — Habló la gema. — Muy ruidoso verdad. — Se sujetó el brazo izquierdo por la vergüenza.

— Creo que un poco sí... — Decía mientras aún escuchaba un pequeño pitido en mi cabeza.

— Sé que te estarás preguntando qué es lo me pasa hoy. 

— Pues si ¿todo esta bien? 

— La verdad es que no... He tenido este problema recientemente, me hace actuar extraño, no entiendo de donde nace, o porque me pasa. — Recito la gema rosa.

— Lo único que entiendo es que no me deja de dar vueltas en la cabeza y - y para ser sincera...Esta sensación me confunde pero a la vez me agrada...No creo que tenga cura. — Se sujetó las mejillas que ya parecían dos tomates. — No creo que sea algo que tu puedas reparar así de fácil, pero... — Puso una mano en el hombro del híbrido y lo miro a los ojos. — Me serviría mucho si saliéramos un día para poder despejarme de estas ideas...

No entendía en qué clase de problema estaba metido Spinela, ya que normalmente ella ignora esas cosas y solo trata de ser feliz a su manera, pero creo que esta era la mejor forma de devolverle el favor que ella me hizo hace unos días.

— Pues si te sirve de ayuda, esta bien. — Respondí con mi típica sonrisa.

— ¡¡¡LO DICES ENSERIO!!! — Grito Spinela mientras sujetaba mis hombros dándome un pequeño sobresalto.

— LO CONSIGUIÓ. — Las Diamantes se sentían orgullosas.

— Esperen, les he querido preguntar algo, ¿creen que nos hayan visto? — Preguntó la mayor de las Diamantes

 — Para nada, estamos bien escondidos. — Respondió la menor.

— Por cierto, una duda, que se supone que están haciendo esas tres? — Decía mientras podía ver la nave de las diamante con una especie de Binocular gigante.

— No tengo idea. — Respondió Spinela igual de confundida.

"Liberarte de tu propia autocrítica es también liberar a otros de ella." 

"Amarte a ti mismo es un acto de amor  hacia el mundo."

• Créditos:

𝕊𝕋𝔼𝕍𝔼ℕ 𝕌ℕ𝕀𝕍𝔼ℝ𝕊𝔼 〖CORRUPTION〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora