Cuando Katie fue Lena

Extra- II

-En Tierra Prime-

Kara se encontraba sola en su departamento, Lena llegaría en cuestión de minutos. Todo debería de quedar perfecto, recuperarían el tiempo que habían perdido el día en que se había ausentado, además de que se sentía culpable por haber besado a su doble sin poder reconocer a su novia. Lena no estaba feliz, pero tampoco podía culparle. Ella había hecho lo mismo con Melissa y Kara lo había entendido.

Estaba terminando de preparar las cosas en la habitación cuando sintió algo en su estómago, una especie de vacío. Poco a poco sus fuerzas fueron disminuyendo, justo como cuando la kriptonita hacia efecto en su cuerpo. Usó su visión, pero no había nada anormal a su alrededor. Cayó de rodillas al suelo, apenas sujetándose de la orilla de la cama, cuando todo se puso negro.

...

Lena había entrado en el departamento con la llave que Kara le había dado unas semanas antes al ver que su novia no atendía la puerta. Se llevó una sorpresa al encontrar a Melissa en medio de la sala. Sabía que no era Kara, su pequeño vientre lo demostraba.

— Mel — dijo con una sonrisa —, ¿a qué debo esta agradable sorpresa?

— Katie... Katie, Chyler y yo estábamos en su departamento y de un momento a otro nos encontramos aquí.

— ¿Katie está contigo? — preguntó curiosa, mirando por todo el lugar.

— Está en la habitación... con bueno, con Kara. Es extraño decir el nombre de mi personaje sabiendo que me refiero a una persona de verdad.

— ¿Con Kara? — Lena levantó una ceja, Melissa se sonrojó.

— Llegamos y escuchamos un ruido ahí, Katie fue a ver. Yo... bueno, tengo que usar el cuarto de baño — el sonrojo en sus mejillas creció.

— Es la puerta blanca — dijo Lena antes de caminar hacia la habitación.

Al entrar, encontró a Katie queriendo realizar una acción casi imposible. Kara estaba en el suelo, bocarriba, y la ojiverde estaba intentando levantarla.

— Eso no funcionará — dijo desde el marco de la puerta.

— Lena... — susurró Katie.

— Ven conmigo — dijo con una sonrisa tensa. No tenía nada en contra de la chica frente a ella, pero no le gustaba pensar en que haría Kara si lo primero que viera al despertar fuera su doble.

Katie se levantó y se detuvo a su lado. Lena abrió el reloj en su muñeca y presionó el botón de emergencia una vez. Los ojos de Kara se abrieron casi al instante y se puso en pie rápidamente. Su respiración estaba agitada. Durante unos segundos pareció desorientada.

— Cariño... —dijo Lena, acercándose lentamente. Katie solo observaba —. Kara, ¿te encuentras bien?

— ¿Qué ha pasado? — dijo, después de sacudir su cabeza rápidamente —. Lena, ¿qué...?

Pero cualquier cosa que tuviera que decir había muerto antes de siquiera poder convertirse en palabras coherentes al ver a no una, sino dos mujeres idénticas frente a ella. Katie sintió sus mejillas arder al ver el azul en los ojos de Kara estar a punto de desaparecer. Lena le miró y arqueó una ceja.

— No, Kara — dijo firmemente.

— Pero... — Kara comenzó, un nudo se formó en su garganta ante la expectación de lo que podía suceder.

— No, Kara — repitió Lena.

— Ustedes son dos — dijo en medio de un suspiro —. Dos, Lena — sus ojos brillaron de la misma forma que la noche anterior, cuando Lena había activado la luz roja en la habitación.