16. Está llena de sorpresas

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Ayer después de la conversación que tuve con mi madre, quedé pensativo y deseoso de aclarar las cosas una vez más. No es que Deisy no me guste, aunque no lo hace de ese modo pese a que es linda, sino que no me siento como sé que debería con ella porque todo es forzado. La quiero, pero no de esa manera.

Lo pensé un rato mientras intentaba concentrarme en vano en mis deberes y por la tarde decidí invitarla a salir. Necesitaba hablar y aclarar el asunto, terminar con ella, pero de nuevo me armó una ridícula escena en la pastelería antes de que yo dijera cualquier cosa porque según ella, además de que no me despedí al retirarme del colegio, tampoco le conté lo que había pasado en la mañana y se enteró por boca de alguien más. Fue una discusión que me dejó en vergüenza delante de muchos y una peor de la que viví con Arya en el instituto, a quien además añadió a su reproche, y me hizo enojar más que se lo permití.

Permanecí callado todo el rato mientras hablaba porque con Deisy no vale la pena discutir; ella no sabe escuchar y yo pierdo el tiempo intentando hacer que entre en razón. Pero aunque no solté palabra, no significa que no me haya enojado con ella.

Se disculpó después de un rato cuando ya cada uno estaba en su casa, pero eso no me ayudaba con mi confusión y ahora ya me empiezo a sentir fastidiado por su insistencia y su facilidad para manejarme, porque sé que no está bien.

—¿Qué pasa? —pregunta confundida, porque rechazo su intención de besarme.

Me detengo y ella también lo hace. No quiero hacerle esto, pero tampoco me lo puedo hacer a mí.

—No quiero hacer eso —explico en un suave tono.

—¿Qué cosa? ¿Por qué? Somos novios.

No.

—Eh... Deisy, ya hemos hablado de esto. Realmente no lo somos y...

—Pe-pero... No quiero seguir hablando de esto. Sé lo que quieres y no puedo. Te... te necesito, Liam, necesito estar contigo. ¿Tú no me quieres, o es que acaso estás con alguien más en la fiesta y por eso no esperabas verme aquí? —cuestiona cabizbaja, aunque su tono cambia con las últimas palabras a uno más duro.

¿Por qué siempre debe tratarse de alguien más?

Suspiro pesadamente. Sé que no es el lugar, pero si tengo la oportunidad, debo aprovecharla si puedo hacer que resulte como espero.

—Eres muy linda, Deisy, muchísimo. Y no es que no te quiera..., sí lo hago, solo que no de la manera que tú quieres. Además, querer a alguien no significa necesitarlo, eso no sería amor.

—No. Lo estás diciendo solo porque te enojaste cuando te reclamé, ¿verdad? Te prometo que no volverá a pasar... ¿O es que te gusta alguien más? ¡Dime! —insiste desesperada, mirándome más molesta que triste ahora.

—No, no es nada de eso —intento explicarle, paciente. La veo a los ojos con sinceridad, armándome de valor y rogando que no haga otra escena—. No es por alguien más, te lo habría dicho de ser el caso, es porque no puedo seguir fingiendo que somos la relación perfecta cuando estamos lejos de serlo ni lastimándote al hacerlo. No podemos seguir, no... no quiero seguir. No funcionamos juntos.

—¿Estás terminando conmigo? —cuestiona recelosa, obviando el resto de mis palabras.

Me muerdo el labio.

¿Cómo le digo esto? ¿Cómo le hago entender algo que ya debería tener claro hace tiempo?

—Es que... jamás empezamos.

Por supuesto, imbécil, esta es la mejor manera.

—Claro que sí, cuando nos besamos aquella vez y... tú también lo querías. ¿No lo querías?

Canela ©حيث تعيش القصص. اكتشف الآن