Annie sonrió tristemente y acercándose, besó a Harry, despacio.

-Había algunas cosas esparcidas alrededor -murmuró Harry después- al parecer los mortífagos revisaron sus cosas y no les interesó lo que había ahí. Creo que... iré a ver si hay algo para.. él.

Annie apretó los labios pero asintió.

-No te tardes demasiado, está por oscurecer -le recordó Annie. Él asintió y besando su mejilla, salió de la tienda.

Sacó su bolso y tomó el libro que Dumbledore le había dejado. Se había quedado en un capítulo de hechizos de protección que esperaba realizar, se veían sumamente fuertes.

Se hizo oscuro y Annie tuvo que prender algunas velas, Harry seguía sin volver. El niño estaba dormido tranquilamente pero se removía entre sueños de vez en cuando.

Annie se mordía el labio preocupada. No sabía cómo harían para alimentar a uno más. Ellos podían estar algunos días con poca comida, pero el niño necesitaba una comida en toda regla. Pero aun así, lo cuidaría con su vida.

El niño comenzó a murmurar. Annie levantó la vista hacia él. Parece que se había despertado. Dejó el libro en la mesa y se acercó.

El niño parpadeaba aturdido mientras se sentaba en la cama. Miró hacia Annie y se alejó rápidamente, asustado. Cuando miró sus ojos, se quedó sin aliento, eran tan parecidos a los de Remus que le entraron ganas de llorar.

-Está bien -dijo Annie con voz suave cuando esos ojos la miraban con miedo y lágrimas acumuladas. Se acercó a paso cuidadoso.

El niño se abrazaba a sí mismo, como protegiéndose. Annie dio otro paso más cerca.

-Yo me llamo Annie -dijo la castaña suavemente. No hubo reacción.- ¿Cómo te llamas?

El niño parecía reacio a responder, pero al final respondió:

-Edward.

-Es un nombre muy lindo -dijo Annie con una pequeña sonrisa.

-¿Dónde están mis papás? -preguntó de repente como si se acordara, ya que parecía a punto de llorar. Annie sintió un nudo en la garganta.

-Ellos.. -murmuró sintiendo las lágrimas acumularse- ellos.. te están cuidando desde otro lugar.

-¡Ellos me tienen que cuidar aquí! -exclamó el niño soltando lágrimas.

-Ellos me pidieron que te cuidara -le dijo intentando algo para que se tranquilizara, le dolía.- Ellos estaban muy ocupados.

-Quiero a mi mamá -exclamó entre hipidos.

-Ella vendrá después, ¿si? -dijo Annie limpiándose las lágrimas- ella me pidió que te cuidara por un tiempo.

El niño seguía llorando pero había asentido. Tal vez, no recordaba lo que había pasado, y Annie creía que era mejor así.

-¿Quieres un abrazo?

Edward se le quedó mirando durante unos segundos, vacilante. Asintió y cuando Annie lo rodeó con sus brazos, se permitió llorar por que su mamá y su papa lo habían dejado solo, y esperaba a que volvieran rápido. Pero aún así, Annie le parecía bonita y amable.

La castaña se mordió el labio y le acarició el cabello al sentir sus estremecimientos y los sollozos. Sus ojos le recordaban tanto a los de Remus que sentía una opresión en el pecho.

Pasos se escucharon fuera de la tienda y Harry apareció cargando con tres mochilas. Parpadeó cuando observó al niño despierto.

-¡Él tiene mi mochila! -exclamó apuntándolo.

-Él fue a buscarla por ti -le dijo Annie acariciando su espalda. El niño sorbió y se talló los ojos.- Él se llama Harry.

-Eh.. ¿hola? -dijo el azabache. Annie quiso reír al ver a Harry sin saber que hacer.

-Él es mi novio -siguió Annie. El niño se separó de ella y abrió la boca en una perfecta "o".

Había dejado de llorar pero en su rostro aún había lágrimas y sus ojos hinchados. Miraba a Harry con los ojos entrecerrados.

-Ten, te traje tu mochila -dijo Harry después del incómodo silencio. Se acercó despacio y se la dio. El niño la tomó, vacilante, para después aferrarla a su pecho.

-Gracias -murmuró por lo bajo. Annie sonrió.

-Iré a hablar con Harry, ¿de acuerdo? ¿Quieres colores y una hoja? Tengo muchos.

Él asintió y Annie fue rápidamente hasta su bolsa. Sacó su cuaderno de dibujo y le dio los primeros lápices que habia tenido. El niño tenía cara de concentración total, al parecer no se decidía por ningún color.

-¿Cómo te fue? -preguntó Annie a Harry besando su mejilla.

-Cubrí a sus padres con hojas y ramas -murmuró Harry por lo bajo.- Revisé y habían dejado esto en unos arbustos.

Ambos abrieron las mochilas. Había agua, comida empaquetada y ropa, principalmente del niño.

-Entonces no llevaban mucho tiempo huyendo -murmuró Annie.

-Al parecer no -concedio Harry.

-Pensé que sería más difícil de tranquilizar -admitió Annie mirándolo- pero es un niño, él le cree a cualquier adulto.

-Entonces que bueno que lo encontré -musitó Harry.

-Se llama Edward. Sus ojos me recuerdan a...

-Remus -completó Harry. Annie asintió tristemente. El azabache la atrajo en un abrazo. Se quedaron abrazados en silencio, mientras el niño dibujaba, con la lengua entre los dientes por la concentración. Tal vez iba a ser bueno dibujando.

-Gracias por la comida -dijo Annie recordando. Harry rio por lo bajo.

-Mi comida, es tú comida -le dijo divertido.

-Me alegra saber eso -rió Annie. Realizó un Tempus no verbal- creo que debería hacer algo de comer.

-Yo lo haré -dijo Harry separándose- tu puedes vigilar por mientras.

Annie tomó su varita y asintió rodando los ojos. Harry rió y la besó rápidamente

-Te amo.

-Yo más -dijo saliendo de la tienda.

Harry decidió dejar la comida de las mochilas para Edward y él comenzó a buscar lo que tenían. Setas.

Las calentó en el sartén y colocó algunas especies para que tomaran algo de sabor. Se sobresaltó cuando escuchó un ruido y se giró rápidamente. Edward había mudado su trabajo a la mesa y lo miraba. Harry se removió incómodo.

-¿Dónde está Annie? -preguntó ladeando su cabeza.

-Volverá pronto -le prometió Harry. Edward frunció el ceño pero asintió y volvió a su hoja y colores.

-Ella es bonita -dijo un tiempo después. Harry parpadeó y lo miró con ojos entrecerrados.

-Sí, lo es.

Edward asintió satisfecho y no dijo nada más. Ese niño era extraño.



buenas madrugadaaas

¿qué dicen? ¿Los sorprendí? gg

Me moría por publicar este cap y no me aguanté hasta en la mañana xd

Annie y las Reliquias de la MuerteWhere stories live. Discover now