XV.

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Intento vanamente abrir los ojos pero siento que mis parpados pesan toneladas, ¡Dios! Ese maldito ruido me desespera, el teléfono repica insistentemente taladrando mi cerebro, no debí haber tomado tanto ayer, me recrimino inútilmente por mi malestar, sin embargo no puedo arrepentirme, sin quererlo se dibuja una sonrisa en mi rostro, disfrute al máximo la última noche en este lugar de ensueño, el ventilador en el techo zumba rítmicamente, volteo a ver a mi izquierda y disfruto ver ese hermoso cuerpo desnudo, ese cabello azul, su piel nívea y esa nalgas que provocan darles una mordida, es todo un espectáculo para la vista, paso mis manos por mi cabeza, aghh ya no lo soporto más.

-"Si... diga" - Decido por fin atender el teléfono irritada por su insistencia.

-"Lauren dime que estas despierta..." - Sabía que era ella, mi asistente no iba a dejarme dormir más de la cuenta.

-"Ajá..." - Mi hermosa acompañante se despierta por el alboroto y me da los buenos días besando mi cuello, recorriendo con sus manos todo mi cuerpo haciendo erizar mi piel a su paso.

-"No me digas que sigues dormida... Lauren no pienso volver a reprogramar tu vuelo, no sabes lo molesto que es..." -Resopla fastidiada. – "Puedes ser la socia fundadora de la empresa pero tienes responsabilidades que cumplir, Dinah anda como loca preguntando a qué hora llegas" - Sus reclamos lejos de enojarme me divierten, la imagino bufando mordiendo con insistencia el lápiz que por lo general reposa en el respaldo de su oreja.

-"Ya cálmate Ally no voy a perder el vuelo" - Busco mi reloj en la mesita de noche. – "¿Se puede saber por qué me llamas a las seis de la mañana si el vuelo sale a las diez?" - Me siento en el borde de la cama, pasando mis manos por mi cabello, no he dormido dos horas seguidas, este ritmo me va a matar un buen día.

-"Porque te conozco bien, debes estar en el aeropuerto tres horas antes"

-"Está bien, dile a la neurótica que el lunes estaré presente en la reunión" - La hermosa azulina me abraza con sus piernas deslizando sus delicadas manos en mi entrepierna, terminando de despertar mis ganas, sus pechos en mi espalda mandan pequeñas cargas eléctricas a mi espina dorsal.

-"Te envío al correo los proyectos pendientes, revísalos" - Ally habla más calmada, mientras intento no empezar a jadear por el teléfono.

-"Ajá... dale un beso a Nolan de mi parte" - Cuelgo el teléfono y doy la vuelta, lanzándola a la cama, besando incesantemente esos labios carnosos, ella muerde levemente mi labio inferior, escrutándome con sus sublimes ojos marrones.

-Y... ¿entonces tenemos tiempo? - Recorre sus manos por mi espalda besando mi cuello con insistencia.

-Depende - Paso mi boca por sus generosos pechos, son un espectáculo para la vista, como me encantan sus pezones rosados y obedientes a mi lengua, desciendo a su plano vientre, muerdo levemente el hueso de la cadera que se le marca de forma tan sexy, se retuerce ante eso, delineo con mis dedos ese pequeño tatuaje de mariposa que tiene en su vientre bajo, me muevo a su centro dejando un rastro de besos por el camino, despertando su piel y sus ganas.

-¿Se puede saber de qué depende? -Me responde con una risa maliciosa mientras juega con mi cabello, levanto mi vista buscando su rostro que ya se encuentra rojo carmesí.

-De si tomamos la ducha juntas. -Sonrió entre sus piernas, continuo presta con mi labor, su carcajada por mi respuesta casi se une al gemido provocado por mi sorpresiva penetración, sus jadeos son música para mis oídos, me encanta hacer sentir a esta mujer.

A duras penas llegamos a tiempo al aeropuerto, solo falta mi llamado a bordar, estoy en la tienda de recuerdos, necesito regalos de última hora, creo que no hay remedio para mí, esto debí hacerlo con anterioridad, en uno de los espejos del local se refleja como viene hacia mí con una sonrisa y unas latas de Red-Bull en sus manos, imagino que para despejar la cabeza, me da risa recordar cómo empezó todo, en mi mente puedo repasar sin temor a equivocarme nuestra primera conversación.

PROMESA|| CAMREN|| ADAPTACIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora