XIV. (Carta de Camila)

Start from the beginning
                                    

Y luego llegó su propuesta de matrimonio, todo tan romántico, todo parecía tan perfecto, Matthew parecía el hombre ideal, mis padres lo adoraban, mis amigas me envidiaban, era el paso lógico, ¿por qué no hacerlo? Acepté, se suponía que tenía que estar feliz, pero no... nada llenaba el vacío de tu ausencia, estabas tan metida en mí que no pude seguir sin verte, por eso te busqué, te extrañaba demasiado, así solo fueras mi amiga, jamás había necesitado tanto de alguien y solo se me ocurrió esa estúpida excusa de nuestra promesa... todavía no entiendo cómo te orille a ser mi dama de honor, sigo sin comprender en qué demonios estaba pensando.

Sabes ahora me tranquiliza pensar que Lucy estuvo a tu lado todo ese tiempo, ahora somos más cercanas, ¿gracioso cierto?, sé que no lo hubieras imaginado ni en el más loco de tus sueños, en ese entonces no la soportaba, menos a tu lado, todavía recuerdo como te reclamé aquella vez, ¡Dios! nunca había sentido tantos celos en mi vida, cuando me di cuenta que te habías acostado con ella, tuve miedo, Lucy podía darte lo que yo no podía, me descontrolé y en medio del ardor de la discusión nos dejamos llevar por el deseo de estar juntas una vez más, hasta que vi esa marca... esa maldita marca, no soporté la idea que ella te hubiera mordido de esa manera si sabía muy bien que detestabas que dejaran huellas en tu piel, entonces... ¿Por qué con Lucy? ¿Por qué ella?, no, no podía seguir, mi cabeza dolía de la velocidad con la que mis pensamientos llegaban, se suponía que me iba a casar, que había superado lo que pensaba, era solo un enamoramiento y yo... yo no podía ser infiel a tan solos unos días de casarme.

Cuando llegaste a mi casa ebria y mojada diciendo que me amabas, no podía creer en tu buen juicio, ¿por qué el día anterior a mi boda? ¿Por qué no antes? Debías estar confundida, tus palabras solo eran producto de los tragos, no podías llegar a desestabilizarme, no cuando pensé que podía superar lo que sentía por ti, ¿acaso tú no eras la que nunca se iba enamorar?, mi despedida de soltera estuvo lejos de servir para despejar mi mente, al contrario, al no encontrar respuesta alguna a tu repentino comportamiento me embriagué como nunca antes, permití que el alcohol me diera el impulso de buscarte, me tenías que explicar de qué iba todo, no podía sentirme tan perdida antes de casarme, y de nuevo la discusión solo fue el pretexto para dejarnos llevar, quería sentirte una vez más, grabar en mi mente tu piel, Dios no te imaginas cómo descontrolas mis sentidos, pensé que esa sería nuestra última vez, nuestra despedida...

No te das una idea de cómo he repasado esa noche en mi cabeza, una y otra vez sin lograr entender que sucedió, jamás había sido tan insensible y tan idiota, no te merecías mis malos tratos, por mi estúpido afán de convencerte... convencerme que podíamos superarlo, que podíamos ser las de antes, las mejores amigas, ahora entiendo que los seres humanos tenemos la capacidad de ser crueles con las personas que más amamos, me dejé llevar por la lujuria, por el placer y luego, esa maldita necesidad de marcarte donde ella lo había hecho, ¿por qué?, no sé la respuesta todavía, todas las que se me han ocurrido son tan tontas que no valen la pena decirlas, ¡Dios Lern! tú nunca lloras, y esas lágrimas me duelen, me matan lentamente al recordarlas, te hice llorar, carajo, llorabas por mi culpa, descargaste todo tu dolor, tus reclamos me hicieron entender que te había fallado tanto, que había arruinado todo.

No sé cómo llegue a mi casa, ese día no podía conectar mi mente con mi cuerpo, tan solo vine a reaccionar en la iglesia, caminaba de un lado a otro intentando comprender como había arruinado mi vida de esta manera, no sabía qué hacer, solo quería salir corriendo, abandonar toda esa locura, hablé con mi madre y solo me decía que eran nervios por la boda, que me tranquilizara, nadie entendía que me sucedía.

¡Dios! Cuándo apareciste en la iglesia, con tu mirada decidida, ahí entendí que te había perdido, esa mirada la conozco muy bien, es la misma que le dabas a tus padres, a tus hermanos, a todo aquel al que alguna vez quisiste y te decepcionó, no ibas a volver a dejar que te viera vulnerable, me sacabas de tu vida, de tu corazón, así ya lo habías decidido, te marchabas sin ver atrás, quise detenerte, te rogué que no te fueras, nunca había sido tan egoísta, sabía que tu futuro profesional estaba en Paris, pero el pensar no verte me dolía tanto... tanto que podía desfallecer de dolor, intenté vanamente no enfrentar las consecuencias de mis errores, traté de que me prometieras volver y te negaste, todavía recuerdo tus palabras como si hubieran estado marcadas con fuego todo es tiempo "Las promesas que eran para ti se terminaron, no puedo prometer algo que no sé si puedo cumplir" mi mayor temor se hacía presente, ¡Dios! no sabía cómo iba lograrlo, tenía que aceptar que debía dejarte ir, soltar tu mano ha sido una de las cosas más duras que he hecho alguna vez, ni siquiera permitiste un último beso, cuando cerraste la puerta me derrumbé, lloré amargamente, me amabas, correspondías mis sentimientos y yo... solo lo arruiné por mis estúpidos miedos.

Cuando caminé hacia al altar intenté que me vieras una última vez, y de nuevo me negaste eso, solo podía ver tu sonrisa, Dios, sabía tus sentimientos y sin embargo ahí estabas con esa sonrisa, te estabas sacrificando por mí, ¿debía acaso intentar hacer lo mismo?, ¿debía corresponder a tu sacrificio? No sé cómo lo hice la verdad, solo me movía por inercia, tan solo era una actriz de un show montado, ese matrimonio fue otro de mis estúpidos errores... un error que le ha hecho daño a él, a ti... a mí.

¿Qué queda ahora?, muy poco la verdad, no existe un día en que no piense en ti, en que no anhele verte una vez más, estas presente en todos mis sueños, unos son tan reales que es tan triste despertar y darme cuenta que no estás a mi lado, no pierdo la esperanza de que vuelvas, tu padre y Lucy por lo menos no me dejan perderla, me dicen que harán que vuelvas, aunque eso vienen diciendo hace meses, sé que no te interesa volver, como me dijiste esa última vez, aquí ya no tienes nada.

Debes preguntarte entonces ¿por qué no he ido a buscarte?, bueno muchas son las razones, todavía estoy casada, no he podido convencer a Matthew para que me dé el divorcio, él no desiste en que podemos ser felices juntos, hemos tenido tantas terapias de pareja que ya perdí la cuenta, aunque le he dejado claro que en más de una ocasión que no lo amo, y bueno, mi padre... él murió hace tan solo un mes, sabes muy bien la relación que tenía con él, mi padre era mi héroe y ya no está conmigo, ha sido un golpe muy duro, una enfermedad con la cual luchó en los últimos años finalmente lo venció, lo vi dar la pelea arduamente contra la muerte, que le ayudó a ser fuerte todo ese tiempo... mi madre y yo, sí, la esperanza de que su hija única tenía el matrimonio perfecto, ¿quién era yo para quitarle esa felicidad?, nadie... pero debo decirte que antes de su partida le confesé mi amor por ti, no podía seguir ocultándolo, pensé mucho sobre su reacción, que me rechazaría, me alejaría, no sé tantos miedos, pero sucedió todo lo contario, supo entender mi situación y me pidió... no, me suplicó que te buscara, que fuera feliz, ese último momento con él me ayudó a tener la fuerza para luchar por ti, si todavía no he ido a buscarte es que porque debo reencontrarme, ser la mujer de la que te enamoraste, ser la Camz que recuerdas, no la persona triste en la que me he convertido, necesito volver a ser una mujer libre.

No tengo dudas sobre mi amor por ti, los años solo han logrado hacerlo más fuerte, mi corazón me dice que es nuestro destino estar juntas, sé que ha pasado mucho tiempo, que tal vez me hayas olvidado, pero sabré luchar por ti, eres el amor de mi vida, si tengo la oportunidad de estar contigo tan solo una vez más no la voy a desaprovechar.

Es por eso que si quiero ser fuerte para luchar por tu amor no puedo seguir escribiendo a diario y luego ver como la devuelves sin leerlas, es muy doloroso, esta mi última carta, necesito aclararme en este proceso, mi única conexión contigo serán las flores, eso simplemente no puedo evitarlo, en medio de todo este caos que se ha convertido mi vida es lo único que me hace feliz, ¡Dios! al igual que al inicio, terminar estas líneas no es tarea sencilla, dejémoslo en un Te Amo...

Con todo mi amor;

Camz.

*

*

*

*

Siempre es bueno saber el otro lado de la historia no?

Cuídense y saludos!!!

PROMESA|| CAMREN|| ADAPTACIONWhere stories live. Discover now