Capitulo 0. Arrive

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Narrador omnipresente.

Dentro de una habitación con área de 16 metros cuadrados, sentada frente a su escritorio se encontraba ella, haciendo sus deberes en silencio, escuchándose en aquel espacio tan solo el sonido del grafito del lápiz deshaciéndose conforme seguía escribiendo el ensayo que le habían pedido para el día siguiente.

Sentía sus ojos pesados a la vez que la velocidad con la que escribía disminuía. No faltaba mucho tiempo para que el reloj marcara la media noche. Pero debía terminar su trabajo, era importante ya que era mas de la mitad de su calificación final en la materia.

Su cabello azabache se escurría entre sus lentes y entraba a sus ojos en algunas ocasiones, haciendo que ella los cerrara en un reflejo involuntario, y los dejaba cerrados por mas tiempo del que debía debido al cansancio.

Hasta que se quedó dormida.

**

El aire era frío, tanto que no podía respirar y su visión se volvía borrosa mientras corría, esquivando las ramas de los pinos, queriendo lastimarse lo menos posible para que aquellos aterradores sabuesos pierdan su rastro y la dejen en paz.

Pero la vida nunca fue justa con ella, ¿Por que lo sería ahora?

Su pie se torció al pisar una piedra enterrada en la nieve, torciendo su tobillo y provocando que cayera al suelo rodando hasta que su espalda chocó contra el tronco de un encino

—Por favor, ¡No!—Gritó desesperada.

Solo pudo colocar sus brazos en alto como escudo antes que los sabuesos se abalanzaran contra ella.

**

Despertó sobresaltada, dando un salto tan grande que casi cae hacia atrás con su silla. Miró desorientada a todos lados sintiendo sus extremidades entumecidas, casi como si hubiese vivido lo que soñó.

Esos malditos sueños que la atormentaban desde que tenia 13 años.

Se abrazó a si misma y tatareó inconscientemente una canción que desconocía, pero que siempre había estado en su memoria desde que podía recordar. Después, cuando logró tranquilizarse observó la hora en el reloj colgado en la pared.

Pasaban unos minutos de las 3 de la mañana, había perdido 3 horas por haberse quedado dormida. Y para su infortunio, la hoja que estaba casi terminada frente a ella ahora estaba mojada por su saliva.

Solo eso le faltaba.

—Necesito café.—Murmuró para ella misma golpeando levemente sus mejillas para desperezarse aunque fuera un poco—Uno muy cargado.

Arrastró su cuerpo entumecido a la cocina, tatareando la misma canción una y otra vez mientras preparaba su tan ansiada bebida y regresaba a sus aposentos para terminar con sus deberes.

Sin saber porqué miró por encima de su hombro antes de sentarse, había sentido un leve escalofrío en su nuca.

"Cuando la piel en tu nuca se eriza, es porque alguien tiene en ti su vista."

Sonrió adormilada al recordar la frase que había ingeniado de pequeña, pero casi al instante sacudió su cabeza haciendo reaccionar a su cerebro.

No se quedaría dormida de nuevo, tenía un trabajo que terminar y eso haría.

Sonrió inconscientemente al sentir la temperatura en su habitación descender un poco, creyendo ser la causa la ventana que había dejado abierta para no sofocarse, haciéndola sentir mas cómoda.

Ignorando por completo a la criatura escondida en las sombras que observaba cada uno de sus movimientos.

Faltando una hora para que sonara su despertador, por fin logró terminar con el trabajo y guardarlo dentro de su mochila. Estiró sus brazos e inclino la silla donde se sentaba hacia atrás quedando apoyada en dos de sus patas y se quedó observando al techo.

Tenía una hora para descansar, pero si volvía a tener esa pesadilla solo despertaría mas cansada de lo que ya estaba. Su opción mas viable era hacer cualquier otra cosa para matar el tiempo antes de que la alarma sonara.

Se levantó de su asiento dispuesta a tomar su celular de su cama y ver algún vídeo para pasar el rato, pero al dar la media vuelta un ser cubierto de sombras se plantó frente a ella, imponiéndose al ser una cabeza mas grande.

"Una pequeña muestra" Escuchó en su mente.

El ser de sombras se inclinó hacia ella, depositando un beso en su frente.

Al instante, sus ojos pesaron tanto que los cerró de inmediato, al mismo tiempo que su cuerpo se desplomaba sin fuerzas, siendo depositada suavemente sobre su cama, sin poder ver como aquella criatura sonreía, mostrando sus verdaderas intenciones.

—Descansa, bella dama.










¡¡Regrese!! Y nada mas y nada menos que con otro fanfic de nuestro dorito favorito ;) aunque esta vez con una temática un poquitin distinta.

Si conocen esta canción seguramente sabrán mas o menos de que tratará la historia 7w7 y l@s que no, sientante libres de escribir sus teorías ;)

Próxima actualización: Viernes.

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