Mi compañero de piso.

Capítulo 29 "Alec Brown"

Observo la cara de Claudia después de decirle que tengo compañero de hotel.

-¿Qué me estás contando? –dice tapándose la boca con sus manos.

-Lo que oyes, amiga mía. –respondo poniendo los ojos en blanco.

-¿Cómo es? ¿Quién es? ¿Está en casa? –dice mientras se va acercando a la pantalla de su ordenador, como si pegando su cara pudiese ver el interior de la sala en la que me encuentro.

-Seguramente le conoces. –digo rodando los ojos, mientras me cruzo de brazos.

Claudia ladea la cabeza y pone una mueca de confusión, mirándome fijamente a los ojos a través de la pantalla.

-¿Le conozco? –pregunta confusa.

-Sí. –digo asintiendo con la cabeza y dejo escapar un suspiro-. Es Alec Brown. –digo  el nombre del famoso y me tapo las orejas con mis manos, mientras observo la cara de Claudia.

Sus ojos se iluminan y luego pega un grito agudo, que seguramente habría despertado a todo el mundo.

-¡¿No me jodas?! –grita, dejándome sorda-. ¡Soy super fan suya! ¡Pídele un autógrafo! Y y ¡Una foto! Y ya de paso dale mi núme…

-Para, para para, para. –digo interrumpiéndola, antes de que me volviese loca-. No le pienso pedir nada porque es un…

-Tierno y sexy chico. –dice la voz de Alec a mi espalda, interrumpiendo lo que iban a ser mis insultos dirigidos a su persona.

Claudia vuelve a gritar, y yo me giro con los ojos entrecerrados, mirando a Alec con odio.

-¿A caso no te han enseñado que no se mete en las conversaciones ajenas? –digo mandándole dagas con mi mirada, pero él me ignora, posando su mirada en la pantalla donde se encuentra Claudia.

-¿Quién es esa chica tan guapa? –pregunta levantándome de la cama y sentándose él en mi sitio-. Hola rubia. –dice guiñándole un ojo.

-Oh dios. Oh dios. –empieza a murmurar Claudia, y yo empujo a Alec, sentándome frente el ordenador-. ¡Holly! –exclama Claudia mi nombre, tirando de su labio inferior hacia abajo.

-Me quiere a mí, no a ti. –dice Alec orgulloso y me empuja de nuevo, pero esta vez acabo en el suelo con las piernas sobre la cama-. Bonitas piernas. –dice Alec y yo intento darle una patada, pero me agarra por mi tobillo.

-¡Eh! Que está pillada. –grita Claudia y mi corazón se para, y veo, desde el suelo, como se tapa la boca con ambas manos-. ¡Lo siento Holly! –dice Claudia.

Me levanto del suelo y salgo de la habitación dando un portazo. Abro la puerta de salida y me encuentro en el pasillo del hotel. Camino con lágrimas pinchándome los ojos y llamo al ascensor.

Entro en el ascensor y pulso el botón de planta baja. Las puertas del ascensor se abren emitiendo un pequeño pitido y un golpe de aire gélido me hace abrazarme a mí misma.

Salgo y observo la nieve caer. Era 29 de diciembre, faltaban tan solo 2 días para fin de año, y yo acabaría el año de la peor manera posible. Poso mi mano en mi barriga y la acaricio con delicadeza, puedo notar su presencia, y eso calma las agitadas palpitaciones de mi corazón.

-Siempre que creo que no tengo a nadie, tú vienes a recordarme que eso no es verdad. –susurro para mi interior.

-Que bonito. –dice la voz de Alec, que está cubierto por un abrigo, y sostiene otro en su mano derecha.

-¿Qué quieres? –pregunto fulminándole con la mirada.

-No me lo vas a poner fácil, ¿eh? –pregunta esbozando una sonrisa.