¿Otra crisis? ¿A qué tipo de crisis se refería?

—Pero, ¿estás bien? —pregunté y ella solo ladeó un poco la cabeza con una pequeña sonrisa.

—Digamos que sí —comentó mirando a otro lado y supe que era el momento de dejar de preguntar.

A una hora antes de la fiesta, ya me había duchado y encendí el nuevo equipo de sonido que una marca me regaló por un par de anuncios en mis redes sociales

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A una hora antes de la fiesta, ya me había duchado y encendí el nuevo equipo de sonido que una marca me regaló por un par de anuncios en mis redes sociales. Puse una lista de reproducción que Bee había creado y fui bailando mientras me cambiaba. Todo era diversión hasta que me di cuenta que Chase me estaba grabando.

—¿Qué haces?

—Estoy a un botón de subirlo a Snapgram y hacerme famoso contigo bailando. —Se echó a reír escribiendo algo en su teléfono— ¿Me dejas? Tus fans lo van a amar. —Me quedé mirando a mi amigo y luego me reí.

—Sí, no me molesta. Ya estoy acostumbrado a que le hagas acercamientos a mi cara de la nada.

Chase celebró que lo dejara y lo publicó, automáticamente me llegó una notificación y la compartí.

Cuando estuvimos listos, me tomó un par de fotos para compartirlas en las redes sociales. Poco a poco estaba aprendiendo a no avergonzarme frente a la cámara y me di cuenta que me gustaba e incluso no se me daba tan mal.

—Oh, Nick, sería bueno que hagas un par de historias en Snapgram contando que ya estás llegando a tu fiesta, ya te envié las fotos que te tomé con el atuendo de hoy —comentó cuando subimos al auto.

—Está bien, ya lo hago. La verdad es que aún me da un poco de vergüenza hacer estas cosas, no sé cómo lo hacen con tanta naturalidad.

—Solo imagina que le estás hablando a alguien en específico y piensa que le vas contando lo que haces en el día.

—Lo intento, pero no dejo de pensar que no es una persona, son casi cien mil seguidores, Chase.

—Igual no lo ven los cien mil.

—¡Igual son como treinta mil!

—¡Pues ya háblales que debes subir un par de historias antes de llegar! —Se rio volviendo a manejar al ver que el semáforo cambió de luz.

Me tragué la vergüenza e intenté hablar confiado a la pantalla de mi teléfono —teléfono que aún cargaba con algo de miedo de que le pasara algo—. Inhalé y exhalé un par de veces antes de sonreír y empezar a hablar.

—¡Hola, amigos! Estoy con Chase justo ahora de camino a la fiesta que Hook Records organizó por mi bienvenida a la productora... Saluda, Chase. —Lo enfoqué y Chase hizo la señal de paz.

—¡Síganme! ¡Doy material de Julien inédito! —Se rio mientras yo gritaba que no lo hagan—. No olvides etiquetar a la productora para que puedan publicarla también en las redes sociales de Hook Records.

Luces, música y acciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora