Capítulo 5: "Encuentro nocturno"

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–¿Qué quieres? 

Bella al parecer no dejába de impresionarse cada vez que él hacía o decía algo, pues desde el momento en que ambos se habían dignado a salir de su respectivos cuartos, no dejába a un lado aquellas cejas alzadas con la boca y los ojos bien abiertos.

–Em... 

Nuevamente había tratado de hablar pero se le habían trabado las palabras en la garganta. Y eso parecío irritarle aún más.

–Bueno, si no quieres algo puedes irte.

En aquel momento Hale se veía aún confusa, ¿así trataba a todos? ¿de una manera tan bipolar?

Hasta él se veía de aquel modo. Su educación le decía que fuera respetuoso y no le hablará mal. Pero algo en su interior hacía que por un amargo recuerdo actuára de aquella manera tan grotesca.

–Yo... sólo quería saber por qué estábas aquí –hablo en un tono bajo pero fue audíble para Conor –. Si no te molesta.

El chico apenas tomó una respiración para calmar su ira interna y cerro por un momento los ojos para no actúar como un monstruo y lanzarselé encima.  *No la lástimes físicamente* se repetía una y otra vez.

–Bueno, tu hermano no deja de roncar y es molesto –respondió sin más –. Ahora que ya te conteste, ¿te podrías largar? quiero dormir y por lo visto los hermanos Hale se empeñan en molestarme.

Bella tragó saliva conteniendo lágrimas, era obvio que no iba llorar por eso, pero ganas no le faltaban y es que desde que tenía memoria era la más sentimental en TODA su familia. En aquel momento se sintió como un completo estorbó y no era una sensación que le agradara tanto, ya lo había vivído hacía unos años y había sido el peor época de su vida.

En la mente de Conor hubo un reclamo y su conciencia le gritaba por haber sido tan irrespetuoso con ella, y cuando miró sus ojos dando señal de próximas lágrimas deseo golpearse fuerte en la cara.

–Lo siento, pensé que tal vez querrías dormir con tu hermana y yo con él mío –propuso temorósa a más palabras bruscas.

Si le volvía a hablar así seguro y derramaría lágrimas, pero para su fortuna, esta vez respondió con más cordialidad sintiéndoce mal por como la había tratado. Ella había sido amable a pesar de que él le había hablado de una manera grosera.

–E-esta bien –trartamudeo sintiendo vergüenza de si mismo.

Nada más escucho la respuesta y ella fue la primera en caminar rumbo a la parte alta de la casa, y éste le siguió el paso. Se sentía avergonzado aún y es que ¿cómo podía seguir siendo amable con él?  *Seguro no llegará lejos* Pensó con lastima.

Hale volteo verlo para preguntar cuál era su habitación cuando tuvo un desequilibrio y con el pie torcido callo escaleras a bajo llevándoselo de encuentro. A su fortuna sólo habían subido cinco y tres escalones sin embargo aquellas fueron suficientes como para raspar la rodilla de la castaña.

–Lo siento –se disculpo apenada mientras trataba de levantarse de sobre él.

Conor la tomó de la cintura para impulsarla a ponerse en pie, pero ésta a penas y puso un pie sobre el frío piso y volvío a caer con fuerza sobre él, sacándole todo el aire y dejandólo con un golpe en el pecho.

Había perdido el equilibrió gracias que su tobillo estába torcido, y ella lo sabía, recordába aquel espantoso dolor que le había provocado una patada accidental en el fútbol hacía un año; y en aquel momento no había sentido el dolor tan profundo gracias a la temperatura cálida, sin embargo, ahora sentí un dolor más intenso gracias el frío clima que había. Su dolor era tan fuerte que las lágrimas que había lógrado tragarse ahora salían una a una en forma silenciosa.

Apenas logró tomar aire cunado la escucho sollozar, y se dió cuanta de que algo no andaba bien. Siendo lo más cuidadoso que podía se volteo y quedo sobre ella, observo con preocupación sus mejillas mojadas y su cara de dolor.

Se puso con rápidez a un lado de ella y pregunto con desesperación:

–¿Estas bien?

Bella no contesto y de un segundo a otro se sentó para tratar ponerse en pie. Conor la miró y cuando noto que eran únicamente intentos fallidos la tomó en brazos y la recostó sobre el sofá más largo.

Probo en más ocasiones levantarse, pero no logró nada positivo, así que miró a Conor un tanto preocupada, tal y como él lo hacía con ella. No podría subir las escaleras para poder irse a dormir; y por más que Conor tubería fuerza, temía caerse al igual que ella y lastimarla más de lo que ya estába.

–Puedo dormir aquí –propúso.

El dueño de unos ojos azules que tanto le gustában a Bella no sugirió nada más así que subió las escaleras haciendo el menor ruido posible y cuando ella creyó que no bajaría de nuevo, regreso con dos cobijas gruesas.

–No pude conseguir otra almohada, así que duerme con esa.

Hale entrecerró los ojos y lo miró extrañada, ¿para qué necesitaba otra?

–Dormiré contigo –avisó al ver su expresión–. Tal vez puedes necesitar algo durante la noche y ...

Las palabras que seguían era que se sentía mal, ella había tratado de ser amable y ahora le tocaba a él.

–Pero si sólo hay un sillón  largo

Trato de entrárlo en razón, pero igual que sus intentos de ponerse en pie, fallo.

–Puedo dormir en uno pequeño, sólo será una noche.

Tal vez aquello sería cierto, sólo sería una noche, pero Bella disgustada se negó, proponiendolé de una manera tímida dormir con ella y aunque le cósto convencerlo lo logró al tercer intento, pues una curiosidad invadió la mente de Conor preguntádose que sería dormir a su lado.

Ilógico ¿verdad? 

Pero en aquel momento sentía que una sensación placentera y plenitud, a buen modo, lo llenaría. Así que cuando acepto, apágo las luces, y se recostó a un lado de ella, cubriéndoce con ambas cobijas y utilizando el mismo almohadal. Y aunque deseo abrazarla y apegárla a él se contuvo... hasta que se vió completamente invadido por el sueño.

Errónea venganza (Conor Maynard) *Detenida Indefinidamente* Where stories live. Discover now