𝑶𝒏𝒆-𝑺𝒉𝒐𝒕'𝒔 || 𝑯𝒂𝒊𝒌𝒚𝒖𝒖 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂

Kageyama Tobio

Desde Esa Noche

–¿Otro mensaje? ¿Es de Kageyama? –pregunto Yui al escuchar mi movil sonar.

–Si. –conteste observando la pantalla –Quiere que nos veamos mañana en mi casa.

Solto un suspiro.

–Deberias dejarles las cosas claras. Ambos estaban ebrios y una cosa llego a la otra, solo fue una noche. –se cruzo de brazos.

Cerre los ojos fuertemente.

–No lo entiendes... Lo extraño. –conteste.

–¿Que? Pero estas con aquel chico de tercero. –me miro –No me digas que te enamoraste.

–Sabes lo toxico que es y las cosas no estaban bien entre nosotros. Ademas Kageyama es... Diferente. –explique.

–¿Que hare contigo? –pregunto tratando de conservar su paciencia –¿Que le responderas a Kageyama? 

–Que si. –observe mi movil.

Hace unos meses llegue al Karasuno junto a mi mejor amiga, los chicos de grados mayores organizaron una fiesta de confraternidad para nosotros los nuevos de primero a la cual asistimos.

Alli conoci a Kageyama Tobio, un chico de segundo año el cual jugaba voleibol para la preparatoria.

Ambos bebimos y bailamos hasta que una cosa llego a la otra y terminamos teniendo sexo en los vestuarios del gimnasio.

Desde esa noche no habia dejado de pensar en el, siempre regresaba a mi mente en todo momento asi que decidi conocer a otros chicos y en eso conoci a uno de tercer año con la esperanza de sacarme a Kageyama de la cabeza pero nada.

Le envie el mensaje afirmando la reunion para mañana y apague mi movil.

–Esto terminara mal. –susurro Yuri.

–Lo se. –conteste.

(...)

Abri los ojos y observe la hora de mi movil, 11:30 de la mañana.

Me levante de la cama, me duche y desayune observando unos cuantos videos de internet. Al terminar decidi ordenar un poco la casa ya que a las 16:00 llegaria Kageyama segun la hora acordada ayer asi que me puse manos a la obra.

Tarde aproximadamente dos horas en terminar de limpiar toda la casa ya que mis padres estan fuera del pais en un trabajo.

Las horas pasaron y el sonido del timbre de la puerta sono anunciando que Kageyama se encontraba en la puerta asi que tome aire y abri la puerta dejandolo a la vista. Tenia una sudadera negra, unos pantalones azul marino y unas zapatillas negras.

–Pasa. –me hice a un lado y el entro –¿De que querias hablar?

Me miro con las mejillas sonrojadas.

–Me gustas. –dijo mirando al suelo.

Mis ojos se abrieron como platos. No me lo esperaba sinceramente.

–¿Q-Que? –pregunte.

Se acerco a mi conectando sus ojos con los mios.

–Me gustas, ___. –volvio a repetir –Si te soy sincero, no queria enamorarme porque tenia miedo ya que nunca lo habia hecho pero estoy seguro ahora, desde esa noche no sales de mi cabeza.

Ahora la que estaba roja era yo.

Mi corazon estaba acelerado y mi respiracion agitada, ademas mis manos y piernas temblaban.

–M-Me pasa lo mismo... –respondi –No puedo borrarte de mi mente desde esa noche...

Levanto mi rostro con sus manos suavemente y unio mis labios con los suyos en la misma intensidad que aquella vez: dominante y feroz.

No tardamos en jugar con nuestras lenguas y nuestras manos a explorar el cuerpo del otro como anteriormente lo habiamos hecho.

Levanto mi cuerpo y yo rodee su cadera con mis piernas mientras el buscaba una superficie en donde sentarme la cual fue la mesa del comedor. Rapidamente se deshizo de mi camiseta y mi sujetador mientras yo le quitaba su pantalon.

(...)

–¡Ah! Tobio, no seas muy brusco... –pedi al sentir sus manos apretar con fuerza mis pechos.

–La primera vez rogabas por mas, ¿Recuerdas? –me regalo una sonrisa burlona.

Desvie la mirada sonrojada.

–¿Cuanto mas debo estar atada? –pregunte.

–Tu solo disfruta. –sonrio.

Tomo un hielo con sus manos el cual se encontraba en un vaso sobre mi mesita de noche acercandolo a mi pezon derecho empezando a frotarlo en el cosa que me hizo estremecer. No solo dolia ya que esa parte era muy sensible, si no que al mismo tiempo sus dedos se movian en mi interior mientras el me miraba, disfrutanto de la tan vergonzosa escena frente a el: yo gimiendo y pidiendo cada vez mas.

Sus ojos me miraban con lujuria y deseo mientras yo trataba de liberarme como sea pero era imposible.

Luego de terminar con mi pezon bajo el hielo de manera lenta y torturosa entre mis pechos, pasando por mi abdomen llegando hasta mi vientre.

–No te atrevas Kageyama. –dije entre gemidos al saber lo que pensaba.

Sonrio y dejo el hielo de lado, quito sus dedos y se agacho a la altura de mi entrada empezando a atacar mi clitoris con su lengua.

El quinto orgasmo se acercaba.

–T-Tobio... me voy a correr.. –avise.

–Hazlo, tenemos toda la noche. No me detendre hasta verte temblar. –susurro mordiendo mi clitoris.

Siguiente Tsukishima.