-¡Ushijima-San! -grito Kenjiro colocándole la pelota a Ushijima.
El salto y remató con todas sus fuerzas dando el punto final del entrenamiento.
-Vaya, veo que cada vez tienes más fuerza. -le dije a Ushijima.
-Gracias. -dijo el sin más.
-¿Contra quien nos toca jugar mañana? -pregunte rascando mi nuca.
-Contra el Karasuno, fueron los finalistas en el partido contra el Aoba Josai. -
-¿Le ganaron a Oikawa? Vaya eso si que es una sorpresa.
Nos dirigimos a los vestuarios en donde nos cambiamos las camisetas para luego ponernos las chamarras y salir, ya todos del equipo estaban listos, solo faltabamos nosotros. Caminamos por las calles separandonos hacia nuestras casas hasta quedarme solo caminando hacia mi departamento. Una vez llegue al edificio me dirigi al ascensor.
-¡Espera! -grito una chica corriendo hacia el ascensor a lo que yo evite que se cerrarán las puertas. -Gracias.
-De nada. -dije pera luego presionar el número de piso 3. -Y... ¿Desde cuando vives aquí? -le pregunte.
-Desde hoy, me mude hoy. -
-Ya veo, seremos vecinos. -le sonrei. Note que su mochila tenía una forma un poco redonda. -¿Te gustan los deportes?
-Si, pero solo me gusta el Voleibol.
-A mi también, tienes una pelota en tu mochila, ¿Verdad? -
-No, soy de (tu pais que sea de Latino), viaje a Japón porque me entere de que habían club de voleibol en las escuelas.
-Ya veo, se te da bien el Japonés, me llamó Satori Tendou. Un placer conocer a una Latina. -sonrei.
-Gracias. -las puertas se abrieron en el segundo piso. -Nos vemos otro día Satori. -dijo para luego salir.
Esa chica me cae bien, tiene la piel bronceada, ojos verdes Esmeralda, cabello castaño que le llega a la cadera, unas curvas muy marcadas y como cualquier hombre muy apetecible, sus piernas eran largas y estilizadas, tenía una cintura muy linda y su cuerpo era mucho más pequeño que el mío.
Sonrei al recordarla, olvide preguntarle donde estudiaba, mañana le preguntare claro si la vuelvo a ver.
Una vez llegue a tercer piso entre a mi departamento encontrandome a mi madre en la cocina.
