17. Hablando del diablo

133 17 13
                                    

17. Hablando del diablo

m i c h a e l

Estaba algo decepcionado por la cita. Había sido divertido, después de lo del vino nos recostamos y platicamos. Nos divertimos y aprendimos cosas del otro que no sabíamos antes.

Lo que me decepcionó fue que cuando dije que Luke me amaba, él lo dejó pasar como si nada. Tan pronto como lo dije pensé qué tal vez debía habérmelo guardado, pero también tenía la esperanza de que dijera que sí me amaba, y después yo le diría lo mismo.

No debería haberme dejado pensando tanto, pero por alguna razón lo hizo. Apenas llevábamos saliendo mes y medio, no deberíamos estar diciendo que nos amábamos aún. El problema era que yo sí lo sentía, incluso antes de que empezara la a salir. Y pensé que Luke también, era obvio que él sentía algo por mi desde el principio, tal vez sus sentimientos no eran tan fuertes como los míos.

La sensación de los dedos de Luke en mi piel me sacó de mis pensamientos, haciéndome sonreír.

"Hemos estado acostados como por cinco horas." Señaló, acariciándome el brazo.

Y probablemente era cierto. Estábamos siendo demasiado flojos como para pararnos y hacer algo productivo, así que hicimos lo mismo que la noche anterior y nos quedamos en la cama. No hablamos mucho esta vez, y yo sabía por qué.

Murmuré en respuesta enfocando mis ojos en su mano fría que lentamente se entrelazaba con la mía.

"¿Qué hora es? Me voy a trabajar a las cuatro." Bostecé, recargando mi cabeza en la almohada de manera que ahora veía el techo. Cerré los ojos y decidí concentrarme en el pulgar de Luke acariciando mi mano.

Lo sentí moverse para agarrar su teléfono. Luego volvió a recostarse. "Son tres y media." Suspiró, claramente porque tendría que irme pronto.

Asintiendo me puse más cómodo mientras aún tuviera tiempo. De repente todo era silencio de nuevo, que era bueno y malo a la vez. Bueno porque era mejor que las conversaciones cortas e incómodas que habíamos tenido durante el día, y malo porque volvía a pensar en la noche anterior.

Por más que lo intentaba no podía evitar pensar en lo diferente que habría sido si no hubiera dicho nada. Me preocupaba demasiado aunque no debía; a Luke no parecía ni siquiera importarle, así que debería olvidarme del tema y disfrutar el tiempo que nos quedaba.

Para cuando me tuve que ir Luke ya se había dormido, así que salí de la manera más silenciosa, cuidando no dejar nada.

La campana encima de la puerta del local sonó mientras entraba, viendo a Zack recargado en la caja con cara aburrida.

"Hey, Mike. Nadie ha venido hoy así qué tal vez solo estés aquí sentado." Murmuró rodando un lápiz con la mano.

Reí levemente ante su aspecto, no estaba muy contento con tener que estar aquí y sentarse sin hacer nada todo el día, aunque ese era básicamente su trabajo.

"Estoy seguro de que alguien vendrá. Y si no, no deberías quedarte por no hacer nada en todo el día." Me senté en un banco al lado de él, él soltó el lápiz.

"Si, pero se suponía que iba a salir con Cass y no pude porque John dijo que no vendría hoy." Dijo con disgusto para luego recargar su cabeza en el contador frente a él.

Iba a decir algo, pero la campana encima de la puerta me interrumpió.

"Hablando del diablo..." sonreí cuando reconocí a la persona que entraba. La rubia alta me sonrió y pude notar su hoyuelo asomarse.

"Creí que ya habíamos discutido que eso de hablar de la gente a sus espaldas no era educado, Clifford." Negó con desaprobación.

"Pero yo nunca dije que era educado, Edwards." Remarqué negando con la cabeza.

Tattoo :: mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora