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No supo cuanto tiempo había pasado, pero estaba incómodo y adolorido, sus piernas y muñecas aún ardían, sin mencionar que debido al golpe que le dió a Jimin, su frente dolía levemente, aunque sabía que a ese idiota le dolería peor que a él luego.

El piso estaba frío, y él estaba boca abajo, apoyando su cara ahí, se la pasó llorando en silencio minutos después de que el pelinegro había entrado al baño, sus ojos estaban hinchados y rojos, y su nariz estaba tapada.

—Lindo río te estás haciendo con las lágrimas —escuchó una voz burlona a sus espaldas, y le restó importancia, solo quería ignorarlo. Pero Jungkook no era de esas personas que les guste no llamar la atención—. Por lo menos lloras en silencio, bien.   

Pasó al lado de Taehyung, y el mismo lo miró por unos segundos, el pelinegro aparentemente acababa de salir de bañarse, su cabello largo estaba húmedo, tenía unos jeans negros, zapatillas del mismo color, y una camisa blanca algo grande para su cuerpo. Sin mencionar que tenía al pequeño conejo en brazos, el animalito estaba mojado, pero Jungkook lo tenía con una toalla.

El hombre observó a Taehyung de reojo, viendo como los ojos de éste estaban fijos en su mascota, le dió la espalda y dejó a su conejito sobre una pequeña mesa, empezando a pasar la toalla por todo su cuerpo, secándolo.

Sin embargo, aún podía sentir la mirada del chiquillo encima suyo, le empezaba a fastidiar, siempre sentía las miradas de su público sobre él, pero la mirada del adolescente, le molestaba, e incluso, le incomodaba levemente.

—¿Qué tanto miras?—Preguntó, volteandose, y el castaño bajó la mirada rápidamente.

—¿Por qué...? ¿Por qué el conejo está mojado? —Cuestionó, pensando en que el tipo le podría hacer algo malo al animal, en su mente, personas como él no podían tener una mascota, porque los mismos dueños podrían maltratar a al animal.

Jungkook frunció su ceño, entendiendo el porque de su pregunta. Sin embargo, forzó una sonrisa, y miró al chico.

—Estuve a punto de ahogarlo —dijo, como si estuviera hablando del clima, con su voz calmada y normal—. Pero a último momento, me arrepentí.

Taehyung abrió sus ojos con asombro, preocupado por el bienestar del conejo, lo buscó con la mirada, y al verlo, se asustó. El animalito tenía los ojos cerrados.

—E-eres un monstruo... —Bajó la mirada, sintiendo unas ganas inmensas de llorar, no podía creer que el hombre sea tan cruel.

El pelinegro rodó los ojos ante lo dicho por el adolescente, y tomó a su pequeño conejo en brazos, caminó hasta Taehyung y le dió una leve patada en la pierna.

—Baboso, te crees todo —mostró a su conejo, el cual seguía con sus ojitos cerrados—. Está durmiendo, le dí un baño.

El castaño suspiró con alivio, y Jungkook empezó a secar a su conejito, haciendo que el mismo se despierte.

—Escucha una cosa, puedo ser un hijo de puta, pero, si llegas a decir que le hice daño a Byul una vez más, te golpearé la maldita cabeza, no soy alguien que maltrate animales. —Soltó Jungkook, mientras acariciaba la cabeza de el conejo.

Taehyung lo miró atento, al parecer el tipo tenía un poco de corazón.

El corazón que Bogum, literalmente, no tenía, gracias al hombre.

Un escalofrío recorrió su espada al recordar la escena, y se sintió estúpido por pensar que Jungkook no era tan mala persona.

—El que maltrata animales es Jimin. —Volvió a hablar Jungkook, dejando al conejo totalmente seco, en el piso.

El adolescente frunció el ceño, como odiaba a Jimin, lo vió una sola vez, y automáticamente ya lo odiaba, o por lo menos, le caía muy mal.

Byul, el conejito, dió brinquitos hasta llegar al sofá, y se acomodó ahí, dispuesto a seguir durmiendo.

—¡Jungkook! ¡¿El mocoso está contigo?!—Namjoon entró a la casa rodante, entre jadeos y un rostro que reflejaba preocupación.

—Está ahí. —Jungkook apuntó a Taehyung, restándole importancia a la presencia del presentador del circo.

—La putísima madre, pensé que se escapó. ¡¿Quién mierda te dió permiso de traerlo aquí?!

Namjoon cubrió su boca apenas terminó de hablar, dándose cuenta muy tarde de su error. Jungkook lo miró por unos segundos, y luego caminó tranquilamente hasta él, sonrió levemente y rodeó la nuca del chico con su brazo, en un acto cariñoso.

—Namjoonie, mi buen amigo... —Sonrió de forma tierna, dejando ver las arruguitas que se formaban a los costados de sus ojos, y en especial, su sonrisa de conejo, la cual Taehyung notó, estaba viendo la escena.

Jungkook dió palmaditas en el hombro de Namjoon, sin borrar su sonrisa, tomó aire y lo miró a los ojos. El presentador solo lo miró con miedo.

—¡¿Quién putas mierdas te crees que eres para gritarme, hijo de puta?! —le dió un puñetazo en la mejilla izquierda, haciendo que Namjoon pierda el equilibrio y caiga al suelo—. ¡Fue el maldito Park imbécil Jimin quien me lo dejó aquí, así que me estás gritando sin motivo! —Lo agarró de la ropa, levantandolo, para después darle otro puñetazo.

Taehyung miró con miedo la reacción del hombre, Jungkook había soltado a Namjoon, y después de eso, empezó a darle fuertes patadas en el estómago, repetidas veces, hasta que el presentador solo podía pedir piedad mientras perdía poco a poco el aire.

—¡Además, si yo quería traer al estúpido mocoso, lo hacía sin tu perra bendición! —se agachó y jaló los cabellos de Namjoon, haciendo que éste levante la cabeza de forma obligatoria—. ¡¿Me entendiste?! —Y sin nada más que decir, golpeó el rostro de Namjoon contra el suelo, y Taehyung podría jurar que escuchó como algo se rompía.

El castaño cerró sus ojos con miedo, al ver el rostro de Namjoon, su nariz estaba rota y sangraba demasiado, tenía tanto miedo, solo se dedicó a llorar en silencio.

—¡Ahora vete de aquí, idiota! —Jungkook agarró a Namjoon, lo arrastró hasta la puerta, y antes de que éste pueda salir, le dió una patada en el trasero, haciendo que Namjoon caiga de rodillas al suelo.

El pelinegro cerró la puerta con rabia, para después irse hasta su habitación con Byul en brazos, dejando a un adolescente asustado en el piso, y a un presentador con la nariz rota y un dolor de estómago infernal afuera de la casa rodante.

Taehyung solo pudo quedarse en silencio, y al pasar de unos minutos en los que se había calmado, pensando que, estaba totalmente prohibido gritarle a ese hombre de ahora en adelante.

Clown | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora