Capitulo 21: "¿Estoy cerca?

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Las aves cantaban a todo poder aquella mañana. Causando que muchos niños se emocionasen con el canto.

-Alto Jovencito, ¿A dónde vas con tanto apuro?-Andrew detuvo a su pequeño hijo en pleno pasillo.

-¡Papá! ¡Llegaste temprano!-Grito feliz.

-No, yo no fui al trabajo hoy.-Lo tenía en brazos.- ¿A dónde ibas? ¿A molestar a mamá?

-Tuve una pesadilla.-Hiso un puchero.-Tengo miedo.

-Tranquilo.-Le acaricio el cabello.-Ve con mamá, iré a cambiarme.

-¡Vaya, vaya!-Eran las palabras de un padre enamorado de su hija.-Princesa, ¿Quisiera acompañarme a terminar el desayuno de majestad la reina?

-¡La princesa aceptara si su rey le prepara una bebida llena de azúcar!-Fue la respuesta de la pequeña niña.-¡Mucho Chochomilk! 

-¡Muy bien!-Darkar tomo a la niña en sus brazos y ambos corrieron a la cocina.-¡Para que crezca y puedo sobrepasarme! 

-¿¡Que chiquero es este!?-Verónica se enfadó al ver tantos juguetes y prendas de ropa recién lavadas tiradas en el suelo.-No creerán que yo limpiare todo esto desastre, ¿¡Cierto!?

-¡Oh! Mire, princesa Clarissa. Es su majestad, la reina Verónica.-Dijo a la pequeña, la niña agacho la cabeza. Darkar al ver que su hija ya no iba a seguirle el juego, se dejó de bromas y se acercó a Verónica.-Hola, cielo.-Le beso la mejilla.-Disculpa a este caballero por tanto desastre. Pero, yo solo estaba cumpliendo los deseos de majestad, la princesa Clarissa.

-Lo siento, mami.-Dijo la niña.

-Bueno, no importa.-Verónica miro de arriba abajo a Darkar y noto que vestía su atuendo de ejercicio.-¿Vas a salir a trotar de nuevo?

-Pues, si.-Amarro su cabello en una coleta.-Andrea quiere adelgazar una pancita que le salió de pronto. Y debo ayudarle, es mi hermana.-Le dio un beso en los labios, y salió.-¡Te amo!

Darkar siempre llegaba primero que Andrea, y como todos los días, el daba el primer recorrido por el parque. Aquel joven de treinta y cuatro años, trotaba por los mismos lugares, extrañamente le parecían familiares pero igual adoraba pasar por ahí.

En miles de ocasiones, alguna chica le detenían para saludar. El ignorando el motivo sonreía amablemente. No solo atraía miradas de chicas, de chicos también.

Estaba pasando por unos de los puentes de madera que el parque tenia y alguien entre todas aquellas personas que le miraban, llamo su atención. Se concentró tanto que tropezó con una madre y su bebe, apenado pidió disculpas pero estuvieron de mas, la mujer apenas le vio estaba babeando por él.

¿Sería posible que esa persona que estaba debajo de aquel árbol fuera el albino?

Quiso acercarse, pero sentía que iba a quedar en ridículo si no era el que pensaba. Cuando levanto la mirada, el joven ya no estaba. Comenzó a correr, pero esta vez trabajando los ojos.

Todas las chicas se arreglaban el cabello, el maquillaje, la ropa al verle de lejos, para lograr captar la atención del castaño, para ellas fue una sorpresa total ver que el joven si les miraba detallándoles en lo que veía.

Pobrecitas, ¿No?

Después de haber recorrido todo el parque, se dio por vencido. Se le había perdido de vista.

-¡Aquí estabas!-Andrea estaba detrás suyo.-¡No voy a trotar más! ¡Vengo detrás de ti desde hace diez minutos!

-¿En serio?

-¡Si!-Cruzo los brazos.-Dios, ¿Estas sordo? Voy a quedar ronca por culpa tuya. Te estuve gritando desde que te vi.....¡Tengo hambre! Vamos a comer, y no me vayas a decir que no porque me lo debes, ¿Eh?

-Vale, está bien.-Se arrepintió de haber aceptado minutos después.-Andrea...¿Panqueques o hamburguesa?

-No lo se...-Miraba el menú indecisa.-¿Qué pediste tú?

-Agua.

Después de media hora de arrepentimiento, se levantó a ver el lugar.-Ya regreso, iré al baño.

En el camino hacia el baño, encontró una pared que estaba forrada en fotografías de personas que habían decidido dejar su huella en aquel local. Habían muchas con diferentes estilos, algunas estaban personalizadas, otras eran muy creativas, y luego estaban las normales e indiferentes, las simples. Estaban por secciones, incluso había una de una boda, los casados estaban comidos como cerdos, y tenían un trofeo que representaba que eran los mejores comiendo. Miro a una de las tantas secciones y encontró una que no pudo evitar apegarse más al muro para confirmar.

Era él, con el mismo chico albino.

-Oh señor, discúlpenos por favor.-Se le acerco la camarera.-Es que el lugar esta repleto como puede ver.

-No, no importa.-La jalo del brazo.-Mira, a los chicos de acá.-Señalo la foto.-¿ los conoces?

Entonces ella sonrió.-Por supuesto, son el señor Alatriz y su amigo, el amargado.

-¿El amargado?-Preguntó confuso.

-Lo siento.-Rio.-Es que nosotros lo llamábamos así, es que el chico cada vez que venía estaba de mal humor. Supongo que por eso el señor Alatriz le molestaba y salían discutiendo. Y vaya que discutían. Verlos llegar era ganar una apuesta sobre si pelearían o no.-Y su mirada se entristeció.-¿Sabe? De pronto un día dejaron de venir.

-¿Cómo dices?

-Esa noche no pelearon. Eso lo dijo todo, pero nadie se dio cuenta.

-¿No sabes el nombre de él?-Señalo al chico que lo acompañaba.

-No, lo siento. Nunca dijo su nombre.

-Vale, gracias.

-Señor Alatriz.-Dijo.-Sentimos que haya perdido sus recuerdos.

Darkar la miro sorprendido.

-Supongo que quiere saber el nombre de su amigo, ¿No? –sonrió.- Me encantaría ayudarle, pero tengo fe en la recuperara su memoria, señor.

Después de aquello, se dispuso a llegar a la mesa de nuevo con su hermana a esperar la comida. Pero Andrea había decidido por irse.

-¿Te quedas?

-No, voy contigo.

Cuando iba a cerrar la puerta tras de sí, la misma camarera le llamo. Se acercó y le dijo.

-Cuando vaya al espacio, me saluda a mi hermana por favor.-Confundido cerró la puerta. Unas dos cuadras después, recordó a lo que la chica se refería.

-¿Por qué cargas esa cara?-Pregunto Andrea.

-Había olvidado por completo que envié a una gorda al espacio exterior.

-¿Habías olvidado?-Ella se burló.

Y se rió con ella.



-¿Ahora que te paso? 

-¿De que, o que? 

-¿Como que de que? Mírate estas todo puteado.  Ademas, te falta un ojo.

-Como a ti te falta un poco de verga para que dejes de andar tan amargada. 

-Ya púdrete.

-....

-......

-Destruí el patio trasero y puse a la gorda en órbita. 

-¡¿Que hiciste que?! 



No fue mucho, pero logré recordar un poco de ti.

Siento que estoy cerca de algo, pero no se de que, espero que de ti.


La venganza.  Darkar x MecoboyWhere stories live. Discover now