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Tae

-Y... Crees que está molesto contigo por... -dije en tono cansado.

-Si. Creo que se molestó conmigo, aunque no tengo idea de lo que hice para que eso pasara. Y quiero que tú me ayudes a averiguarlo -dijo señalándome.

-¿Qué? Hyung, no creo que sea una buena idea que yo me meta en... lo que sea que haya pasado entre ustedes -negué varias veces con la cabeza.

-Eres su mejor amigo Tae -me reprochó.

-Y tú eres su Hyung favorito Yoongi. Sólo habla con Jimin Hyung y pregúntale qué le ocurre. A lo mejor lo arreglan antes de que te des cuenta, o incluso mejor, quizá descubras que el jamás estuvo enojado contigo -dije confiado.

-Mmgh. Bueno está bien. Pero tal vez después

-Ay Hyung ¿Porqué no hablas con él ahora? -me quejé.

-Porque ahora, se encerró en la habitación con Jungkook y no me dejan entrar. Además, quiero dormir, y como no puedo entrar a mi habitación, me quedaré a dormir en la tuya -concluyó encerrándose en mi habitación.

Lo oí roncar pocos minutos después.

Suspiré cansado.

''Mm... ¿Qué crees que haya pasado?'' Me preguntó Tata acercándose por el sofá.

Reí al verlo.

Era... aún un poco extraño acostumbrarse a que las lindas y adorables criaturitas que algún día inventaste con tus amigos, simplemente hayan...

Saltado a la realidad.

''Tae...''

Sólo habían pasado dos o tres días desde que llegaron, y aunque podíamos llegar a comportarnos como conocidos de toda la vida, también rondaba la pregunta de ¿Cómo? O ¿Porqué...?

-No lo sé, Tata -le respondí por fin- Yoongi y Jimin Hyung no suelen discutir nunca, y si lo hacen, no duran mucho tiempo sin hablarse y luego actúan como si nada hubera pasado -concluí alzando los hombros.

Me quedé metido en mis pensamientos por algunos segundos. ¿Qué podía haber echo enojar a Jimin? Seguí perdido en eso sólo hasta que un curioso ruidito me hizo reaccionar.

Tata luego se puso a reir.

''Lo siento. Es que me dió hambre'' Sonrió y me reí con él.

Se trepó a mi cabeza. Era tan pequeñito y ligero que apenas notaba su presencia sobre mi. Definitivamente, no sabíamos cómo habían llegado a nosotros, pero estábamos felices de tenerlos cerca.

Dejamos a Van relajándose y recargando su energía en la sala y me levanté hacia la cocina. Después de todo, también me había despertado el hambre. Me preparé un sándwich y abrí uno de los pequeños paquetes de galletas para Tata. Que empezó a comer de inmediato.

Le di un mordisco a mi sándwich, y mientras comía, alguien más ingresó a la cocina.

-¡Oh! -levanté la vista- N-no sabía que estaban aquí...

Sonreí.

-Nos dió algo de hambre -dije alzando los hombros- ¿No quieres comer con nosotros Jungkook?

Abrió los ojos y negó varias veces.

-Ehm... no. Estoy bien, vine por comida pero es para Jimin -dijo apuradamente sacando algunas cosas.

-Jungkook... -traté de llamarlo, pero me ignoró y salió casi corriendo de la cocina hacia la habitación de Jimin Hyung.

Alcé una ceja confundido.

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