¿Por qué?

1.5K 54 0
                                    

La mente humana no es fácil de entender, ni menos comprender. Se asemeja al comienzo de una suave balada que luego quiebra y convierte prácticamente en un teorema inconexo; una serie de anagramas con soluciones incompletas o carentes de sentido. Y por qué no, un inmenso mar de constelaciones expandiéndose a sus anchas por el universo cerebral, el cual al mismo tiempo levanta enormes paredes, encerrando todo en un laberinto gigante. 

En los últimos meses he pasado describiendo distintas situaciones que obervé en algún momento, con la idea de dar con algún mapa de la mente; mi mente. Lo cierto es que entre más crees abrirte paso en ella, más lejos de entenderla te encuentras. Jugamos con nuestras ideas, las ponemos en modo de descanso, en otras ocasiones, o simplemente les damos sueño eterno.

Diariamente vivimos bajo la tormenta del cuestionamiento, y si bien suele no ocurrir durante nuestras actividades, se abre paso cuando nos hallamos en profunda y completa soledad, pues, Mente es muy astuta y perspicaz. Se esconde de las masas, quizás como un mecanismo de defensa o tal vez para evitar conseguir respuestas. 

A lo largo de este viaje simbólico, me quedó claro que existen cientos de soluciones para cosas tan pequeñas, pero acabamos escogiendo las opciones que suelen estar acompañadas de más dificultades ¿por qué? Ni idea. No creo, bajo alguna circunstancia, que seamos masoquistas, es solo que nos dirigimos hacia la ruta que consideramos más correcta, sin embargo, tiende a ser la que menos pistas nos revela, la más desconocida. Nos gusta aventurarnos; jugar a ser nuestros propios dioses y convencernos que podemos quebrar la mano a lo inevitable, y ciertamente, insistir en que podemos hacerlo. En la medida que caminas, y por muy vacía en apariencia la ruta, siempre te topas con elementos que parecen insignificantes en un principio. No obstante, luego comprendes que se trataban de señales y de alguna manera te advertían o animaban. 

La mente humana... Incluso en este mismo momento, estoy seguro que pude haber tomado otro camino o unos cuantos para esta última reflexión, sí, última. Como en algún momento mencioné, todo llega a su fin, y eventualmente lo harán también tu mente. 

Esto, sin embargo, se convierte en una tarea difícil, ya que me genera aún más preguntas, pero ya será para una próxima. Hoy, al menos, hemos llegado a la ruta del fin. 





MenteWhere stories live. Discover now