De hermanos, amigos y primeros amores

Capítulo 17

Las cosas iban normales en la vida de todos, o al menos así podía decirse. Luego de que Jeongin supiera la verdad, se había hecho bastante cercano a Minho. Le hablaba de diferentes temas y se reía de todo lo que el mayor decía, hasta lo que no era gracioso. A los demás estudiantes de la escuela se les hizo algo raro ese nuevo grupo formado. Hyunjin y Minho siempre estaban solos, pero ahora tenían a su lado a Kim Woojin, Kim Seungmin y Yang Jeongin. Claro que también tenían a Jisung, pero como este estudiaba en otra escuela, solo lo veían cuando salían o iban a la casa de los Kim. Hyunjin y Jeongin también pasaban bastante tiempo juntos. Se había hecho cercanos, incluso más que Jeongin con Minho, y ambos se ponían nerviosos con la presencia contraria. Hyunjin porque sabía perfectamente que seguía súper enganchado con el menor, y Jeongin simplemente porque no entendía el pequeño revoloteo en su estómago siempre que Hyunjin le decía algo bonito. Hyunjin tuvo que volver a su casa, aunque no quería, porque sus padres iban a llegar en cualquier momento y no es que pudiera explicarles que quería mantenerse alejado de su hermano porque le hizo daño a su mejor amigo. Además, no es como si sus padres lo fueran a dejar estar en casa de Minho mucho tiempo ya que era una "mala junta".

Minho por su lado seguía siendo un semi caos. Estaba feliz desde que todo estaba resuelto entre sus amistades, pero aún no resolvía el problema de su corazón. No había pensado en Christopher hace mucho y eso era bueno para él. Al no pensar en su primer amor, se había dado la oportunidad de conocer a Woojin. Ahora las cosas eran algo diferentes. Desde que Chris lo fue a buscar aquella vez en su casa, cuando lo besó sin previo aviso luego de tanto tiempo, su corazón y cerebro se confundieron. No ayudaba mucho que ahora parecía ver a Chris en todos lados. Le huía, claro está, pero no siempre podría hacer eso. Además, el huir no resolvía sus sentimientos. Por el otro lado tenía a Woojin. Era un chico increíble, dulce y lo cuidaba muy bien. A Minho le gustaba, demasiado a decir verdad, pero no sabía si en algún momento llegaría a amarlo. A Christopher lo llegó a amar y eso es lo que le asusta. Le gusta Woojin, pero no sabe si lo amará. Entonces tiene a Christopher por otro lado confundiendo sus sentimientos. Se sentía fatal consigo mismo y con Woojin.

Ahora se encontraba en su hogar terminando tarea para luego ir al centro comercial. Era el día de San Valentín, o sea el día de la presentación de su amigo. Sería en el centro comercial. Pondrían una tarima en un espacio vacío que había y ahí todos los concursantes se presentarían. No era algo muy grande, pero definitivamente era una gran oportunidad para su amigo. Hyunjin no había querido enseñarle a nadie la coreografía, ni siquiera cedió cuando Minho le pidió a Jeongin que colocara carita de perrito mojado para convencerlo. Sabe que Hyunjin luchó mucho para decir que no. En fin, ese día sábado, todos verían la coreografía que había creado Hyunjin. El chico bailarín iría por su cuenta al centro comercial, de hecho ya debía estar en el lugar, pero Minho, Jisung, Jeongin y obviamente Seungmin, serían recogidos por Woojin.

Minho bajó tras asegurarse que no se le quedaba nada y se sentó en el sillón esperando a que Woojin le mandara un mensaje avisando que estaba fuera. Su madre estaba en la cocina haciendo al aseo de esta. Cuando Minho recibió el mensaje, salió de la casa y se montó al auto en la parte trasera junto a Jeongin y Jisung. Seungmin iba de copiloto. Fueron escuchando canciones en la radio y platicaba de cualquier tontería en lo que iban de camino. Cuando llegaron, se bajaron de manera normal y fueron al área en donde se organizaría el evento.

Hyunjin por su lado estaba bastante nervioso. Era la primera vez que bailaría frente a alguien, además de Minho. Siempre le ha gusto bailar, pero por su familia súper estricta nunca había podido hacerlo como quería. Aprendió a bailar viendo vídeos en YouTube y personas en la calle bailando. Cuando era más pequeño le encantaba ver esos programas de concursos de baile, pero casi siempre miraba las repeticiones de la madrugada porque sus padres no le permitían ver nada de eso. A la mañana siguiente estaba muerto de sueño para ir a la escuela, pero sentía que valía la pena. Era lo que quería hacer.