4.

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¿Qué ha hecho con su vida? Camille simplemente no lo sabía.

Después de guardar la despensa se sentó en el gran sofá, sus lágrimas comenzaron a salir y era inevitable. Todo lo ocurrido le llegaba a la cabeza como vagos recuerdos, estaba aturdida.

Harry por su parte llegando a ‘su casa’ No le dirigió ni una palabra y ni una mirada, sólo subió rápidamente a la habitación.

La rubia no sabía que hacer o decir, todo esto le dolía, y lo peor de todo es que aún tenía la esperanza de que él pudiera cambiar y... Amarla.

Camille se levantó del sofá y sorbió su nariz. Caminó rumbo a las escaleras y se dirigió a su gran habitación, abrió la puerta y ahí estaba Harry, parado frente a un espejo, pasando su mano por su ya largo cabello. Iba a salir y no tenía la menor intención de decirle a su esposa a dónde iría.

—¿Saldrás? —Se animó Camille inocentemente a preguntar—

—Eso no te importa. —Dijo duro y frío—

—S-soy tu esposa. —Dijo débil—

—¿Y? Eso no quiere decir que metas las narices donde no te llaman.

—Me d-duele la forma en la que m-me hablas Hazz... —Su voz se entre cortó— Yo te amo demasiado...

Harry no soportaba a Camille mucho menos las palabras que decía, y si él tenía que ser duro para alejarla, él haría lo fuera para conseguirlo.

—¡Basta! —gritó— No te soporto ¿No lo entiendes? Te aborrezco, tengo que salir fuera de este infierno para tener sexo con alguien que no seas tú. —Su mandíbula se tensó aún más— No te deseo, y mucho menos te amo. ¿Escuchas? ¡No te amo!

Camille había escuchado esas horribles palabras, pero aún más horribles saliendo de la boca de su esposo. Se quedó callada, no sabía que responder a eso, ya no tenía lágrimas para derramar.

¿Qué necesita para que él pudiera amarla?

Harry caminó hacía la salida, no sin antes pasar a lado de Camille y darle pequeño empujón con su hombro. Ella era frágil, así que fácilmente calló sobre la cama.

Lo único que escuchó fue el cerrar de la puerta principal fuertemente.

(...)

—¿Vendrás mañana, cariño? —Preguntó Jenny, la misma y nueva conquista de Harry—

—Posiblemente, y no me llames así. —El rizado se acercó a la chica que estaba desnuda sobre la cama de un hotel barato y la besó fuertemente—

Harry se alejó de ella y salió de aquel feo y barato hotel. Subió a su automóvil y tomó marcha de regreso a casa. Eran aproximadamente las 3:25 a.m.

Harry esperaba encontrar a la insoportable rubia dormida. Entró a casa y subió las escaleras, abrió la puerta dónde dormía Camille y la encontró acostada durmiendo. Dio media vuelta y se dirigió a la habitación de huéspedes.

Él no sentía ni una gota de sentimiento hacía Camille. Al contrario, sólo sentía lastima por aquélla tonta chica.

Harry suspiró y tomó asiento sobre la cama, pero al momento de hacerlo sintió su celular vibrar. Al instante lo sacó de su pantalón entallado y verificó de quién se trataba la llamada. Hershel.

Maldijo en voz baja y deslizó el dedo sobre la pantalla para así contestar.

—¿Qué pasó? —Dijo Harry un poco malhumorado—

Lo que menos necesitaba ahora era una llamada del tío de Camille.

—Eso mismo digo, ¿Qué pasó con Camille?

—¿Por qué? ¿Te dijo algo ella? —Habló preocupado—

Le preocupaba que Camille tal vez haya comentado a su tío lo ocurrido de ayer y de esta mañana.

—No, no he tenido oportunidad de hablar con ella, pero por eso te hablo. ¿Está todo bien?

—S-sí, todo está bien... Son la tres y media de la mañana, Camille está durmiendo. —Habló el rizado—

—Perdona por hablar, pero es la única hora disponible que tengo. Mañana hablaré con mi sobrina.

—N-no hace falta, todo está bien...

—No importa, aún así quiero hablar con ella.

—De acuerdo... Esperamos tu llamada. —Habló no tan seguro—

Hershel cortó la llamada y Harry sé acostó en la cama, y así quedó profundamente dormido.

(...)

La noche anterior, Camille decidió que ya no insistiría con el tema de que Harry fuera el esposo que ella quería que fuera. No podía hacer nada al respecto, le dolía profundamente, pero tenía que aceptarlo.

Sólo tal vez con el tiempo él podría cambiar y ser otra persona. Pero con tal sólo veinticuatro años Harry tenía ya su vida hecha con una mujer bella a la que no quería. Y con tan sólo veinte años Camille tenía todo lo que pudiera desear.

Ella ya no haría nada, no quería parecer una estúpida frente a él, aunque ya es demasiado tarde para ello. Se comportaría de la misma manera, tal e igual como Harry lo hacía. Indiferente y reservada.

Camille. |h.s|Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin