Firemind || BNHA

XVI.

"Cuando llorabas, yo secaba todas tus lágrimas cuando gritabas, yo luché contra todos tus temores. Sostuve tu mano durante todos estos años, pero tú todavía tienes todo de mí.
- Evanescense.

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Frunció el ceño al ver entrar luz por su ventana, se maldijo por no haberla cerrado el día anterior pues ayer a penas llegó se bañó y se lanzó a su cama durmiéndose al instante.

Sus padres no estuvieron en casa para darle la bienvenida, así que no le arruinaron los ánimos con los que iba.

Giró la cabeza para ver la casa de al lado, no había sido un sueño el que haya decidido soltar ese sentimiento de rencor y que ahora intentaría arreglar las cosas con Todoroki, aunque con Endeavor nunca, eso jamás pasará.

Se puso las pantuflas y bajó hasta la primera planta en busca de algo de comida, eran las 10 de la mañana así que eso significaba que sus padres todavía no llegaban. Debió ocurrir algo grave anoche como para que decidieran no acudir a su hogar, era normal que no estuvieran durante esas horas pero siempre regresaban y estaban por la mañana.

Encendió el televisor y una posible teoría se formó en su cabeza, el asesino de héroes había atacado dejando herido de gravedad al héroe Ingenium.

– Iida-san debe estar destrozado. — Volteó a ver por la ventana cuando divisó una cabellera extravagante que iba pasando por en frente, Todoroki debía de estar yendo a ver a su madre.

Caminó hacia el cristal para deslizarlo y hablar lo suficientemente alto para ser escuchada por el chico.

– Que tengas suerte Shoto. — El nombrado detuvo su andar para mirar de dónde había provenido esa voz.

– Gracias, no me olvidaré de hablarle de ti. — Un sonrojo amenazó en aparecer, ¿qué clase de cosas le diría a Rei? ¿cosas buenas? ¿lo que le hizo durante todo este tiempo? se avergonzaba de sí misma un poco, había sido demasiado cruel y egoísta.

Si Todoroki llegaba a hablar mal de ella, se lo merecía.

Movió su mano para despedirlo antes de volver a lo suyo dentro de la casa, el asesino de héroes volvió a su mente.

Era una obviedad que sus padres debían estar en su lista de próximos en atacar y como no, Endeavor igualmente. Se preocupó de todas formas, finalmente eran sus padres, una cosa era detestarlos y otra muy distinta el quererlos ver muertos.

Al igual que Shoto había decidido visitar a su madre para cerrar un ciclo, ella tenía planeado ir a la casa de los Todoroki a visitar el altar que había en aquella casa, altar que nunca fue capaz de visitar.

Siempre tuvo la sensación de que si llegaba a mirar ese lugar, la idea de que Touya puediese estar vivo y que solo había desaparecido se esfumaría de su cabeza, aunque era una estupidez ya que ella misma le vió morir. Tenía que aceptarlo de una vez por todas.

Enterrar el pasado.

Contestó algunos mensajes que tenía en el grupo de sus amigos, Bakugo había desaparecido de éste, ni siquiera sus maldiciones podían leerse.

Cuando volviesen a clases hablaría con él para intentar arreglar las cosas.

Ahora su mayor problema era el hambre, su estómago rugía por algo de comida así que se prepararía panqueques.

Shoto salió de su residencia con una meta clara y era visitar a su madre después de evitarlo por tanto tiempo, porque creía que era mejor no mostrarle su cara, siempre tuvo la sensación de que le odiaba y temía empeorar su condición apareciendo por esa clínica.