capitulo 3

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Capítulo 3

-fue el mejor de los bailes. Estuvieron increíbles.- dijo el tío Larry

Habíamos bailado genialmente bien. Los chicos con quien nos había tocado aportaron mucho… se movían como ángeles.

-gracias.- dijimos Ro y yo al unísono.

-¿en qué momento crecieron?- papá y su pregunta

-emmm, comí toda la comida.- Ro me picó un ojo.

-creo que lo mismo.- dije

Xxxxx

Se acercaba la hora del discurso. Estaban preparando el micrófono. ¿Por qué carajos me había tocado a mí?

La gente estaba a la expectativa. ¡qué vergüenza!

-Blake Ann Collins, hija del honorable William y la hermosa Susan Collins. Elegida este año como vocera. Un aplauso para ella, por favor.

Era mi turno. Tenía que hacerlo. Me levante, tomé un sorbo de agua y camine al micrófono. Todas las miradas fijas en mí. ¡Trágame tierra!

Estaba bastante tensa, entonces lo vi. El chico de afuera ahora ocupaba un lugar en una mesa del salón. Estaba con dos hombres y una mujer. Parecían familia, se parecían mucho. Lo miré y me guiñó un ojo. ¿Qué? ¿En serio lo hizo? Volteé la cara e intenté no mirarlo más. No podía, me ponía nerviosa. Tonta Blake.

-cuando me dijeron que era vocera,- comencé.- sentí muchos nervios, es más, aun los tengo. Luego pensé que soy bailarina y me expreso con el baile, o sea que de cierto modo hablo con mucha gente a través de mi cuerpo.- él me veía muy atento.- últimamente en el mundo de los negocios estamos viendo que los hombres dominan el mercado. Me he fijado que los hombres creen que las mujeres no pueden hacer lo mismo que ellos. Que es muy grande la creencia de que los hombres son seres de negocios y las mujeres seres caseros. También me he fijado de esto en las mujeres. Mujeres que no creen en sus capacidades y que no creen que puedan hacer cosas aún más grandes que los hombres. Que equivocadas están. No se trata de competir, no busco hacer que haya una guerra de quién es  mejor… es sólo que quiero que en sus cabezas quepa la posibilidad de una empresa siendo dirigida, administrada, creada, sostenida por mujeres. Que nos demos cuenta que las mujeres también tenemos ese don de hacer encoger a un socio hasta que firme el contrato más importante de su vida.- todos estaban atentos ahora. Mucho.- mi madre creó un casino en Las Vegas con el cual comenzó sus negocios. Ella, con ayuda de otras mujeres lo hizo crecer hasta ser el casino Zamba que es hoy. Me enorgullece saber que mujeres con ganas hicieron algo de lo que hago parte. El tema de este año era la importancia de la mujer en los negocios. Yo hoy les digo que las mujeres son tan importantes como los hombres. Una voz más gruesa no va a hacer que te intimides. Es el poder de la persona lo que hace que te dobles. Las mujeres tenemos ese poder. Hoy, yo Blake Ann Collins, les digo que sus negocios serían mucho más grandes y prósperos si comienzan a incrementar el sexo femenino en las empresas. Ese sexo que hace que las mentes de los hombres más brillantes sean nada. Y no quiero decir que por ser mujeres somos más entregadas a las cosas, pero lo siento, lo somos. Cada uno aquí tiene un imperio que cuida como un león a sus crías, háganlo crecer con mujeres a bordo. Verán los resultados. Las mujeres deben tener el mismo valor y respeto que los hombres en las empresas y fuera de ellas. Gracias.

Aun miraban atentos. Ahora estaba más nerviosa. Los aplausos no se hicieron esperar. Cada uno de los habitantes del salón se levantó a aplaudir.

-felicidades.- dijo alguien al fondo

Mamá y papá estaban emocionados. Mamá se secaba unas lágrimas.

“Dios griego” estaba viéndome fijamente. Era tan guapo…

Me dirigí a mi mesa y mi madre me abrazó. “felicidades” “te amo” “estuviste genial” “estoy tan orgulloso” “no pudiste hacerlo mejor” escuchaba a cada uno en mi mesa alagarme. Mi familia era hermosa.

-esto es por ti, mami. Gracias por ser uno de mis guías. Te amo.- la abrace y me abrazó fuerte.

Ro me abrazo por detrás.

-no llores que se corre tu maquillaje.- le dije. Rió

-cariño, eres hermosamente inteligente. No sabía que pensabas tanto.- la miré mal y luego sonreí. Sabía que bromeaba.- eres demasiado para cualquiera, Blake. Felicidades. Te amo tanto, joder.

-Rosie Ann Donovan, no digas maldiciones.- tía Martha miraba a Ro con el ceño fruncido.

-bueno, no joder. Coño.- reí. Ro era única.

-no es gracioso.- volví a reír de Martha.

La fiesta siguió. Ro y yo veíamos a la gente bailar y etcétera. Mis padres bailaban, los suyos también. “Dios Griego” había salido un rato antes y no lo había visto regresar. ¡Lástima!

¿Qué estaría haciendo? ¿volvería?

Decidí ir afuera para ver si lo veía. Quizás estaba tomando aire. Nada. No estaba. Decepcionada entre después de dos minutos. Ro bailaba con un chico tan rubio como ella. No me gustaba para ella, no tenía mi aprobación. Reí por eso.

Me vio cuando iba entrando y le mostré dos dedos abajo.

“no me casaré” leí en sus labios. Reí bajo. La vi reír.

Me senté a esperar que ella terminara… era mi única distracción. Un chico me saco a bailar, pero me negué y así con varios más.

Ro no dejaba de bailar.

-“when I see your face, there´s not a thing that I would change. Cause you´re amazing. Just the way you are. And when you smile the whole world stops and stares for a while. Cause girl you´re amazing. Just the way you are”. - Canté el Coro de Just The Way You Are de Bruno Mars, mientras los míos bailaban.

-Ven a bailar ya. - Ro me tomó del brazo

Miré a la mesa de “Dios Griego” y nada. Al parecer, no volvería

PERFECTION IS SO...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora