𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 17

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-Es la canción del cuento que me narraba mi madre, antes de tener que huir- intento explicar.
-Me alegro que la conozcas, por que no me acuerdo ni de la mitad de la canción- dice entre carcajadas Chong.
-¿Puedes contarnos?- pregunta Aang con ojos de cachorro.
-Porfaa- le sigue el rollo el menor.
-Está bien solo, déjenme un momento- cierro los ojos he intento recordar, cuando los abro, todos están a mi al rededor.
-"Un hombre y una mujer se conocieron en la montaña que dividía sus aldeas.- empiezo a narrar- Las aldeas eran enemigas y no podían estar juntos pero su amor era fuerte y encontraron una solución. Los tejones-topo les enseñaron a ser maestros tierra. Fueron los primeros maestros tierra. Construyeron complejos túneles para verse secretamente. Cualquiera que tratara de seguirlos se perdería en el laberinto. Pero un día el hombre no apareció.
El murió en la guerra entre sus dos aldeas. Destrozada, la mujer desplegó todo su poder de maestra tierra. Pudo haberlos matado a todos, pero en vez de eso la mujer paró la guerra. Las aldeas le ayudaron a construir una nueva ciudad donde vivirían juntos y en paz. El nombre de la mujer era Oma, y el se llamaba Shu. La gran ciudad fue nombrada Omashu en honor a su amor".

-¡Eso es!- grito aquel extraño hombre- ya se como va la canción- y acto seguido se puso a cantar.
-Tu historia es muy bonita, Zu- me dice amablemente mi hermano- pero esa canción es horrible- añade bruscamente.
Todos aquellos "nómadas" bailaban al ritmo de aquel instrumento de cuerdas.
-Los dos siguientes versos no los recuerdo pero, creo que seguía así: ¡Túnel secretooo!¡Túnel secretooo!
¡En la montaña! ¡El túnel secreto secreto construyeron! ¡Sii!- termina la canción.
Y todos aplaudimos, menos Sokka.

-Creo que vamos a continuar por aire, ya nos hemos enfrentado a la nacion del fuego otras veces. Todo irá bien- nos dice el de la coleta mientras se acerca a Appa.
-Si, gracias por vuestra ayuda, pero a Appa no le gusta meterse bajo tierra y nosotros tenemos que hacer lo que prefiera Appa- dice el chico de la flecha con una sonrisa.

Todo se ha complicado. Estábamos volando tranquilamente hasta que la nación del fuego mos encontró y nos empezó a lanzar bolas de fuego. Estamos esquivando las pero son demasiadas.
Todos gritamos y nos agarramos fuerte a la montura del animal mientras este hace acrobacias para esquivar la munición que nos están disparando.

-Cambio de planes, vamos a la cueva del amor esa- les dice Sokka malhumorado a los nómadas una vez en tierra, mientras todos les seguimos medio chamuscados.

Después de un rato de caminar Hiro pregunta:
-¿Estamos muy lejos del túnel?
-En realidad no es un túnel, los amantes no querían que se descubriera  su amor así que construyeron un laberinto- le contesto yo.

-¿Laberinto?- exclama mi hermano preocupado.

-Nosotros lo descifraremos- comenta el hombre que no guía, Chong.
-Lo único que hay que hacer es creer en el amor- completa su esposa- o eso dice la maldición.
Sokka se queda quieto y todos le pasamos de largo.
-¿Maldición?- le oigo gritar desde atrás.

-Eh, ya hemos llegado- nos informa el guía.
-¿Que es exactamente esa maldición?- pregunta mi hermano.
-La maldición dice que solo los que confían en amor pueden atravesar estas cuevas. Si no es así quedarán atrapados para siempre.
-Y mueren- vuelve a intervenir su esposa.
-Ah, sí, y mueren. Eh, acabo de recordar el resto de la canción - y empieza a cantar de nuevo.
-Se acabó, yo lo pienso entrar en un agujero maldito- dice Sokka.
-Concuerdo con el- comenta desinteresadamente el menor.
-Eh, ¡alguien está haciendo una hoguera gigante!gigante- señala uno de los nómadas a una gran hilera de humo no muy lejos de donde estamos.
-Eso no es una hoguera- le digo yo.
-Es la nación del fuego- explica mi hermana.
-Nos siguen- dice resignado el mayor.
-Y para atravesar estas cuevas solo tienes que creer en el amor?- pregunta Aang.
-Así es, punta de flecha- le contesta.
Acto seguido el se vira hacia a mi y nos miramos por unos segundos.
-Podemos logralo- dice decidido.
-Todos al agujero- dice gracioso Sokka.
El animal ruge y supongo que es por su desacuerdo, pero no opone resistencia.
Derrepente unos temblores derrumban la entrada por donde acabábamos de pasar, obra de la nación del fuego ese desastre.
Nos quedamos a oscuras hasta que alguien enciendo una antorcha.
Appa ruge incomodo.
-No pasa nada Appa, estaremos bien- le anima mi hermana- espero.
-Estaremos bien, solo necesitamos un plan. Chong, ¿Cuanto duran las antorchas?- empieza a dirigir mi hermano.
-Unas dos horas cada una.
-Y tenemos 5 antorchas- dice la mujer- osea 10 horas- agrega mientras las enciende todas a la vez.
-Eso no funciona así- dice Hiro mientras le quita las antorchas a la mujer y las apaga todas menos una- Si las encendemos a la vez.
-Voy a hacer un mapa para marcar donde hemos estado ya. Así podremos ver la ruta del laberinto y cruzar- dice Sokka.
Todos sentimos y emprendemos la marcha.

-Sokka está es la séptima vez que nos llevas a un callejón sin salida- le digo con cansancio.
-Es que no tiene sentido ya hemos pasado por aquí- argumenta el.
-No necesitamos un mapa solo creer en el amor- nos dice el rey de los hippies- el pequeño lo sabe- dice refiriéndose a Aang.
-Sí, pero no me importaría tener un mapa- contesta el respetuosamente.
-Aquí hay algo raro- especula mi hermano- solo hay una explicación. Los túneles cambian- sentencia. Al segundo que dice eso todo empieza a temblar.

-Los túneles están cambiando, debe de ser la maldición. Sabía que no teníamos que entrar aquí - dice con miedo Chong. Creo que es la primera vez que le veo preocupado.
-Claro, ahora lo más fácil es quejarse- dice el mayor rencorosa mente.
-Callaos todos, escuchad- manda Katara.
Se escucha un silencio sepulcral y logró distinguir un leve susurro inentendible. Momo se asusta y salta del hombro de Sokka hasta el avatar.
El mayor, quien es quien porta la única antorcha encendida, se acerca a la procedencia de ese susurro.
Todos nos quedamos observando la espesa negrura y cuando menos lo esperamos sale un murciélago- lobo hacia nosotros a toda velocidad.
Me cubro la cara cuando pasa por encima mía.
-Es una cosa voladora gigante con dientes- repite lo obvio nuestro guía.
-No, es un murciélago-lobo- intervengo yo.
El animal se pasea de forma inquieta por encima de nuestras cabezas y Sokka intenta frenarlo acercándole el fuego de la antorcha, pero sin querer quema una pata de Appa lo que provoca que este huya estruendosamente del fuego.
El murciélago desaparece pero el gran animal sigue inquieto. Da vueltas en círculos colocándose con las paredes del túnel creando grietas en las piedras. Una avalancha de piedras em9a caer de las paredes y techo pero gracias al aire control de Aang  nadie cae aplastado bajo las piedras. No me da tiempo a reaccionar al ver que una gran parte del techo va a caer encima mío y empiezo a correr pero no me va a dar tiempo. Corro hacia Hiro y llego sana y salva gracias a que Aang se tiró encima mío y nos impulsó para no quedar aplastados.

Creo que mis notas se están volviendo muy personales JAJAJAJ. Os quiero uwu. ¿Que preferís? Diganme como queréis que se quede el grupo separado por que tengo dudas de cómo hacerlo jajajaja.
No me tiren piedras a mi por no actualizar desde hace tiempo pero ya estoy aquí. Espero que todos estéis bien y seguros y que no os estéis volviendo locos por esto de la cuarentena. Hasta el próximo capítulo;)
~🍒

¿Somos Dos?- Avatar La Leyenda De Aang/ AangxOcHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin