𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 15

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El general se levanta de su trono y con un movimiento de tierra control lo impulsa contra nosotros arrastrándonos hacia atrás.  Sokka y Hiro intentan detenerlo pero los soldados les detienen. No sé donde se encuentra Katara.
Caemos al patio a través de una ventana y antes de chocar nos contra el suelo Aang utiliza su aire control para amortizar la caída.
-¡Guardias, ataquen a los avatares!- se oye desde lo alto de la torre, por donde caímos.
Los guardias se acercan y nos rodean.
-¿Juntos?- le digo con miedo.
-Juntos- me responde firmemente.
El general salta también y al caer crea una onda expansiva con su tierra control que desestabiliza a mi compañero, que se agarra de mi brazo para no caer.
-¿Que estas haciendo?- le grito yo.
-Creo que pronto lo sabrás. Vamos a conseguir resultados.
Entonces los soldados que a nuestro alrededor se encontraban levantaron bloques de tierra que tenían la misma forma que su moneda, pero aumentada en tamaño. Aang y yo esquivamos lo que pudimos,  mi compañero utilizó aire control para evitar quedar aplastado.
-Yo no soy su enemigo. No lucharemos contra usted.

Entonces cuanto de esos grandes bloques de tierra nos rodean a cada uno, y quedamos en el hueco del medio. Hacen rodar a esos círculos y yo me empiezo a marear en su interior.
Entonces hacen romper el bloque saliendo disparados.
Esquivo todo lo que me lanzan y me alejo, me doy cuenta de que es como un pilla pilla pero más extremo. Que tonta soy, no es momento para boberías.
Aang se sube en una bola de aire que utiliza como transporte y me sube en ella con el, me agarro fuerte para no caer.
-Sujetate- me dice al tiempo en el que empieza a subir por una pared para evitar a los soldados.
Unos guardias suben con nosotros por la pared gracias a su ave-caballo y cuando nos intentan dar con sus lanzas caemos hacia abajo, yo caigo de pie y Aang hace una voltereta.
Entonces, justo habíamos caído en una de esas lajas de tierra, se eleva y nos atrapa en el centro, mientras el general con su tierra control nos atrae.
-¡No podréis luchar eternamente!
-¡Usted si que no podrá hacerlo!- le contesto yo.
Da un golpe al suelo y lo que nos atrapaba explota.
Salimos corriendo mientras golpes en el suelo nos persiguen.
Veo a lo lejos a Sokka, Hiro y Katara bajar del templo por las largas escaleras, y distingo preocupación en sus caras.
Me viene una idea a la cabeza, se supone que hay agua en la tierra ¿cierto? Aunque sea mínima la cantidad,  decido intentarlo. Me preparo y elevo las manos, utilizando agua control, y logro sacar una poca cantidad de agua, pero la suficiente como para darle un latigazo al soldado que tengo enfrente, quien cae al suelo adolorido.
-¡Lo siento!- le digo mientras corro lejos de él.
Un soldado se prepara para lanzarme algo mientras estoy desprotegida, pero cae por un golpe que le llega a la cabeza por culpa de un boomerang, y sé quien es el dueño.
-¡Yuju! Sí, no te metas con nosotros- le dice Sokka mientras recoge el aparato del suelo.
Mi hermana saca el agua que lleva en su cantimplora y también la utiliza contra soldados. De reojo veo como el estúpido de mi hermano se monta en un ave-caballo y miro preocupada como sale corriendo el animal con él encima.
-Quizas vosotros podáis eludirme- nos dice- pero ella no- se refiere a Katara, y con un chasquido todos los guardias lanzan bloques de tierra hacia mi hermana, rodeando la. Ella saca su agua y se prepara para luchar, pero el general hace que la tierra absorba el agua y convierte el suelo de donde está mi hermana en arenas movedizas.
-No me puedo mover- dice mientras intenta escapar.
-Sueltela- dice Aang, quien con aire control se acerca al general, quien levanta un muro para evitar sus ataques.
Katara se hunde más en la arena.
-¡Katara, no!- dice Hiro quien intenta intervenir, pero queda atrapado en un bloque de tierra, y mi hermano sigue intentando bajarse de aquel animal.
-¡Basta ya, tiene que soltarla!- intenta imponerle mi compañero.
-Podrías salvarla si estuvieras en estado avatar.
-Ya lo intento, lo intento- dice Aang resignado.
Katara se hunde más en la arena.
-Zu, ¡me hundo!
Katara desaparece sepultada por la tierra finalmente y Aang se tira intentando socorrer la.

Me hierve la sangre, y no aguanto un momento más viendo esto, aunque sé que es lo que el quiere.
-Ha dicho que la sueltes- le digo, mientras siento que me elevo en el aire.

La chica asciende y sus ojos brillan, su pelo suelto también se eleva y el viento lo balancea ligeramente. Todos se quedan mirando aquello que era tan inesperado. Zu había entrado en estado avatar.
-Ha funcionado, ¡Ha funcionado!- gritó el general sin saber la que le caería.
Nuestro otro avatar se queda observando con admiración a su compañera. Esta mira con furia al general, y lanza una ráfaga de viento leve. El general mantiene una sonrisa hasta el momento en el que se da cuenta del peligro que corre, al ver aquella mirada tan gélida. La chica pega una patada al suelo sin llegar a tocarlo, y esto provoca una especie de tsunami que solamente afecta al general, quien cae derrotado al suelo. Entonces un torbellino de aire y arena se crea alrededor de esta. Desde lo alto, mira con desprecio al general.
-Avatar Suzume, tu amiga está a salvo, ¿me oyes?- le grita- solo era un truco para provocar el estado Avatar- intenta que se le escuche entre todo ese ruido provocado por el mini tornado, mientras saca milagrosamente a Katara de debajo del suelo, intacta- ¡Y ha funcionado!- grita lo último con orgullo.
En ese momento la joven avatar cae desde donde estaba, haciendo volar al general en cuanto ella toca el suelo, y creando una onda que solo le afecta a los soldados, pero algo parece pasar.

Derrepente salgo de mi cuerpo, como un espíritu, y parece que Aang también lo hace, y miro horrorizada como estoy por primera vez en estado avatar, entonces Roku aparece montado en su dragón, y nos coge a Aang y a mi.
-Es hora de que aprendáis- nos dice mientras nos aleja.
-El estado avatar es un mecanismo de defensa destinado a fortalecer con la destreza y el conocimiento de todos los avatares pasados. El brillo es la combinación de todas vuestras vidas pasadas centrando su energía en tu cuerpo. En el estado Avatar sois más poderosos, pero también más vulnerables.
-¿Que quieres decir?- pregunta Aang.
-Si te matan en estado Avatar, se romperá el ciclo de la reencarnación y el Avatar dejará de existir.
Aang y yo nos miramos, mientras Roku nos trae de vuelta, y yo vuelvo en mi.
Todo parece parar y yo me quedo en el suelo, pensando en todo el daño que he provocado, mirando todo lo que he destruido.
Katara y Aang se acercan a mi.
-Lo siento chicos, espero que no tengan que verme así nunca más- les digo mientras los abrazo.
-¡Ja!¿Bromeas? Ha sido perfecto. Solo tenemos que encontrar el modo de controlaros cuando estéis así.
Yo le miro con furia.
-Está loco- afirma el avatar.
-Lo encontraremos de camino a la nación del fuego- continua.
Sokka se acerca controlando por fin el ave-caballo, y a su espalda va Hiro, quien le pega al general con el boomerang de Sokka, y el herido cae al suelo.
-¿Alguien tiene algo que objetar a esto?- pregunta mi hermano a los soldados que nos observan, los cuales niegan rápidamente.
-¿Todavia queréis una escolta hasta Omashu?- nos pregunta uno de ellos.
-Creo que no, gracias- digo mientras miro sontiendo a mis amigos, y Momo llega volando al hombro de Aang.

Nos montamos en Appa con todo recogido y despegamos, para alejarnos por fin de ese sitio de locos.

Hola a todos, ¿qué tal les va la cuarentena? A lo mejor en vuestra ciudad no es muy grave esto del coronavirus, y eso espero, pero en la mía hay que estar 15 días o más sin salir de casa, llevo tres y ya me estoy volviendo loca jajajaj. Espero que todos estéis bien y me alegro que os guste la historia. Ahora si me lo permitís.  MIL LEIDOS OSEA 1.03K NO ME LO PUEDO CREEER. Mil gracias a todos de verdad. Cuídense y hasta el próximo capítulo.
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¿Somos Dos?- Avatar La Leyenda De Aang/ AangxOcWhere stories live. Discover now