Capítulo 40 (especial 100k)

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-¿Que crees habría pasado si no te hubiéramos encontrado?- le pregunto yo. Estoy acostada en si regazo mientras el juega con uno de mis rizos. El cielo nocturno como compañía. Todos los demás están durmiendo. De alguna manera, siempre acabamos así. Compartiendo estos momentos íntimos en la noche, cuando todos descansan. Antes me escusaba en que las pesadillas no me dejaban dormir, y por lo tanto cuando más estuviera despierta mejor. Pero ha pasado mucho tiempo desde mi última pesadilla. Eso solo es una escusa. Me gusta estar así con él. Y creo que a él le pasa lo mismo.

-No lo sé, de alguna manera siento que tenía que pasar. Que debía de pasar.

-¿Como si estuviera escrito?

-Si, de alguna manera.

Levanto mi mirada para conectar con la suya. Él ya estaba mirándome, y con esa sonrisa boba que me dan ganas de-

De nada.

No me Dan ganas de nada.

No puedo evitar sonreír devuelta.

-¿Entonces crees en el destino?

-¿Tú no?

No tengo ni que pensar mi respuesta.

-No me gusta la idea de que todo ya está decidido. ¿Que pasa con el libre albedrío? Si nosotros no dirigimos nuestras vidas, ¿que gracia tiene vivir?

El asiente lentamente,  y mira hacia las estrellas. Yo hago lo mismo.

-Yo lo veo más bien como que esas decisiones no las toma el destino. Lo que sucederá ya está escrito, pero no por nadie más que nosotros. De igual manera que me gusta pensar que nos conocimos por algo más que simple casualidad.

Una risa se me escapa.

-¿Te hace gracia?- me pregunta mientras sonríe él, intentando parecer ofendido pero fallando desastrosamente.

En un impulso me incorporó para estar sentada enfrente suya y tomo su mano.

El me mira con curiosidad,  esperando a ver que es lo que hago. Lo que no sabe es que es una trampa.

-Verás...- comienzo mientras coloco la palma se su mano hacia arriba. Mis dedos trazan las líneas que dormían los pliegues de su piel- el destino está escrito en tu mano.

Me aguanto la risa lo mejor posible.

-¿Ahora si crees en el destino?

-Shh, no he acabado.- Le mando a callar de inmediato- si miras con detalle- cada vez hablo más bajo hasta que veo que es buen momento y me lanzo encima suyo a hacerle cosquillas.

Una risa histérica se oye entre sus súplicas de que pare de "torturale". A mi me entra la risa floja pero sigo con mi misión.

Hasta que un zapato, que por lo mal que huele deduzco que es de Sokka, me cae en la cara.

-¡Callensé! Algunos tenemos que dormir otra estar guapos. - grita mi hermano desde el lugar donde está su saco de dormir.

Aang y yo nos miramos, ambos con una sonrisa traviesa, intentando no hacer más ruido.

Entonces se levanta del suelo y se sienta justo a mi lado. Acerca su cara a la mía hasta que solo estamos a centímetros de distancia. Y me susurra en el oído.

-Eso fue traicion.

Me aguanto la sonrisa.

-Jamás- le digo poniendo la mejor cara seria que puedo.

Después de muchas más risas en voz baja, acabamos durmiendo uno al lado del otro, con su mano en la mia. Según él, así nuestros destinos están conectados. Sé que sólo lo dice por la broma que dije antes. Pero ahora, creo que me gusta eso del destino, si significa que puedo tomarle la mano cuando quiera.

¿Somos Dos?- Avatar La Leyenda De Aang/ AangxOcWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu