Mi Dulce Karma

capitulo 4

DANIEL...

Ha pasado ya un mes y medio desde que estoy en mi nuevo trabajo como profesor, sé que soy joven pero hasta el momento sé controlar todas las responsabilidades, últimamente me he llevado muy bien con una alumna, Nayeli, es tan amigable, inteligente, es fácil llevarse horas hablando con ella, no debo traspasar mis límites porque sé que puede darse a malos entendidos pero a veces es tan difícil.

(...)

Al siguiente día, al término de la clase, sentí la necesidad de conversar con ella, se había convertido en mi confidente y aunque no estaba bien, buscaba la forma de estar un poco mas cerca de ella.

-Nayeli, ¿podrías esperar un momento?-Noté como sus amigas le lanzaban una mirada de sospecha.- Es para revisar un trabajo del que no tengo registrado.

-Si, claro.- Dijo ella confundida.

Cuando estuvimos solos, le acerqué una silla para sentarse justo en frente de mí.

-Disculpa, no es por ningún trabajo, es solo que deseaba conversar contigo pero si no quieres, no hay problema.- Dije alarmado

-No, no hay ningún problema profe, la verdad no sentía ganas de salir al descanso

Mientras ella hablaba, yo ponía total atención, pero no podía dejar de mirar sus labios, y esa sonrisa
que dejaba después de contar alguna anécdota que le parecía tonta, después no pude contenerme,
corté la distancia que nos separaba y la besé.
Fue un beso tierno, dulce y para mi sorpresa ella también me correspondía.

Al separarnos, observé su reacción, esperando una cachetada, algo así pero solo permanecimos en silencio, mirándonos el uno al otro.-Lo siento.- Fue todo lo que pude decir.

-Creo que debo retirarme.- Dijo en estado de shock, no, yo no podía quedarme sin saber que sintió ella

Antes de que saliera, la tomé del brazo y de una forma dulce la regresé en frente de mí, la miré un momento esperando que me dijera algo, pero al no decir nada, tuve que romper este silencio.

-Necesito saber qué sentiste, ya no podía controlarlo y no sé que ha pasado pero en este lapso de tiempo que llevamos conociéndonos, has logrado despertar un sentimiento, sé que esta mal, esta absurdamente prohibido pero necesito que me digas algo.- Dije con la voz un poco mas baja.

-Necesito asimilar esto, después hablamos, por favor.- Me suplicó y no podía retenerla más.

Se acercó a mí y depositó un beso en mi mejilla.

¿Era esto darme esperanzas? Al irse ella, solo me quedé en mi asiento, recordando cada momento de la conversación hasta ese beso. Pase lo que pase.....No me arrepiento de nada.