—¿de verdad? ¿qué quieres hacer?— juntó sus manos y se acercó más a él, emocionado al punto en el que se veía adorable.

aún no lo sé pero tiene que ser especial.— ambos se quedaron pensando.

Jungkook miraba su copa, hasta que tuvo una gran idea. —hay una cascada cerca de una de las aldeas de éste reino, está algo abandonada pero la iré a arreglar, ¿podemos tener una cita ahí? digo, de cumpleaños.—

Taehyung asintió, con una amplia sonrisa, había sido un día largo, los ligeros bocadillos se terminaron y habían dejado de beber vino hace unos segundos, después de todo el príncipe blanco bostezó.

Y al verlo hacer eso, dijo; —¿quieres ponerte más cómodo, ropa de dormir?— Jungkook.

Taehyung asintió. Jungkook se levantó primero y abrió su clóset, le extendió un par de prendas suyas, las más suaves y cómodas que tenía.

El príncipe blanco las tomó, comenzó a vestirse con ellas, notando que él es de complexión más pequeña, le quedaban algo grandes y flojas las prendas de Jungkook, pero no le importó, terminó de vestirse.

Jeon también se cambió, miró a Taehyung y sintió un pequeño ataque de ternura, tan sólo verlo ahí, del otro lado de la cama, con su ropa de dormir que claramente era más grande que él, con esa imagen de delicadeza que tenía, tan dulce.

Taehyung se metió bajo las sábanas mientras  las velas eran apagadas, dejándolos sólo con la luz necesaria de la luna, que entraba por el balcón que Jungkook dejó abierto.

Fue con él a la cama y se recostó a su lado, no tardo mucho en abrazarlo, en pegarlo a él. Jungkook respiró sobre la nuca de Taehyung, sintiéndolo cerca, su delgada figura pegada a él, su pecho contra su espalda, no quería pensar demasiado en que sentía su redondo trasero contra su miembro pero ahí estaba y lo sentía, al igual que el otro estaba consciente de eso.

No pudo evitar dejar un beso sobre su cuello, cosa que casi hizo retorcer a Taehyung.

Se sentía tenso el momento y enseguida Jungkook lo aligeró. —dormir abrazado a ti debe ser de mis mejores fantasías.— dulce.

La piel de Kim se erizó al oírlo, sonrió y se dió la vuelta para poder besarlo de la manera en la que lo anhelaba hacer, sujetó los pectorales de Jungkook, sintiéndolos casi piel con piel pues la seda es tan delgada y delicada que hace todo mucho mejor.

Jeon pasó su mano directamente a su cadera, dando pequeños apretones sobre ella, tan pequeña y definida.

Los besos comenzaron a ser demasiado altos, sus lenguas, las mordidas y los jadeos no se hicieron esperar, todo se superó cuando Jungkook tuvo el atrevimiento de sostener por la nuca el cabello de Taehyung, con algo de fuerza.

Empezaban a excitarse, Taehyung acercó sus caderas más a él, empezando a frotarse contra su entrepierna, sin la luz todo era más sencillo ya que no había pena en moverse de tal forma.

De pronto era demasiado lento, necesitaban más velocidad y Jungkook no resistió, se colocó con rapidez encima de él bajo la sabana, sin aplastarlo, colocando una mano a cada lado de su rostro, sosteniéndose con ellas. Bajó sus caderas lo necesario, hasta chocar y moverse como si estuviera embistiéndolo.

Taehyung se abrió de piernas naturalmente, dejándolo moverse así sobre él, colocó sus manos en la espalda de Jungkook, mientras mordía su labio para no gemir y poder prestar atención a los gruñidos y jadeos excitantes que el otro no se retenía.

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