Capítulo XXVI

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*Un Mes Antes*

Milk & Goku

La noche en la que Milk junto a Goku y Vegeta sorprendieron a Bulma en el Bar, se despidieron de su amiga y subieron juntos al auto. La pelinegra observó desde el auto a su amiga afligida y sin poder ayudarle.

—Pobre de Bulma y Vegeta. Con tanto amor que hay entre ambos y no pueden demostrarlo a plenitud, siento mucho pesar por ellos. —se lamentó la joven de cabellos negros.

—No es justo. Ellos deben ser felices, igual como yo lo soy a tu lado, mi bonita. —manifestó Goku, acariciando la mejilla de su novia.

—Definitivamente hay que hacer algo, Goku. — comentó Milk entretenida con la dulce mirada que le proporcionaba el chico de sus sueños.

—Eso haremos, preciosa. —expresó él.

Juntos volvieron al hotel. Goku la observó unos segundos y sonrió.

—¿Vamos? —le preguntó a la pelinegra quien asintió sonriendo.

El pelipalmera bajó del auto y dio la vuelta para abrirle la puerta a la chica. Caminaron hacia la entrada del hotel y se dirigieron hacia sus habitaciones. Cuando el elevador se detuvo en el piso de ambos, Milk caminó con su llave en mano y se despidió de él antes de llegar a la entrada de su habitación.

—Que tengas una linda noche. —mencionó para luego aproximarse y darle un tierno beso en los labios.

—Descansa, preciosa. —mencionó el chico correspondiendo a su beso.

El beso entre ambos se tornó ansiado y exasperado. Goku la sujetó por la cintura atrayéndola lento e intensamente, presionándola en demasía contra su cuerpo a la vez que con su otra mano la sostenía de la base de su cuello. La piel de Milk se erizó por aquel gesto de su novio, y una ola de calor recorrió su vientre haciéndola gemir ante el apasionado beso. Ella lo rodeaba con sus brazos. Goku intentó deslizar la llave en la puerta de su habitación pero de pronto Milk se abstuvo ante aquella iniciativa del pelipalmera.

—Goku... espera, yo...

—Lo sé... perdóname. Sé que debo ir despacio. Lo se... es que... esa esencia que emanas me enloquece. —expresó esta vez frustrado.

Observó a Milk a los ojos a la vez que acariciaba con su pulgar sus mejillas sonrosadas. Y la atrajo de nuevo a sus labios.

—¿Dormirías solo esta noche conmigo? —imploró con ojos brillantes como el ónix.

Milk sonrió y aceptó a su propuesta.

—Goku... Casi siempre termino durmiendo a tu lado.

—Lo sé... Y puedo conformarme con eso. Por los momentos. —le guiñó un ojo.

Juntos entraron a la habitación y dejaron sus abrigos en él perchero.

—¿Te gustaría comer Pizza? Puedo llamar y encargar. —le ofreció a ella.

—Umm... Pizza, amo la Pizza. — mencionó Milk sonriendo.

—Muy bien. —Goku tomó el teléfono y marcó a la recepción para que encargaran la mejor Pizza del lugar.

Milk, caminaba por la habitación del chico hasta distraerse con la enorme ciudad que estaba ante sus ojos desde el gran ventanal. De pronto, Goku la sorprendió cargándola entre sus brazos. Ella soltó un grito hasta estabilizarse. El pelipalmera no le permitió emitir palabra alguna ya que una necesidad lo influyó a besarla con prominencia. Ella intentó tomar aire pero casi se le imposibilitaba debido a que él la devoraba con sus labios. Pasaron unos cuantos minutos y continuaban sumergidos en la devoción de sus besos. La llevó hasta el sofá más cercano y se posicionó sobre ella. Milk, correspondía ansiosa a las peticiones intensas de Goku, introdujo sus manos por debajo del abrigo de él para quitarlo, pero; en ese momento fueron interrumpidos por el llamado a la puerta. Ella instintivamente lo alejó con su mano derecha y él la miró perplejo.

Enamorada de mi Crush [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora