Capítulo II

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Pasaron catorce días desde que Bulma y Milk compraron las entradas para el concierto de Sun Dragon.

―¡Hola papá! ―Bulma se acercó a su padre dándole un tierno beso y abrazo, ya que había estado en el laboratorio de la corporación trabajando incansablemente.

―Hola cariño, ¿cómo estás?

―¡Feliz!, Mañana es el concierto, y quiero pedirte un favor enorme. ―explicó la linda azulada lo ocurrido con el padre de Milk.

―¿Y que deseas que haga exactamente, Bulmita? ―preguntó amoldando sus anteojos para verla.

―Papá, necesito que llames al padre de Milk y por favor le digas que la has invitado a la casa de campo. ―explicó con cierto nerviosismo.

―Pero hija, ¿Cómo se te ocurre semejante locura? ―preguntó dejando a un lado lo que hacía.

―Padre, por favor. Deseamos ver a Sun Dragon, pero a Milk no la dejarán y quiero darle ese regalo a ella por su hermosa amistad. ―expresó la joven con sinceridad.

―Es grave el asunto Bulmita, si tu madre se entera me matará ―respondió negando con la cabeza.

―Por favor, te lo suplico. ―pidió juntando sus manos. ―Yo me haré responsable de todo. Ya reservé una habitación para las dos en un hotel. Pero por favor papi, necesito tu ayuda. Sabes perfectamente que es mi grupo favorito, muero por ellos. Además papá; yo nunca te he fallado enamorándome de un cabeza hueca, ni he probado drogas, y mucho menos he tenido sexo mi primera vez... ―su padre la interrumpió al escucharla nombrar todo aquello.

―¡Bulma! Detente hija, ¿qué cosas dices?, yo sé que eres el ejemplo de la familia cariño, y que has tenido un comportamiento intachable. Pero, no quiero ganar enemistad con Ox. Por otro lado, tienes razón. Confío en ti más que en mí mismo, eres mi luz y la hija ejemplar que toda familia desea. No te prometo nada, pero hablaré con él.  Déjalo en mis manos. Y no le comentes nada a tu madre, yo arreglaré todo.

De un salto Bulma abrazó a su padre, habiendo logrado tocar su punto débil para conseguir su ayuda, y le agradece mientras que aún falta el grito en el cielo de su madre por tan atrevida ocurrencia, pero está tranquila porque como siempre, su padre tiene todo bajo control.

***

Al día siguiente, Bulma iba en el auto con su progenitor a buscar a Milk a su casa. Tocan el claxon al llegar y ésta sale con su equipaje de mano junto a su padre.

―Buen día Alan. Cuida a mi hija. Milk, ya sabes lo que te dije, no dejes de llamarme.

―Si papá, estaré bien, te llamo al llegar.

―Muy bien. Bulma, cuídala.

―Como siempre señor Ox.

El padre de Bulma las llevó hasta el aeropuerto para que tomaran el vuelo más rápido a la capital del este.

―¿Llevan sus entradas y todo lo necesario? ―preguntó el señor Brief.

―Si papá, gracias por todo. ―Bulma dió un cálido abrazo a su padre. ―espero a mamá se le pase el enojo, dile que la quiero.

―Ya se le pasará. Por favor, tengan mucho cuidado. Van a la capital más ajetreada de todas. Habrá personas buenas como con malas intenciones. Bulma, confío en ti. Por cierto lo olvidaba, esta es la reserva del hotel, en última instancia elegí otro hotel más cómodo para ustedes.

―Si papá estaremos bien, descuida y gracias de nuevo.

―Ya saben, cuando llamen a Ox me llaman primero a mí para estar en conferencia por si quiere hablar conmigo.

Enamorada de mi Crush [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora