¡Jimin y Yoongi son novios! [ym]

Capítulo 13.

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Fue menos incómodo de lo que creyó, cuando entró a la habitación, Suran seguía con la mirada triste, la culpa le dio un sabor amargo en la boca, pero cuando la llamo sus ojos de ella brillaban.

--hey, noona, ¿tendré que usar el maquillaje especial contigo?-- ella rio ante la familiaridad de su voz y negó, sorbio una última vez antes de dejar que le lavaran la cara y la empezaran a maquillar dandole miradas de reojo mientras él hablaba con los asistentes.

--¿la has perdonado ya?-- giró a ver a Taehyung que sonreía, ya llevaba su ropa de la boda y se veía radiante.-- como niños pequeños, el coraje sólo les dura unos días.

-- no hay nada que perdonar, sólo fui yo siendo un poco idiota.-- el menor asintió dandole unas hojas a firmar.-- ¿y tú?

-- Noona me trajo de regreso al único hombre que he amado, estoy bien con ello.-- Jimin sonrió con los labios apretados.-- y vaya que me he divertido.

--ni me digas, abandonarme por liarte en una boda, pensé que teníamos algo especial, Kim.-- ambos rieron llamando la atención, Suran los veía sonriendo, con un poco más de vida en su rostro.

-- Si los roles estuvieran cambiados, lo entendería por completo.-- susurró Kim.-- pero has estado huyendo como ratoncito asustado.

-- es que eso soy.-- admitió humedeciendo sus labios.-- me aterra saber que cometí un gran error, que siga enamorado de quien fui y no quien soy, no sé, es mierda.

-- No lo sabrás, si sigues huyendo, Park Jimin.

El padre de Suran lo saludo con una sonrisa, lo felicito por los arreglos y agradeció, Woong ya estaba en el altar y a su lado estaba Yeonbin, asentía distraido a la conversación del señor Jeon mientras buscaba una cabeza familiar, lo encontró en las filas de en medio, hablando con Hoseok a susurros, estaban cerca de Taehyung que terminaba de acomodar a algunos invitados, Yoongi se veía muy guapo con la frente descubierta y ese leve toque bronceado de estar tanto tiempo en la playa.

Se sintió suspirar pero pasó desapercibido para su acompañante cuando Suran llegó a donde estaban, Jimin soltó lo que traía en manos para arreglarle el velo y el vestido, la tela era ligera y opaca del torso, dejandole al descubierto los hombros con unas mangas estilo princesa, el corset se apretaba mostrando su cintura y bajaba en un corte tipo A con una tela de brillos.

El maquillaje ocultaba sus ojos hinchados y su cabello caía en caireles, le cubrió el rostro con la vela y acomodó algunos mechones.

-- Estás preciosa, noona.-- Suran sonrió antes de mirar al suelo.

-- Lo siento, Jimin.-- su voz sonaba ahogada y el doncel nego buscando su mirada.

-- No es nada, ahora sonríe, que tu novio espera por ti, que suerte ha tenido.-- su mejor amiga sonrió antes de suspirar.-- no lo hagas esperar más, es tu gran día.

-- Jimin, creo que tengo miedo.

-- Está bien, noona, estoy aquí, estamos.-- el padre de Suran tenía unas lágrimas en sus ojos cuando Jimin junto sus manos.-- ¿Es él con quién quieres pasar el resto de tu vida?

Suran se asomo un poco por el pasillo, viendo a su prometido reír nervioso mientras acomodaba su corbata, asintió apretando el brazo de su padre.

-- sí, estoy segura.

-- Entonces empecemos.-- presionó su bocina antes de darles el paso, la marcha nupcial empezó, los invitados se pusieron de pie, él iba de último, cuidando la tela de la cola, vio a Woong llorar al verla y escuchó la risa gangosa de la mayor.

Antes de que pudiera huir como siempre, le entregaron uno de los ramos, Jungkook se paro a su lado sonriendo, agradeciendole en voz baja por hacer las paces con su hermana.

-- Estamos reunidos hoy para celebrar el amor de Lee YiWoong  y Jeon SuRan.-- vio como ambos se sostenían las manos, podía imaginarse la mirada soñadora de la mayor, veía las lágrimas de Woong y su sonrisa.

Miró a los invitados durante la ceremonia, algunso lloraban, otros parecían fastidiados, Yoongi no lo veía, estaba concentrado en la ceremonia, tampoco pasó mucho tiempo viéndolo, trató de concentrarse en las palabras del sacerdote, que bendecia la unión de ambos.

Le supo mal cuando vio a Yeonbin sonriendo detrás de Woong, la boda que no fue años atrás le quemaba detrás de los ojos, la razón por la que se negaba a presenciar esos eventos lo miraba de reojo cada que podía.

-- ¿Tienen los votos?

-- sí.-- Woong sostuvo ambas manos de Suran.-- Todos en la Universidad me dijeron que estar contigo sería un desafío constante, que terminaría loco si seguía intentando amarte y tuvieron razón, estoy inifinitamente loco por quién eres, por todas tus virtudes y tus defectos y eres tú con quién quiero estar en las buenas y en las malas, quiero verte cada día y pelear a tu lado por ser mejor persona, en la salud y en la enfermedad, en lo próspero y en lo adverso, si estoy a tu lado y tú al mío es una gran vida por vivir.

A Suran le tomó un poco encontrar su voz, recibiendo el anillo dorado que significaba su alianza, Jungkook lo estaba sosteniendo del codo suavemente, dándole un apoyo que no sabía que necesitaba, sentía sus mejillas húmedas.

-- Yo nunca me imagine vestida de blanco, pero quiero hacerlo bien, quiero intentarlo contigo, pensé que las bodas y el matrimonio no sería para mí, mi vida parecía estar clara antes de conocerte y lo estuvo cuando nos besamos por primera vez debajo de una farola, me has enseñado a soltarme, a amarte y amarme en el proceso, y quiero estar contigo de primavera a primavera contigo, quiero enfrentar malos tiempos y disfrutar los buenos tomando tu mano y viendo a tus ojos, así que te tomo como mi esposo, para el resto de la eternidad.-- vio las manos de Suran ponerle el anillo a Woong.

-- Si no hay nadie que se oponga a este santo matrimonio, yo los declaro marido y mujer.-- todos los invitados aplaudieron y vitorearon.-- Puede besar a la novia.

Vio las manos de Woong tomar la cintura de Suran y acercarla por un beso, los brazos de ella se enredaron en su cuello y las chispas del escenario salieron, el ruido oculto su sollozo pero Jungkook le extendió un pañuelo mientras celebraba.

Asintió dandole paso para que pudiera salir, nadie pareció deparar en como se escurria lejos de ahí, con el pecho apretado y el ramo caía en su camino, a excepción de un par que lo siguieron sin dudar.

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