T.O.P se quedó con los ojos cerrados por unos segundos, insultando de miles de maneras a _____ en su cabeza. Se quitó el agua de la cara con una de sus manos, y suspiró fuertemente, apretando sus puños.
—Bueno, al menos sabes poner agua en un vaso, ya que no sabes cocinar.
Y ahí empezaron de nuevos los gritos. No sabían ya ni cuando fue la primera vez que les empezó a dar igual discutir estuviera quien estuviera delante. Ji Yong, desde su mesa, se masajeaba la frente, escuchando y viendo aquel panorama al que se enfrentaba por milésima vez.
Se levantó de su silla, haciendo un fuerte ruido para luego darle un golpe a la mesa con la mano abierta, haciendo callar a aquellos dos mientras todos le miraban.—Me cansé.—Dijo con enfado, observando a ambos.—Quiero que se cambien y se vayan de mi puto local.
—¿Qué?—Aquella pregunta fue grupal, siendo dicha por todos los que estaban allí a la vez.
—Los dos.—Señaló tanto a _____ y T.O.P.—Les quiero fuera antes de abrir el restaurante.
—Pero...
—¡Fuera!
Ambos fueron al vestuario, primero se cambió ella y después entró él para hacer lo mismo sin decir nada, intercambiando sólo malas miradas.
—¿Estás seguro de lo que estás haciendo?—Preguntó Si Yang, intentando que se calmara.
—Si no te interesa puedes irte tú también.
Si Yang levantó los brazos y se giró para seguir a lo suyo, negando con la cabeza.—Avísame cuando te des cuenta.
_____ arrugó su ropa de trabajo y sin pensárselo dos veces se la tiró encima, cabreada.—A ver dónde encuentras a alguien que te soporte tanto como Seung Hyun y yo, imbécil.
—En cualquier sitio.
—Claro que sí, campeón.—Le siguió Seung Hyun, quien le tiraba también su ropa a la cara.
Todo quedó en silencio durante unos segundos, para luego volver a los susurros dentro de la cocina entre el resto de los compañeros.
—Espero que esta mierda dure poco.—Susurró Daesung.
—¿No sienten un vacío sin ellos dos? De T.O.P lo tenía claro, pero nunca pensé que echaría tanto de menos a _____ ahora que se que quizás no vuelva. —Prosiguió Seungri.
—Oye, _____.—T.O.P había comenzado a caminar con rapidez para alcanzar a la chica.—Gracias por defenderme después de tratarte como te traté.
—Vete a la mierda.
—¿No piensas pedir disculpas?
—¿Disculpas de qué?—Se dio la vuelta, fulminándole con la mirada.—Sí, admito que te he tirado un vaso de agua, admito todas las cosas que te he dicho algo malo o que te he pegado. ¿Pero sabes por qué? Porque desde un puto principio has empezado con tus mierdas de atacarme. Y ya no aguantaba más.
—Bueno, ya.—Metió sus manos en sus bolsillos, carraspeando la garganta.—Créeme que tengo envidia del valor que tienes por meterte en una cocina siendo solo ayudante de cocina, sabía que llegarías lejos. Y después con lo tuyo y Ji Yong... Pensé que algún día acabaría echándonos por tu culpa. Perdón, me asusté y no supe reaccionar.
—Pues por tus putas mierdas nos han echado.
—Ya, lo sé. Todavía no me lo creo.—Encendió la pantalla de su móvil, para ver qué hora era.—Casi es la hora de almorzar, ¿quieres ir a comer? Yo invito.
—Que me invites a comer no arregla lo que has hecho.
—Venga, anda.—Tiró de su brazo, comenzando a empujarla.—¿Cuándo será la próxima vez que ocurra el milagro de que te invite a algo?
—Seung Hyun, no quiero ir a comer contigo. No me sirve de nada que ahora me trates así.
—_____, ya está todo perdido. ¿Qué más da?
—Está todo perdido por tu culpa.
—Sabes que no se quedarán quietos sabiendo que estamos por ahí sin trabajo.—Negó con la cabeza.—Por favor.
_____ suspiró. No admitiría que al fin y al cabo ella entró a su juego porque quiso, porque podía haberse callado más de una vez y nunca lo hizo.—Sólo si admites que puedo a llegar a ser mejor que tú.
—¿No te vale con que te dijera que te tenía envidia?—Sacudió la cabeza con rapidez, haciendo reír al chico.—Sí, _____, puedes llegar a ser mejor que yo.
—Lo sabía.
—¿Vamos a comer o qué?
El restaurante había abierto hacía media hora y ya habían problemas en la cocina. Demasiados platos en tan poco tiempo. Y pocas manos para todo lo que tenían que hacer.
—¿Se puede saber dónde está Seung Hyun? ¡Necesito una mano! —Gritó Ji Yong mientras hacía uno de los platos principales que ya debería haber estado servido.
—No sé, dímelo tú, que lo despediste.—Respondió Si Yang con total normalidad, mientras seguía cortando.
Ji Yong suspiró con fuerza, quería discutir con él pero sabía que no era momento de hacerlo, más que nada porque si no tardarían más en reparar lo irreparable.
Taeyang y Daesung chocaron, haciendo que uno de ellos perdiera la estabilidad y cayera un vaso con agua al suelo, mojando de lleno a Ji Yong.
—¡¿Se puede saber qué te pasa?!—Preguntó Ji Yong, comenzando a perder la paciencia.
—¡Yo no me ocupo de esto!—Señaló Daesung, apartando los cristales rotos con su pie derecho, para que no estorbara.
—¡_____!
—También la despediste, machote.—Si Yang le dio unos pequeños golpes sobre el hombro, recochineándose.
—Cállate y ocúpate de que no se queme, voy a buscar la fregona.
Terminaron agotados. Ji Yong estaba apoyado sobre la mesa mientras esperaba que la aspirina se disolviera dentro del agua. Si Yang, después de cambiarse, fue hasta donde estaba él, sin dejarle ni un minuto de paz.—¿Todo bien?
—Mucha gente para ser miércoles.
—O mucha gente para tan poco personal.
—¿Te crees que quería despedirlos?—Alzó su cabeza, para mirarlo directamente a los ojos.—Solamente se me juntó todo. Y tú no deberías hablarme como si fuera un amigo tuyo, recuerda que soy tu jefe.
—¿Vas a despedirme también?
Ji Yong casqueó la lengua contra el paladar, llevando el vaso hacia sus labios para poder beber de aquella medicina.—La cabeza me va a estallar... ¿Podrías llamar a _____? A ti te hará caso.
—Es que no quiero que me haga caso.—Negó con la cabeza, convencido.—Quiero que la llames tú. Sólo me lo pides a mí porque eres un orgulloso de mierda.
