Capítulo 10.

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Me quedé dormida después de estar dando vueltas y vueltas por la cama. Me sentía tan extraña. ¿Hacía como que no recordaba nada o le decía por QUÉ COJONES ME HABÍA BESADO? Esto era tan frustrante.

-Eh, _____.-Tocó la puerta Ji Yong.-Te espero en el coche.

Suspiré y salí.-Llevo lista media hora, chef.

-¿Qué tal durmió? ¿Tienes resaca?

-No.

Esa puta mierda fue lo que hablamos en todo el trayecto. Se estaba haciendo el tonto, el muy gilipollas. Agh. Que ganas de darle un puñetazo, de verdad.

-¿_____?-Se rió Si Yang, apoyándose a mi lado.-¿Y esas caras?

-¿Qué caras?-Le miré unos segundos.-Solo frego los platos.

-Haces regañizas tu sola. 

Suspiré hondamente.-Nada yo y mis idioteces.

-Tu cabeza esta llenas de idioteces, cariño.-Acarició mi cabeza T.O.P.

Me mordí la lengua unos segundos. Impulsé mi brazo hacia atrás dándole en el costado. Escuché como se quejaba por lo bajo.-Lo siento Sous Chef, hoy no tengo ganas de soportarle.

-_____.-Habló Ji Yong.

-¿Si Chef?

-¿Puedes venir al almacén?

-Voy Chef.-Fui a paso rápido. A lo mejor se puso a pensar lo que pasó anoche y quiere hablarlo tranquilamente. Cuando entré me puse delante suya.-¿Qué pasó, Chef?

-Limpia esos pescados, por favor.-Le miré con seriedad.-¿Qué pasa?

-Pensaba que íbamos a hablar de lo que pasó ayer.-Susurré.

-No hay nada de que hablar, estabas ebria.

-¿Perdón?-Levanté las cejas.-¿Qué tiene que ver eso? Me besó usted, y no estaba borracho.

-¿Algún problema con ello?-Contestó con frialdad. 

Gruñí y cogí la caja con los pescados. Los llevé a la cocina con mala gana y solté la caja al lado del agua para mojarlos. Sentía como todos me miraban.-¿Tenéis algún puto problema?

-No,no,no.-Dijeron todos a la vez.

-¿Ya están los pescados limpios?-Preguntó Ji Yong.

-¿No ves que sí?-Susurré mientras me lavaba las manos.

Me miró con mala cara. Cogió uno y empezó a cortarlo.

-Que tensión.-Habló Daesung por lo bajo.

-Es ella, que es insoportable.-Contestó Ji Yong.

-No soy yo la que evade problemas como lo que pasó ayer.-Contesté con aire frívolo.

Cerré un cajón de un golpe fuerte. Ji Yong cortó el pescado con terquedad.

-¿La situación puede darme miedo?-Preguntó Seungri.

-Ji Yong siempre da miedo.-Escupí una risa.

-Al menos doy miedo. Tú das pena.-Contestó sarcástico.

-¿A si?-Le grité. Me quité el delantal y lo arrugué para tirarlo al suelo.-Pues la que da pena dimite.

-_____.-Susurró Si Yang agarrando mi brazo. 

Me solté de él y salí de allí con rapidez. Abrí la puerta y me di el gusto de dar un portazo. Caminé sin rumbo. Hasta que me di cuenta de algo. Vivo en casa de Ji Yong. Mis cosas siguen en el restaurante. Ja. JAJAJAJAJAJAJAJAJA. Ja. Mierda.

Gruñí sentándome en un banco de la calle. Es que soy gilipollas. MUY GILIPOLLAS. ¿Y ahora qué hago? Hasta mi móvil está allí. No puedo llamar a mis padres porque tampoco tengo dinero para llamar por una cabina. Pues nada. A esperar que aparezca un milagro. 

Ji Yong.

-Chef.-Entró al almacén Si Yang.

-¿Pasó algo?

-¿No piensa ir a buscar a _____?

-¿Para qué? Ella renunció.

-Pues por su cara, creo que quiere ir a por ella.

-No digas memeces.

-Chef.-Se rió.-A usted le gusta _____, no soy idiota.

-Si Yang.-Le miré.-Vuelve al trabajo.

-Como quieras.-Abrió la puerta.-Solo le digo que _____ es bastante buena para muchas empresas. Y si se ha quedado aquí es por algo.

Aparté las cajas de una patada cabreado y me senté en el suelo. Esta niña... Miré el móvil. ¿No pensaba pedirme perdón? ¿A dónde habrá ido? Y lo peor. ¿POR QUÉ ME IMPORTA TANTO?

Cogí mi chaqueta y me la puse.-Si Yang, me voy.

-¿A dónde?

-Ya sabes a donde.-Sonrió con ternura. Le señalé.-Eso no significa que me gusta, idiota.

-Claro, claro.-Dijo con ironía.

Daba vueltas por el barrio mientras conducía. Estaba nervioso porque no la encontraba y temía de que le hubiera pasado algo. Pulsé el freno en seco delante de una calle. _____ estaba sentada en un banco mirando el suelo mientras movía sus pies.

-Agh en serio, esta niña.-Susurré. Toqué la pita del coche, haciendo que mirara.-¿Subes?

Me dedica una mala mirada y mira a otro lado. Suspiré. Apreté el acelerador y aparqué en otro lugar para luego volver hacia _____ y sentarme a su lado. Me miró unos segundos con mala gana.

-¿Qué haces aquí?-Pregunté.

-Yo solo quería hablar las cosas ¿Tan difícil era?-Contestó en un susurro.

-No seas tan cabezota, soy quien manda y yo decido.

Soltó una carcajada.-Si con que tu mandas, te refieres a que evades problemas, estamos de acuerdo.

Dejé los ojos en blanco.-De repente estás muy espabilada ¿No crees?

-Mejor déjelo.-Se levantó del banco y empezó a caminar.

Sonreí.-En serio, es tan molesta.-Fui detrás de ella.

-Yo no...-No la dejé hablar. Cogí su brazo y nada más darse la vuelta sujeté sus mejillas para besarla. Tardó en reaccionar pero acabó accediendo.-¿De este beso tampoco puedo hablar?

Escupí una carcajada y volví a unir nuestros labios.-¿Vamos?

-Que me haya besado no significa que vaya a volver.

Alcé las cejas.-_____...

-¿Qué?

Encogí los hombros. Me acerqué a ella y la cargué entre mis brazos, haciendo que pegara un pequeño grito.-Vas a ir si o si, así que...

-No hay quien le entienda, Chef.

-Habló la bipolar.

-¿Bipolar?-Pasó sus manos tras mi cuello, para apoyarse.

-Un día me gritas y otro dices lo siento a cada rato.

Encogió los hombros como una niña pequeña. Dejé que sus piernas tocaran el suelo y apoyé su espalda en una de las puertas del coche para volver a besarla. No sabía porque mierda seguía haciéndolo, pero sus besos eran cálidos.

-No digamos esto a nadie hasta más adelante. ¿De acuerdo?

-Si chef.-Sonrió con timidez.

El Chef. {G-Dragon Y Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora