Capítulo 12.

2.2K 251 52
                                    

Me levanté con el sonido de un portazo. Asustada me senté en la cama y miré hacia la mesa. Había dinero y una nota debajo.

Coge el bus.

Suspiré hondamente y me levanté de la cama.-Yo también te quiero.-Susurré irónica haciendo bolita el folio y tirándolo a la basura.

Me vestí lo más rápido que pude y corrí hasta la parada de autobús. Como no, llegaba tarde. Suspiré profundamente y me senté para esperar a la siguiente. Saqué mi teléfono para mandarle un mensaje a Si Yang cual decía que llegaría tarde.

Llegué al restaurante con respiración agitada ya que me las pasé corriendo desde que bajé del maldito autobús. Entré y me metí en el vestuario para cambiarme. Miedo me daba de que esto estuviera demasiado silencioso. Entré en la cocina y allí estaban todos, mirándome. Ji Yong el primero, con los brazos cruzados.

-¿Y bien?

-Ya estaba tardando.-Susurré rodando los ojos. 

-¿Decía algo?

-No, señor.-Hice una reverencia de mala gana y fui donde estaba Daesung.-¿Qué harán hoy?

-Está ahí.-Señaló un papel.

Iba a coger el papel, pero Ji Yong se adelantó.-¿Me piensa contestar?

-Le dije a Si Yang que le dijera que iba a llegar tarde.

-Y lo hice pero...-Intentó hablar Si Yang, pero como no, fue interrumpido por Ji Yong.

-Me da igual, se supone que no debía de llegar tarde.

Esto no es por llegar tarde, yo lo sé. Es por dejarle ayer con las ganas de hacerlo. Seguro. Me la juego. Dag, maldito niño malcriado.

Suspiré ampliamente e hice otra reverencia.-No va a volver a ocurrir.-Dije entre dientes.

-Y más le vale.-Dejó el paño sobre la mesa.-Cámbiese, vamos al mercado.

-¿Ahora? Pero si ya me puse la...

-Al mercado le dije.-Sentenció saliendo de la cocina.

-Il mircidi li diji.-Susurré de mala gana y me quité el delantal.

Todos se quedaron mirándome con algo de extrañeza, con lo que yo solo sonreí con falsedad y fui de nuevo a cambiarme. Salí y esperé a que Ji Yong saliera del aparcamiento para entrar en el coche.

-¿Qué vamos a comprar?-Pregunté mirando mi móvil. Desvié mi vista de este para verle a él, que estaba callado.-¿Ji Yong?-Entrecerré los ojos al ver que no contestaba. Le di un golpe en su pierna con el puño cerrado.

-¡Ah!-Se sobó unos segundos y me fulminó con la mirada.-¿Qué quieres?

-¿Qué vamos a comprar?-Repetí. 

Fue a quedarse de nuevo callado. Levanté mi puño para volver a pegarle.-¡La comida de hoy maldita bruta!-Gritó antes de que le diera. Asentí satisfecha y miré por la ventana.-¿De dónde sale tan mal genio con lo vergonzosa que eras al principio?

-No sé, perdone usted si no soy vergonzosa con alguien que se enfada por no querer hacerlo con él.-Bufé con ironía.

Escupió una risa sin ganas.-No es por eso por lo que estoy enfadado.

-No, que va.

-Que no.

-¿Seguro?-Le miré con una ceja levantada.

-¡Vale si! ¡Fue por eso!

-¿Lo ves? Niño chico.

-¿Te recuerdo que soy su jefe?

-¿Y yo le recuerdo que yo soy...?-Pensé unos segundos.-¡Lo que sea que seamos! 

Negó con la cabeza con una pequeña sonrisa.-Al fin y al cabo no me puedo enfadar contigo.

-¡Tampoco tiene un por qué!-Me quejé dándole repetidas veces con mi puño en su brazo.

-¡Ah! ¡Mierda! ¿De dónde sacaste tanta fuerza?-Aparcó el coche y me miró con los ojos entrecerrados y se acercó a mí.

-¿Qué?

-¿No me das un beso?-Negué con la cabeza decidida y giré un poco mi cabeza para no tener que mirarle. Agarró mi barbilla e hizo que nuestros ojos conectaran.-¿Por qué?

-¿Te lo explico de nuevo?

-Solo me dio coraje.

-¿Que no lo hiciera contigo?-Bufé y alcé las cejas.-Niño chico.

-Dame un beso, así es mi manera de pedirte perdón.

-Dime lo siento y ya me lo pienso.

-Yo no digo lo siento.

-Y yo no doy besos.-Encogí los hombros y abrí la puerta para salir del coche.

Cerró el coche con el seguro y se puso a mi lado para caminar sin decir nada. Se habría enfadado otra vez pero la verdad es que me daba igual. Aunque viviera en su casa y tuviera que seguir sus reglas, entre ellas no estaba acostarme con él, y menos como si fuera una puta. NO.

Después de comprar estábamos de nuevo en el coche, detrás de miles de coches debido a un accidente de tráfico. Suspiré con fuerza y apoyé mi cabeza en el cristal.

-Por dios, no termina este día ni de broma.-Susurró él, masajeando su frente.

Giré mi cabeza hacia a él.-¿Le molesta estar conmigo?

-No, no es eso.

-¿Entonces qué mierda es, Ji Yong?-Pregunté algo alterada.

-¡Qué me da vergüenza!-Gritó mirándome.-Me da vergüenza que haya intentado hacerlo contigo, tu me hayas rechazado y al siguiente día tener que estar todo el día juntos, me da mucha vergüenza. Porque actué como un cerdo.-Escupí una pequeña risa que fue callada por su mirada amenazante.-¿Y luego soy yo el niño chico?

-Solo me hizo gracia.-Susurré arrugando la nariz.-Supongo que me dio igual, tu querías y yo no, ya está.-Encogí los hombros.-Solo me molestó el hecho de como me trataste hoy.

-No haberme dejado a medias.-Encogió los hombros.

-¿Otra vez?

-¡Es que me molesta! ¿Por qué no quisiste hacerlo? ¿Acaso tienes amantes?

-No te soporto a tí...-Suspiré con frustración.-¿Y TODAVÍA PIENSA QUE TENGO AMANTES?

-¿Y por qué putas está conmigo si no me soporta?

-¿Por qué iba a ser? ¡Por qué me gustas!-Grité cabreada para luego taparme la boca.-Déjelo, esto es una estupidez.

Fui a abrir la puerta para seguir caminando, pero agarró mi brazo.-Hablemos primero.

-¿Vas a pedirme perdón?-Pregunté con seriedad. Pasaron segundos en los que no dijo nada.-Entonces no hay nada de que hablar. 

Salí del coche y comencé a caminar con rapidez ya que empezaba a llover cada vez más fuerte. Llevaba toda la mañana con sol y ahora se pone a llover, como no. CUANDO SALGO DEL PUTO COCHE. Claro, la vida me odia y me la paga así, joder. 

El Chef. {G-Dragon Y Tú}Onde histórias criam vida. Descubra agora