Momentos divertidos, reacciones, escenarios y todo tipo de situaciones de los chicos de Kimetsu no Yaiba y Tú.
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•100% ORIGINAL // NO COPIAR NI ADAPTAR
•SIN SPOILERS
•PERSONAJES DE KOYOHARU GOTOGE-SAMA
"Algo que parecía sencillo en un comienzo, pero que acabó marcando tu vida para siempre".
1 año, 12 meses desde que aquel kimono floreado en tonos blancos cubría tu figura mientras caminabas hacia el hombre de tus sueños esperándote al lado de sus seres queridos. Las sakura eran maravillosas, sus pétalos pintaban el patio trasero de un tierno rosa mientras que el viento hacía bailar con tranquilidad los que seguían aún sujetos a los árboles, el azabache se encontraba en una misión, había partido de su hogar hace 4 días y hoy por fin estaría de vuelta. A pesar de ser aún temprano te dispusiste a arreglar todo para recibir a tu esposo, limpiaste la casa y la ordenaste como solo tú sabías y colocaste en tu cuerpo el kimono que le fascinaba que llevaras, dejaste tu cabello suelto solamente cepillado, estabas de un ánimo resplandeciente pero las náuseas matutinas frenaron un poco tu entusiasmo recordar de nuevo que cargabas con alguien dentro de tí aún te hacía sentir escalofríos, en el buen sentido, pusiste tu mano en tu vientre y la moviste de arriba a abajo suavemente en señal de afecto.
Era buena hora para tener la comida hecha cuando tu esposo llegase, saliste al mercado más cercano y compraste todo lo que estaba escrito en tu lista mental, una mano tomó tu hombro cuando te hallabas desprevenida y al voltear lo primero que observaste fueron unos orbes verdes y alegres pertenecientes a una dulce pelirosa que llamó tu nombre en forma de saludo. Te alegró verla y de igual manera la saludaste, la última vez que la viste fue de invitada en tu boda y te encontrabas retirada de tu oficio de cazadora por el momento asi que se pusieron al tanto de camino a casa sobre todo lo que había ocurrido y esta saltó alegremente al ver un pequeño bulto asomarse por debajo del obijime de tu kimono.
Tenía un instinto maternal que la enterneció bastante al enterarse que del amor entre Tomioka-san y su mejor amiga nació algo hermoso, en suu interior siempre quiso saber que se sentiría ser madre y la responsabilidad de ello pero jamás se había atrevido a comentárselo a Iguro-san. Su personalidad servicial le hizo ofrecerte ayuda en lo que necesitaras a lo cual accediste, según ella en tu estado no es bueno que te sobre exijas aunque no sientas ningún malestar, lavó sus manos y te ayudó en lo que pudo, un delicioso aroma invadía la cocina para luego expandirse por toda la casa, su ayuda había sido muy útil y en señal de agradecimiento la invitaste a pasar al jardín y continuar hablando sobre diversos temas, el viento era perfecto, ni tan fuerte para desordenar sus cabellos pero perfecto para enfriar un poco el té y beberlo sin molestias. Fueron las 2 horas más relajantes desde hace tiempo, un momento junto a tu amiga podía hacerte olvidar varias de tus angustias, debía regresar a casa ya que también esperaba a su pareja que estaba en la misma misión que Tomioka, se despidió amable y antes de que se fuera insistió en una próxima vez reunirse con los demás compañeros para contarles tal noticia.
Luego de lavar las 2 pequeñas tazas te recostaste en el sofá y a segundos de haber cerrado tus ojos el sonido de la puerta abriéndose llamó tu atención, solo 1 persona además de tí tenía llave del lugar y detrás de la puerta de madera apareció cierto pelinegro que llevabas rato esperando, cierto chico que al posar sus zafiros sobre tí hizo que tu pecho brincara y te emocionaras como sólo él podía provocarlo en tí. Te levantaste apurada y de un salto lo abrazaste recibiéndolo de la mejor manera en su hogar, sonrió ligeramente al ver a su esposa sana y salva en sus labios depositó un beso como de costumbre para después agacharse un poco y besar tu abdomen abultado, luego de que este dijera cada detalle de su misión a petición de la chica se sentaron a la mesa para cenar.
Pasadas un par de semanas el pelinegro fue a la sede por órdenes del Patrón, debían junto a los demás Pilares diacutir un tema de suma importancia a lo que el chico se presentó temprano en el lugar, tan temprano que olvidó lo que debía llevar; al despertar te encontraste con un pergamino pequeño en la mesa del comedor, sabías lo importante que era para tu esposo y luego de tomar una ducha y alistarte saliste en camino para entregárselo. Sabías de memoria el camino y no era problema para tí en unos 20 minutos ya estabas ahí y los rayos del sol se disfrutaban a esa hora lo que hizo de la caminata un paseo relajante. Divisaste a los 9 Pilares reunidos en la Finca, el Patrón aún no se encontraba asi que pidiendo permiso entraste tímidamente para hablar con tu esposo, lo malo es que ya todos te conocían y no dudaron en acercarse a tí para saludar llevandose una gran sorpresa al ver hacia tu kimono, en este momento contabas con 32 semanas imposibles de ocultar.
Todos comentaban distintas cosas, Rengoku-san felicitó a ambos y te dedicó un fuerte abrazo y una sonrisa en tu rostro, Shinobu te felicitó de igual manera y en forma de broma comentó que al fin Tomioka-san recibía el amor de alguien. Uzui-san abrazó por los hombros a ambos fingiendo indignación al no saber la noticia incluso preguntó si el motivo por el cual lo ocultaban era porque el bebé fue creado antes de la boda a lo que reíste pero Giyuu conservó su semblante serio, Iguro-san tampoco podía creerlo ya que Mitsuri no le comentó nada al respecto, Muichiro solo quería saber el sexo del bebé y Sanemi observaba de lejos molestando a Tomioka junto a Himejima quien lo hacía callarse y felicitaba a ambos. Sentías tu rostro sonrojarse por los cumplidos por parte de todos, te sirigiste a Giyuu e hiciste a lo que ibas, este te agradeció muy apenado y te despediste del resto volviendo a casa.
Más tarde, la reunión terminó y al entrar en casa Giyuu te tomó en sus brazos y te veía de manera seria a lo cual preguntaste si todo estaba en orden, te tomó del rostro y besó tus labios con intensidad pero dulzura al mismo tiempo.
--¿Qué pasa? Preguntaste mientras tus mejillas se teníañ nuevamente de rosa
--Esque solo yo puedo hacer que te sonrojes
Acto seguido te soltó y subió hacia la recamara. Te dejo recapacitando y pensando el por qué de su comentario hasta que recordaste el leve sonrojo que obtuviate hoy frente a sus compañeros a causa de sus comentarios, aunque Giyuu no lo fuese tan seguido o si lo era no lo demostraba te gustaba verlo celoso de vez en cuando.
Estoy enferma :v por eso salió así? espero les guste este cap, voten y comenten
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Miren mis uñas :3 (de hace 1 semana y ya me las pinté de otra cosa :v)
