Amigos afortunados

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Capítulo 332


Amigos afortunados — 1


La mañana empezó con el sol usurpando las franjas ultramarinas de los cielos.

A su costado, las nubes dispersas parecían algodones flotantes.

Los destellos traspasaron la ventana de mi habitación.
Dado que había una efímera abertura que no tapaban las cortinas,
un pequeño relumbre de luz fue a parar sobre mí
y encandiló mis ojos.

Era la señal de que un nuevo día comenzaba.


















Capítulo 333


Amigos afortunados — 2


Si no fuera porque desde que entro en secundaria
es mi obligación levantarme temprano para prepararme adecuadamente e ir al Bachillerato respetando el tiempo de llegada,
ahora mismo estaría en problemas
y seguiría durmiendo como todo un holgazán tardío.

Me acostumbré en ir mañana y tarde a la escuela.
En mis inicios fue muy difícil incluso en el intento; ni la alarma ruidosa de mi celular podía despabilarme,
pues mamá se hacía cargo de eso todas las ocasiones en que el horario establecido se me pasaba: abría la puerta, entraba en mi cuarto y me besaba en la frente con el propósito de levantarme con mucho amor.
Le estimaba ternura verme dormir.

Mamá...
















Capítulo 334


Amigos afortunados — 3


Desde que ella se marchó,
me tocó a mí asumir las ocupaciones de la casa.
Primero,
ponía a limpiar mis prendas y atuendos en la lavadora
mientras ganaba tiempo aspirando el suelo.
Después,
extendía mis vestimentas en el patio trasero y esperaba a que se sequen una vez que regrese de clases.
A continuación,
tiraba la basura en el cesto cuando esta se acumulaba excesivamente en cierto período indefinido.
Luego,
arreglaba el hogar si el desorden lo requería.
Y por último,
refrescaba mi cuerpo con un buen baño tibio y relajante.

Entre tantas movidas aquí y allá,
la mañana transcurría muy rápida,
y si aquellas dos horas agitadas no existieran para mí, la casa se asemejaría a un verdadero chiquero.


















Capítulo 335


Amigos afortunados — 4


Cada diez minutos
me refregaba con una toalla áspera que succionaba mi sudor y me sentía más cómodo
para continuar con las tareas domésticas.
Si bien me aseé óptimamente,
de igual manera
la humedad fortaleció al calor picante;
gateaba desde mi pecho hasta escalar mi frente y par de cachetes.

Maté la sed con dos vasos y medio de agua al momento que terminé mis deberes.
Me senté afuera en una silla plegable
impulsando un enorme suspiro de agotamiento.

Y en el instante en que menos lo creí, alguien llamaba a mi puerta.


















Capítulo 336


Amigos afortunados — 5


La competencia entre
el chirrido de las cigarras y demás insectos de arbustos contra
los trinos de las aves,
fue solo lo que encontré al abrir la puerta de mi residencia.

Avancé unos pasos hacia adelante.
Ni a la izquierda ni a la derecha había nadie.

Juraría que escuché bien
dos golpes provenientes de aquí.
¿O acaso fue una simple alucinación?

"¿Quiééééén soy?" dijo alguien detrás de mí.

De repente, dos manos frías y delicadas envolvieron mi visión.
















Capítulo 337


Amigos afortunados — 6


Di media vuelta y abrí mis párpados.

"¡Ami-chan!"

"¡Holiiiiii!" Escondió sus brazos tras la espalda, cerró los ojos,
ladeó su cuello,
sacó la mitad de la lengua pegada a su comisura derecha
y me concedió una sonrisa vivaz por enésima vez, feliz de verme.
Tal gesto amigable albergaba ánimos semejantes que yo jamás poseería la capacidad de superarlos.

También sonreí y guie mis dedos a la cintura. "¿Qué te trae por aquí?"





















Capítulo 338


Amigos afortunados — 7


Una remera blanca de líneas negras encimada con un overol corto de jean azul,
eran las indumentarias femeninas
que forraban el cuerpo de Ami.

Se acercó un poco más. "Vine a traerte el pastel que te dije."

Me entregó la rebanada gruesa y triangular liada con rollos blancos de cocina.

La tomé cuidadosamente para no estropearla.
"Oh, lo había olvidado."

Todos los líos de anoche hicieron que lo olvidara.
Pero eran asuntos que Ami no debería saber.
















Capítulo 339


Amigos afortunados — 8


La mayor incógnita de todas,
era adivinar quién podría haber sido el joven que me salvó la vida ayer.

No cualquiera se atrevería a enfrentar un par de perros rabiosos.

¿Por qué lo hizo? ¿Con qué fin? ¿Quiere algo de mí?

De todos modos,
no tengo por qué preocuparme.
Lo más importante es que él y yo no resultamos heridos,
y además, me dio la orden de proteger a Hanabi como único favor,
y si cumplo esa petición, todo habrá valido la pena para él.

No debo permitir que Ami descubra nada.

Supongo que se lo contaré más adelante, en un algún momento apropiado,
y evitar bastantes inconvenientes entre nosotros.
















Capítulo 340


Amigos afortunados — 9


"¿Te gusta tu sombrero?"

Lo llevaba sujeto arriba suyo.

"¡Sí!" Tocaba la prenda de vestir con adoración. "Lo uso las veces que hace mucho calor."
Se acordó de su otro regalo:
"No traje mi collar. Se ve muy valioso y ningún delincuente desaprovecharía la oportunidad de robármelo y venderlo a un precio más de lo que costaba antes."

"Tienes razón. Mejor prevenir que curar. En fin, aquí el ambiente es demasiado flamante, ¿gustas pasar?"



















Capítulo 341


Amigos afortunados — 10


Agaché mis labios
y
asomé los cuatro dientes del tenedor
a mi lengua.

"Su sabor y textura son realmente deliciosos."
Mis dientes del lado izquierdo del paladar
masticaban una porción de pastel abundante,
así que mi voz se deformó cuando hablé con la boca llena.

Ami cubrió su risita de niña.
"Gracias por tus halagos, Izanagi-kun. Sabía que te gustaría. Yo misma lo preparé."




















Capítulo 342


Amigos afortunados — 11


Al distraerme en medio de tantas labores que realicé durante la mañana,
omití una de las rutinas más cruciales que no llevé en cuenta de mí mismo:
prepararme el desayuno.

Eso explica el motivo de por qué el platillo frente a mí se encontraba totalmente vacío.

"¡Eres una repostera prodigio! ¡Estuvo riquísimo, Ami-chan! ¡Tus pasteles siempre son exquisitos!"

No la deleitaba para quedar bien con ella debido a que se tomó el trabajo de venir hasta aquí con el propósito de oír una agradable opinión mía,
sino, era la pura franqueza.

Afortunadamente,
los diminutos confetis coloridos esparcidos en la suave crema blanca chantillí,
el sabroso bizcochuelo de chocolate hecho a mano,
y la frutilla decorativa que estimulaba ganas de probar el pedazo de torta,
fueron las recetas que mitigaron mi hambre.




















Capítulo 343


Amigos afortunados — 12


"No es para tanto, Izanagi-kun."

Mis alabanzas alcanzaron cierto punto de suficiencia.

"¡Pero es verdad! Debes enseñarme tus recetas secretas," bromeé alzando los brazos.

"Simplemente preparo mis postres favoritos con mucho amor y salen como espero. Tienes que ser paciente y brindarle cariño a cada procedimiento."

"Pero no todo el crédito me lo debes a mí; mi abuela me ayudó a elaborar la crema, también."

Las últimas palabras encendieron una chispa en mi cerebro
y recordé instantáneamente una pregunta.



















Capítulo 344


Amigos afortunados — 13


"¿Cómo amaneció tu abuela?"

"Súper bien. Se mejoró bastante."

Ami siempre miraba el lado positivo de las cosas cuando se trataba acerca de tal asunto.
Ella le tenía un gran aprecio sentimental a la persona que le garantizó su cuidado por años,
prácticamente toda la vida.
He visto a su abuela en escasas ocasiones desde que comenzamos a ser adolescentes.
La última vez fue en los tiempos que visité a Ami para que me ayudase con la tarea meses atrás.
Casi nunca entablé conversación con la señora Nishikawa
dado que ella no quería que la vieran en sus peores estados graves que le sucedían a menudo.

Sin embargo,
la realidad es más cruel de lo que imaginamos;
a Ami jamás se le metería por la cabeza pensar que todas aquellas enfermedades
eran señales de que a su abuela le quedaban solo unos pocos años de vida.

















Capítulo 345


Amigos afortunados — 14


"Ya veo... Me alegra un montón escuchar eso."
No sé cuántas veces he insinuado la misma respuesta.

Ami inclinó la vista descartando la inminente posibilidad de bajar sus comisuras
a pesar de lo triste que sonaba al murmurar:
"Sí... hago mi mayor esfuerzo posible para que se encuentre bien."

"No puedo creer que ya va por las nueve décadas."

"Ella me protegió mucho cuando era niña, y ahora es mi turno."

















Capítulo 346


Amigos afortunados — 15


Así mismo,
Ami pretendió fisgonear en mis ajenos temas familiares con seriedad:
"No sabes nada de tu mamá, ¿verdad?"

Los agudos chirridos de cigarras
entraron por las ventanas
aprovechando nuestro vacilante silencio.

"Pues... no he tenido contacto con ella desde que se marchó. De hecho, tampoco sé la fecha exacta de cuándo regresará."

"Comprendo..."
Afirmó mis palabras por un claro motivo irreversible:
al parecer, desde su punto de vista,
liderar las cuestiones de mi madre fue algo difícil de subyugar,
de manera que se arrepintió en no contener su infructuosa interrogación y
consideró su pregunta como un insulto chocante para mí.

Ella prefirió callarse y cerrar la boca.
Pero yo no.



















Capítulo 347


Amigos afortunados — 16


Continué: "Al menos... por suerte te tengo a ti, a Kenta, a Hanabi, a todos ustedes para apoyarme."

No esperó que yo dialogaría tan amablemente después de todo.
Fue entonces que sintió confianza de sí misma
y revitalizó la sonrisa que había postergado momentáneamente inclinando ambas cejas,
y manifestando un rostro alegre manchado de lástima.

"No puedo pedir mejores amigos más afortunados como ustedes."















Capítulo 348


Amigos afortunados — 17


Ella tomó el atrevimiento
de levantar sus ojos nutridos de escrúpulos
hacia mí.
Demoró un instante en chocar su mirada contra la mía,
e inmediatamente,
se topó con una mera excusa
a fin de dar por concluido la cuestión anterior que la tenía en aprietos:
"Jiji, Izanagi-kun, tienes unas migajas de pastel justo aquí."
Me indicó el lugar basándose en su semblante.

"Oh, no me di cuenta."

"Déjame quitártelo."
















Capítulo 349


Amigos afortunados — 18


Negar su ofrenda cordial y cambiar de opinión
sería una decisión ardua.
De cualquier forma, fui muy lento
y mis intentos de rechazar su amabilidad se atascaron en mi garganta y me los tuve que tragar obligadamente.

Sus dedos se aferraron rápidamente a la servilleta más próxima de la mesa
y extendió el mismo brazo para remover la suciedad en las fronteras de mis labios.



















Capítulo 350


Amigos afortunados — 19


Ladeó la cabeza enseñando modales
dulces,
humildes
e inocentes.
"Listo. Ya está."

Oscilar anonadado en reacción
no trascendería a nada necesario.
Siendo así que
una excelente gratificación era idónea:
"Muchas gracias, Ami-chan."

Ella solo trataba de emplear su atención en mí con el interés de demostrarme
lo mucho que puedo confiar en ella.

"Por nada."

"Como tú lo dijiste, nos tienes a nosotros para apoyarte."

"Y haremos todo lo que podemos para servirte de ayuda, Izanagi-kun."
















Capítulo 351


Amigos afortunados — 20


Asimilé completamente lo que acabó de decir.
No obstante,
dada la mala pertinencia
en que sus sugerentes dicciones me tomaron de sorpresa sin que yo me las hubiera prevenido antes,
carecía de ingenio eventual con la finalidad de replicar algo bueno.
Afirmar que conocer a ella y los demás fue una de las mejores cosas que me han sucedido en la vida y que los puedo tener ahí afrontando conmigo las suertes adversas,
exprimió el jugo de mis ideas.

Evidentemente, todo mi silencio fugaz revelaba esos pensamientos.

Y tan pronto como Ami se percató de mi escasez en contestar alguna reflexión concordante,
dimos vuelta la página.












Capítulo 352


Amigos afortunados — 21


"¡Por poco lo olvido!"
Fue un susto que se levantara tan de repente de su silla.
También, al exclamar,
su elevada voz sin anticipación me sobresaltó
e irrumpió nuestra atmósfera serena.

"¿Q-Qué pasa?"


















Capítulo 353


Amigos afortunados — 22


Considerándolos
como muy resplandecientes,
parecía que un arcoíris brillaba en sus dos ojos.
Ami trasladaba consigo una intensa energía emotiva por todos lados.
"¡Iré a buscar mi bicicleta para que vayamos juntos de nuevo!"

Siquiera transcurrieron tres segundos
y sus pies ya se hallaban frente a la puerta.
















Capítulo 354


Amigos afortunados — 23


"¡Aguarda un momento!" Erguí mi columna. Una gota de sudor rodó por mi espalda.

Intercepté su frenesí
antes de que me arrepintiera.

Su faz ahora se encontraba rayado de perplejidad cuando volteó en torno a mí.
"¿Mm? ¿Acaso no deseas ir conmigo en bici?"

"N-No... no es eso. Me gustaría muchísimo, pero no quiero enfadar a Kenta otra vez. De hecho, debes ocupar tu bicicleta en coyunturas que sean imprescindibles, Ami-chan."

"Está bien. Entiendo..." Volvió a sentarse. Su ánimo alterado se esfumó tan veloz como lo había iniciado.

"No te frustres. La cosa no acaba ahí."

"¿Qué quieres decir?"

"Será algo fantástico; hoy, después de clases, tengo planeado enseñarles un sitio que les va a encantar."

Cuatro Estaciones | Verano「きせつ - なつ 」[CPN]Where stories live. Discover now