En cada batalla peleabas lo mejor que podías y eso hacía sentir opacado al rubio pero no dudabas en elogiarlo y animarlo recordándole lo increíble que era al atacar mientras estaba inconsciente, era alguien quien en ese momento no dejaba de sorprenderte. Tu prioridad es Zenitsu y harías cualquier cosa por él asi que hacías lo posible para que en sus misiones pudieses estar presente.

La siguiente se llevaba a cabo en un pequeño pueblo, un demonio había estado atacando muy seguido irrumpiendo en las casas sin importarle y devorando únicamente a los niños, era algo que debía parar y junto a tu compañero se encargarían de la situación. Al llegar la noche esperaron a que saliera y al estar a punto de llevarse otra vida un corte prolijo de tu parte acabó con sus brazos, lanzó una mirada de odio hacia ambos y la batalla comenzó.
El oponente era algo difícil debido a su rapidez, fuerza y una capacidad extraña para regenerarse al instante aún más grande que la de anteriores demonios, se cansó de luchar contigo sin poder dañarte y su deseo de matar lo hizo mirar al rubio, un objetivo débil con el cual acabar fácilmente. Este al ver a la bestia aproximarse frente a él trató de huir y escapar del demonio, Zenitsu era muy lento en comparación con él y al observar que estaba a punto de tomarlo lanzaste tu katana al rostro de este clavándola en su ojo, el miedo se apoderó de tí y de tu capacidad de razonar y sin pensarlo te colocaste en medio y en tu pecho atravesó su mano quedando adentro de ella tu corazón.

El rubio frente a tí fue salpicado por la sangre de tu herida y en el instante cayó inconsciente.
Al despertar, el demonio no estaba, lo único en la escena eran sus extremidades siendo consumidas en cenizas y un par de árboles quemados como si un rayo hubiese impactado contra ellos, te cargó en sus brazos y luego de su último adiós te dió un entierro digno en otra parte.

La culpa lo perseguía día y noche sin mencionar el inevitable estado de depresión, si no fuese un inútil su amada seguiría con vida, no pudo ser capaz de protegerte ni a él mismo ¿qué sentidl tenía seguir en la organización? Ahora era alguien normal, se acabaron los días de pelea y de aparentar ser un héroe, pasaba horas en aquel campo verde lleno de flores de interminables tonos que cada día regaba con sus lágrimas, campo donde visitaba a quien más amó y siempre recordaría.








°•Inosuke•°

Nadie podía detenerlo solo y menos ahora que contaba con alguien más a su lado. Al conocerla y ver el nivel de sus habilidades quedó sorprendido, algo muy difícil de lograr con el ojiverde pero al ver como con solo un par de cortes acababa con 4 demonios despertó su insistencia de retarla a diario con una pelea, ella se negaba lo que lo ponía aún mas ansioso de algún día tener su duelo. Era muy flexible, con movimientos rápidos sabía moverse muy bien y esquivar a su oponente y su figura le permitía doblarse como fuese necesario, además una habilidad extra estaba en su cuerpo, su flexibilidad le hizo entrenar más al punto de dislocarse voluntariamente para realizar ciertos ataques. Luego de varios meses de insistencia a una pelea esa personalidad explosiva la hizo aceptar y colocándose como ganadora.

El chico la admiraba demasiado hasta tal punto de proponerle pelear juntos en cada misión si le enseñaba a ser como ella, con cuerpo en una forma tan buena como la suya y flexible no sería tan difícil. Después de pasar tiempo a su lado era inevitable para que comenzara a verte con otros ojos en varios sentidos, en ocasiones se sonrojaba con solo oír tu voz pronunciando su nombre y en otras no podía evitar observar un poco más allá de la falda de aquel uniforme, sus latidos incrementaban con fuerza al pensar en tí y su determinación lo llevó a una confesión sin titubear que afortunadamente fue correspondida.

《KIMETSU NO YAIBA》TYPE OF • ONE SHOTS • ESCENARIOSWhere stories live. Discover now