It's Nice to Have a Friend

763 43 4
                                    

•Dinero nunca te hizo falta, ni tampoco felicidad. Tenías una hermosa y amorosa madre, una ama de llaves que disfrutaba darte clases particulares y aunque tu padre nunca estuvo, nunca notaste su ausencia mucho.

•Lo único que siempre te molestó fue el enamorarte de un chico inalcanzable que, en tu opinión, nunca se enamoraría de ti. Te odiabas por no poder superarlo, aún cuando ya habías tenido varios romances siempre volvías a él.

•Creías que eras la única chica de la clase alta en la que vivías que no alcanzaba los estándares de belleza, eras bonita, normal, pero no hermosa para estar con él.

•Tu mamá era una emprendedora humanitaria que trabajaba con el mismísimo Bruce Wayne para hacer un mundo mejor, por lo que siempre la acompañabas desde muy joven al edificio Wayne, incluso a veces a la lúgubre mansión, donde tenías que pasar horas aburrida sin nada que hacer. Alfred te preparaba galletas y te daba todo lo que querías para divertirte, pero tú simplemente querías un amigo o amiga para jugar.

•Habías cumplido nueve años ese día, pero como no tenías amigos de tu edad, no querías fiesta de cumpleaños, preferias salir por un helado con tu madre o ir a ver una película. Está vez ella tuvo una reunión de emergencias, por lo que te quedaste sentada en la sala principal de el señor Wayne algo triste.

•Ya habían pasado lo que te parecían horas, pero tu madre no terminaba con lo que sea que debía hacer, por lo que planeabas ir a interrumpir a los dos adultos y sacarla antes de que decidiera quedarse toda la tarde ahí. Entonces, mientras tenías un pequeño debate mental, las fichas del Scrabble que habías usado con Alfred salieron disparadas en todas direcciones, dándote un susto de muerte.

•Un chiquillo de piel caucásica y cabello negro te veía desde la mesa de centro de la sala, con una sonrisa de lado y unos dulces ojos azules. Primero pensaste que era bonito, pero luego la furia llenó tus pensamientos.

•"¡Eres un tonto, tonto niño!" Te quejaste, logrando que su expresión se transformara a la molestia "¡Pues tu eres más tonta!" Y te sacó la lengua ¡Que descaro! ¿Cómo se atrevía? Nunca fuiste una persona violenta, pero esa vez ya estabas hasta el colmo por lo que, sin dudarlo dos veces, te abalanzaste contra el niño sin dejarlo reaccionar y lograste que ambos se cayeran hasta el suelo.

•"¡Quítate de encima!" Se quejó mientras te jalaba una oreja "¡Obligame!" Respondiste ignorando el dolor, mientras seguías empujándolo por los hombros. No sabías cuánto duraría esa tortura, pero gracias a dios sentiste como unas manos te tomaban por el vientre y te separaban del niño. Tu madre te sostenían observando al chico alarmada, mientras que veías a Bruce Wayne acercarse a revisarlo. El hombre siempre te había dado miedo, y más ahora que caías en cuenta que aquel niño era prácticamente su hijo adoptado ¿Que te haría el señor Wayne? ¿Te llevaría a prisión? ¿Te pegaría? No estabas segura, pero no querías saberlo tampoco.

•Para tu sorpresa el hombre solo suspiró y miró al niño y le puso una mano en el hombro "Dick ¿Podrías disculparte con ella?" Tuvieron una pequeña batalla de miradas hasta que Alfred se les unió y el chico terminó perdiendo. El niño se acercó hecho una furia con los brazos cruzados y la mirada baja, hasta que se posó frente a ti "Yo lo siento" frunciste los labios, cerraste los ojos y levantaste la frente aún indignada, no se la ibas a poner muy fácil. Al menos ese era tu plan inicial, hasta que tú madre te dio un golpe en la cabeza y tú te sobaste molesta. La viste con una mirada asesina y ella te respondió peor, entonces te rendiste "Eh... Si, yo también los siento..." Esperaste a qué dijera su nombre "Soy Dick, Dick Grayson".

•Notaste que era lindo, eras absorbida por los hipnotizantes ojos azules, tenía una bonita sonrisa de lado, al menos la primera vez que te la dedicó. Si no te hubiera molestado en tu peor momento, probablemente te hubiese gustado. Aún seguías molesta y no querías perdonarlo, pero tú mamá te dio otro golpe en la nuca. Pusiste los ojos en blanco resignada y le rendiste tu mano para estrecharla y el la tomó molesto.

•Al menos algo bueno surgió esa tarde. Tu y Dick se quedaron al cuidado de Alfred, quién recordó tu cumpleaños y les dio toneladas de Helado.

🎆🎆🎆

Los capítulos de ahora en adelante van a ser de 730 palabras a menos de que sean un especial, así que ¡Yei! Más contenido

Espero les haya gustado💞

MINI HISTORIAS DE LA BATIFAMILIA (EN EDICIÓN X1000)Where stories live. Discover now